by Lorenzo Bernaldo de Quirós
La Comisión Europea apoya la vuelta a la energía nuclear. El cambio climático, la volatilidad de los precios del crudo y los problemas geopolíticos de las principales fuentes suministradoras de gas crean serios riesgos para el futuro económico de la UE. La prosperidad del viejo continente, su abastecimiento energético no puede depender de los caprichos de la OPEP, de la coyuntura política en el Magreb o de los deseos de Putin. Desde una óptica española, el abandono de lo nuclear realizado hace casi dos décadas se y la persistencia en ese error pueden pasar una considerable factura al crecimiento de la economía española y al bienestar de sus ciudadanos. El "Nucleares No Gracias" coreado por la izquierda a finales de los setenta y convertido en ley en los ochenta fue un dramático error.
Cuando un país no tiene petróleo, carece de gas, posee un carbón carísimo y poco eficiente, la opción nuclear es la única capaz de proporcionarle independencia energética y un abastecimiento estable. Además, el átomo es una energía limpia y segura. En ningún país industrializado se han producido accidentes en las centrales nucleares mientras han proliferado los provocados en las térmicas, en las minas etc. De cara al cumplimiento de los compromisos de Kyoto, que limitan de manera drástica las emisiones de gases contaminantes y ante la imposibilidad de construir más centrales hidráulicas, España debe volver a plantearse la alternativa nuclear en línea con las sugerencias realizadas por la Comisión Europea en su Análisis Estratégico de la Política Energética de la UE.
La energía es la sangre de una economía moderna. Pues bien, el futuro económico del país no puede depender de un abastecimiento energético procedente de áreas geográficas sometidas a condiciones inestables como lo es Oriente Medio o que está condicionado por los objetivos políticos y estratégicos de Rusia. La oposición a lo nuclear es primitiva, nada científica y suicida. No existe otra alternativa al petróleo o al gas capaz de abastecer el mercado nacional salvo la energía procedente del átomo. Hay que tomarse en serio las cosas si no queremos que nuestro nivel de vida dependa de los caprichos de un jeque árabe, de Al-Qaeda o de cualquier sátrapa..
diariodirecto.com
La Comisión Europea apoya la vuelta a la energía nuclear. El cambio climático, la volatilidad de los precios del crudo y los problemas geopolíticos de las principales fuentes suministradoras de gas crean serios riesgos para el futuro económico de la UE. La prosperidad del viejo continente, su abastecimiento energético no puede depender de los caprichos de la OPEP, de la coyuntura política en el Magreb o de los deseos de Putin. Desde una óptica española, el abandono de lo nuclear realizado hace casi dos décadas se y la persistencia en ese error pueden pasar una considerable factura al crecimiento de la economía española y al bienestar de sus ciudadanos. El "Nucleares No Gracias" coreado por la izquierda a finales de los setenta y convertido en ley en los ochenta fue un dramático error.
Cuando un país no tiene petróleo, carece de gas, posee un carbón carísimo y poco eficiente, la opción nuclear es la única capaz de proporcionarle independencia energética y un abastecimiento estable. Además, el átomo es una energía limpia y segura. En ningún país industrializado se han producido accidentes en las centrales nucleares mientras han proliferado los provocados en las térmicas, en las minas etc. De cara al cumplimiento de los compromisos de Kyoto, que limitan de manera drástica las emisiones de gases contaminantes y ante la imposibilidad de construir más centrales hidráulicas, España debe volver a plantearse la alternativa nuclear en línea con las sugerencias realizadas por la Comisión Europea en su Análisis Estratégico de la Política Energética de la UE.
La energía es la sangre de una economía moderna. Pues bien, el futuro económico del país no puede depender de un abastecimiento energético procedente de áreas geográficas sometidas a condiciones inestables como lo es Oriente Medio o que está condicionado por los objetivos políticos y estratégicos de Rusia. La oposición a lo nuclear es primitiva, nada científica y suicida. No existe otra alternativa al petróleo o al gas capaz de abastecer el mercado nacional salvo la energía procedente del átomo. Hay que tomarse en serio las cosas si no queremos que nuestro nivel de vida dependa de los caprichos de un jeque árabe, de Al-Qaeda o de cualquier sátrapa..
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