Ayer los directivos de Gasprom y de Gaz de France (GDF) prolongaron hasta 2030 el contrato de suministro a Francia del gas natural ruso. No es sino una victoria intermedia obtenida por el monopolio gasístico ruso en la lucha por los consumidores europeos, sostienen expertos.
Conforme a los acuerdos alcanzados, GDF va a comprar 12 mil millones de metros cúbicos del gas natural ruso, mientras desde octubre de 2007 Gasprom estará en el derecho de vender directamente a los consumidores finales hasta 1,5 mil millones de metros cúbicos de gas. Además, la parte francesa contrató suministros de 2,5 mil millones de metros cúbicos de gas los que desde 2010 se efectuarían por el gasoducto de Europa del Norte.
En noviembre Gasprom selló el mismo acuerdo con la italiana Eni. El plazo de suministros de gas se extiende hasta 2035 y a partir de 2007 el consorcio ruso podría vender gas en Italia a los consumidores finales. En el horizonte del año 2010 el volumen de ventas se situaría en 3 mil millones de metros cúbicos.
"Habida cuenta de que los precios europeos del gas se mantienen dentro de la horquilla entre 250 y 260 dólares por 1.000 metros cúbicos, Gasprom duplicaría sus beneficios por establecerse en el mercado menorista de gas -sostiene el analista de la compañía Megatrastoil, Alexander Razuvaev-. En algunos países europeos los consumidores finales pagan por el gas un precio de 600-700 dólares."
Según las palabras del director general de GDF, Jean-Francois Cirelli, Gasprom podría adquirir participación en la compañía unificada Gaz de France-Suez. Ha entrado en fase activo el proceso de fusión de los dos agentes principales del mercado gasístico francés. Tras la fusión ambas compañías tendrían que deshacerse de sus unidades de producción instalados en Bélgica, por veredicto emitido por la Comisión Europea.
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