El Centro Nacional de Gestión (CNG), creado recientemente por el Ejecutivo para sustituir en los próximos días a la Oficina de Operación de Sistemas Interconectados (Opsis), debe estar orientado "a la excelencia y al carácter netamente técnico", con el cual se garantice la equidad de sus nuevas funciones.
Benjamín Trapier, consultor gerencial, socio de la firma Nueva Tecnología de Negocios (NTN) y conocedor del sector eléctrico, considera conveniente que esta naciente empresa estatal "preserve las fortalezas que tiene hoy Opsis", como organización "liviana y ágil" -desde el punto de vista administrativo-gerencial- y con alto sentido profesional.
En su opinión, el CNG es el producto de la Ley de Servicio Eléctrico (1999), "no tan aplicada pero sí vigente". Y, entre sus roles, hay que privilegiar "la excelencia y la independencia" pues "los flujos de carga no deben tener bandera política".
Según el analista, además de las atribuciones conferidas a esta entidad, como son la de controlar, supervisar y coordinar la operación integrada de los recursos de generación y transmisión del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), se encuentra también "como figura relevante", la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE), actualmente en manos del viceministerio de Energía, que "es el verdadero regulador, aun cuando oirá la opinión del CNG".
¿A quién regula?, se pregunta. "A todos los agentes operadores del sistema y al Centro Nacional de Gestión que opera y hace de árbitro independiente, mientras la Comisión da las regulaciones para todos los clientes y al CNG. Estos tres actores deben ser autónomos".
Detrás de este engranaje de funciones, sostiene, "hay un mensaje concreto y es el de estar atentos a sus actuaciones".
Evitar conflictosTrapier recuerda que esa firma consultora elaboró un trabajo detallado sobre el CNG. En esa oportunidad, y ahora lo ratifica con la resolución oficial, advierte que el Centro "no sanciona, pero sí identifica a los responsables" de eventos en el sistema interconectado.
Explica que el efecto sancionatorio "lo tiene el regulador, es decir, el viceministerio de Energía. De allí la necesidad de destacar la independencia que debe tener el operador ya que deberá decir cuáles son las fallas y sus responsables; existe la posibilidad técnica de que la falla sea causada por el operador".
Por esta razón resulta interesante que los despachos de las distintas empresas eléctricas y el CNG "tengan buena documentación que es lo que soporta el informe final. Afortunadamente hay poca capacidad de subjetividad a la hora de precisar las responsabilidades".
"No siempre", dice, "lo políticamente razonable se lleva bien con lo técnicamente razonable".
Universal.ve
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