La dirección de Petróleos Mexicanos (PEMEX) notificó al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) la intención de reubicar al personal que actualmente está contratado pero que no está realizando alguna actividad productiva.
De acuerdo con fuentes de PEMEX, esta decisión obedece al cierre de 16 plantas y unidades del sector petroquímico que se encuentran fuera de operación o parcialmente activas, como es el caso de las petroquímicas Camargo, Independencia, Tula o Escolin.
Sin embargo, reconocen que mover al personal a otras áreas de la empresa tendrá costos importantes por las condiciones del Contrato Colectivo de Trabajo.
Comentaron que el sindicato ya externó que para llevar a cabo este plan de la empresa se tendrá que respetar el Contrato Colectivo de Trabajo vigente 2005-2007, en su capítulo XIII, Movimiento de Personal, cuyo clausulado le fija a PEMEX una serie de obligaciones que resultan costosas.
La cláusula 85 señala: “El patrón tendrá libertad para movilizar a sus trabajadores sindicalizados en toda la República Mexicana, siempre que estas movilizaciones obedezcan a la necesidad de que los trabajadores laboren dentro de su misma especialidad y sin perjuicio de su categoría”.
Las movilizaciones podrán tener efecto en los siguientes casos:
I.- Cuando se haya agotado o disminuido la materia de trabajo.
II.- Cuando haya exceso de trabajadores en determinado centro o unidad de trabajo.
III.- Cuando se requieran los servicios de los trabajadores por razón de su experiencia, especialidad o aptitudes en otro centro de trabajo.
Si es por la primera causa, como es el caso que se comunicó al sindicato de PEMEX, el Contrato Colectivo detalla que “las movilizaciones masivas, entendidas como aquéllas que afecten a grupos de 30 o más personas de un mismo centro de trabajo, se les promoverá a la categoría inmediata superior a la que ostenten permanentemente en el momento de la movilización. De no ser posible el aumento de categoría, se indemnizará al trabajador el beneficio no otorgado sobre la base del pago de cinco meses más 20 días de salarios por cada año de antigüedad”.
El patrón se obliga también a pagar a cada uno de los trabajadores que se movilicen una cantidad equivalente a 18 meses de renta de casa en el momento de ser movilizados, y a compensarlos por los trastornos que sufran por el cambio de su residencia, con el importe de 100 días de salario tabulado incrementado con la cuota del fondo de ahorros, detalla el Contrato Colectivo de Trabajo de la paraestatal.
Así, en los casos de movilizaciones definitivas, el patrón se obliga a “pagar a los trabajadores movilizados y a sus familiares, pasajes de clase ejecutiva en los medios de transporte terrestre y gastos de transporte de su menaje de casa, o les proporcionará los medios de transporte de que disponga; cubrirá los gastos de viaje y el importe de 100 días de salario ordinario promedio de los disfrutados en la anualidad inmediata anterior a la fecha de la movilización”.
En esta situación se encuentran aproximadamente 3 mil 200 trabajadores de diversas plantas y centros de trabajo de PEMEX Petroquímica, de un total de 14 mil 540 personas, entre personal de confianza y sindicalizados, cifra que proporcionó el exdirector general de la petrolera, Luis Ramírez Corzo, en su última comparecencia ante el Senado de la República. Sindicato oneroso
De acuerdo con el Banco Mundial (BM) en su informe “La trampa de la desigualdad y su vínculo con el bajo crecimiento en México”, la concentración del control corporativo y las influencias sindicales sobre los mercados financieros, laborales y de productos tienen un elevado costo para la sociedad.
Argumenta que una de las influencias que limitan el crecimiento en México son los sindicatos en sectores protegidos como PEMEX, CFE, LyFC y el IMSS. “Son grupos poderosos se benefician del statu-quo y no tienen incentivos para cambiar su conducta”, señala.
Sobre PEMEX, el Banco Mundial detalla que no es una empresa bien administrada. De acuerdo con estándares internacionales, PEMEX tiene demasiados empleados (aproximadamente 138 mil), “80% de los cuales pertenecen a un sindicato corrupto que vende puestos y deja que sus miembros hereden sus puestos a sus descendientes”.
El organismo añade que los intentos de reforma para aumentar la autonomía operativa e incrementar la eficiencia han sido limitados.
Operación a medias
De acuerdo con el Anexo 9 del Informe de director de PEMEX presentado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) correspondiente al tercer trimestre de 2006, los complejos de Tula y Camargo están reportados como “fuera de operación”.
La planta de Independencia está operando al 36% de su capacidad. Escolin concentra a mil 176 trabajadores de confianza y sindicalizados, pero sólo opera a 6% de su capacidad.
El resto de las plazas que podrían ser reubicadas se localizan en el complejo Cosoleacaque, que actualmente opera a 38% de su capacidad y en donde se desempeñan mil 988 trabajadores, entre sindicalizados y de confianza.
eldiariodechihuahua.com.mx
De acuerdo con fuentes de PEMEX, esta decisión obedece al cierre de 16 plantas y unidades del sector petroquímico que se encuentran fuera de operación o parcialmente activas, como es el caso de las petroquímicas Camargo, Independencia, Tula o Escolin.
Sin embargo, reconocen que mover al personal a otras áreas de la empresa tendrá costos importantes por las condiciones del Contrato Colectivo de Trabajo.
Comentaron que el sindicato ya externó que para llevar a cabo este plan de la empresa se tendrá que respetar el Contrato Colectivo de Trabajo vigente 2005-2007, en su capítulo XIII, Movimiento de Personal, cuyo clausulado le fija a PEMEX una serie de obligaciones que resultan costosas.
La cláusula 85 señala: “El patrón tendrá libertad para movilizar a sus trabajadores sindicalizados en toda la República Mexicana, siempre que estas movilizaciones obedezcan a la necesidad de que los trabajadores laboren dentro de su misma especialidad y sin perjuicio de su categoría”.
Las movilizaciones podrán tener efecto en los siguientes casos:
I.- Cuando se haya agotado o disminuido la materia de trabajo.
II.- Cuando haya exceso de trabajadores en determinado centro o unidad de trabajo.
III.- Cuando se requieran los servicios de los trabajadores por razón de su experiencia, especialidad o aptitudes en otro centro de trabajo.
Si es por la primera causa, como es el caso que se comunicó al sindicato de PEMEX, el Contrato Colectivo detalla que “las movilizaciones masivas, entendidas como aquéllas que afecten a grupos de 30 o más personas de un mismo centro de trabajo, se les promoverá a la categoría inmediata superior a la que ostenten permanentemente en el momento de la movilización. De no ser posible el aumento de categoría, se indemnizará al trabajador el beneficio no otorgado sobre la base del pago de cinco meses más 20 días de salarios por cada año de antigüedad”.
El patrón se obliga también a pagar a cada uno de los trabajadores que se movilicen una cantidad equivalente a 18 meses de renta de casa en el momento de ser movilizados, y a compensarlos por los trastornos que sufran por el cambio de su residencia, con el importe de 100 días de salario tabulado incrementado con la cuota del fondo de ahorros, detalla el Contrato Colectivo de Trabajo de la paraestatal.
Así, en los casos de movilizaciones definitivas, el patrón se obliga a “pagar a los trabajadores movilizados y a sus familiares, pasajes de clase ejecutiva en los medios de transporte terrestre y gastos de transporte de su menaje de casa, o les proporcionará los medios de transporte de que disponga; cubrirá los gastos de viaje y el importe de 100 días de salario ordinario promedio de los disfrutados en la anualidad inmediata anterior a la fecha de la movilización”.
En esta situación se encuentran aproximadamente 3 mil 200 trabajadores de diversas plantas y centros de trabajo de PEMEX Petroquímica, de un total de 14 mil 540 personas, entre personal de confianza y sindicalizados, cifra que proporcionó el exdirector general de la petrolera, Luis Ramírez Corzo, en su última comparecencia ante el Senado de la República. Sindicato oneroso
De acuerdo con el Banco Mundial (BM) en su informe “La trampa de la desigualdad y su vínculo con el bajo crecimiento en México”, la concentración del control corporativo y las influencias sindicales sobre los mercados financieros, laborales y de productos tienen un elevado costo para la sociedad.
Argumenta que una de las influencias que limitan el crecimiento en México son los sindicatos en sectores protegidos como PEMEX, CFE, LyFC y el IMSS. “Son grupos poderosos se benefician del statu-quo y no tienen incentivos para cambiar su conducta”, señala.
Sobre PEMEX, el Banco Mundial detalla que no es una empresa bien administrada. De acuerdo con estándares internacionales, PEMEX tiene demasiados empleados (aproximadamente 138 mil), “80% de los cuales pertenecen a un sindicato corrupto que vende puestos y deja que sus miembros hereden sus puestos a sus descendientes”.
El organismo añade que los intentos de reforma para aumentar la autonomía operativa e incrementar la eficiencia han sido limitados.
Operación a medias
De acuerdo con el Anexo 9 del Informe de director de PEMEX presentado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) correspondiente al tercer trimestre de 2006, los complejos de Tula y Camargo están reportados como “fuera de operación”.
La planta de Independencia está operando al 36% de su capacidad. Escolin concentra a mil 176 trabajadores de confianza y sindicalizados, pero sólo opera a 6% de su capacidad.
El resto de las plazas que podrían ser reubicadas se localizan en el complejo Cosoleacaque, que actualmente opera a 38% de su capacidad y en donde se desempeñan mil 988 trabajadores, entre sindicalizados y de confianza.
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