La sucia guerra del petróleo

La crisis energética se ha convertido en el punto neurálgico que por décadas ha venido manteniendo preocupados a Es tados Unidos y la Unión Soviética, quienes se disputan la supremacía por el control de los paí ses productores y exportadores de petróleo.

La demanda de crudo para satisfacer las necesidades de energía de complejos industriales de estas dos superpotencias resulta insuficiente, lo cual es motivo de inquietud, habida cuenta que aun cuando la Unión Soviética que es exportador de este importante producto, las reservas que mantiene son limitadas y lo más probable es que en un futuro tenga que entrar en el mercado mundial del petróleo no como productor, sino como comprador, no obstante, de poseer Rusia las mayores reservas de gas del mundo, tiene la limitante de no contar con tecnología y mano de obra especializada ni la infraestructura de conducciones y conversión para el uso del gas. Por otro lado, los elevados precios que ha alcanzado el barril de petróleo, generados por los interminables conflictos que los americanos mantienen en el Medio Oriente, podría ocasionar fatales consecuencias a los países importadores si los mayores productores de petróleo del mundo: Arabia Saudita y Kuwait, deciden reducir la cuota de producción, lo cual haría disparar el barril de crudo por encima del precio actual; aunado a esto, están los gastos operativos para explorar, descubrir, extraer y refinar, procesos que resultan costosos, razón que determina que la era del petróleo barato ha llegado a su fin; por otra parte, las naciones del mundo se verán obligadas a buscar otras fuentes de energía diferentes a la nuclear, solar o eólica en el menor tiempo posible, pues, de lo contrario, esto podría significar la muerte económica del mundo industrializado.

Las reservas de petróleo de Arabia Saudita y Kuwait sobrepasan los mil años, por lo que los sauditas con sus inmensas reservas serán los únicos en controlar el precio mundial del petróleo, y, por ende, controlarán, sin lugar a dudas, a América, y éste es el temor de Estados Unidos.

Con las inevitables subidas del precio del petróleo, y las reservas agotadas de más de treinta países, a los americanos y rusos no les quedará otra alternativa como no sea la de pagar centenares de millones de dólares diarios a estos dos países, lo que implica que los Estados Unidos y la nación rusa, a pesar de todo su desarrollo tecnológico, el poderío militar, y su alto nivel de vida, van a depender económica y políticamente de los caprichos de los sauditas, una nación de criadores de cabras, atrasada, con poca población, nómada, y corrompida.

Es por ello, que para que la nación americana y la Unión Soviética puedan sobrevivir, se ven en la necesidad de promover y ejercer acciones bélicas y desestabilizadoras contra los países productores, para controlar a como dé lugar el precio del petróleo, y así seguir manteniendo su hegemonía como naciones más poderosas del mundo.

Por otro lado, en lo que respecta a Venezuela, de continuar Chávez desafiando e insultando al Presidente Bush, de la manera que lo ha venido haciendo, utilizando un lenguaje vulgar, no cónsono con su la alta investidura, es casi seguro que el Presidente de la poderosa nación ameri cana no dejará perder esta maravillosa oportunidad que le está ofreciendo Chávez para venir con sus marines a bañarse a su antojo con petróleo venezolano...

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