Petrobras está empujando un nuevo plan con un complejo petroquímico en el Estado de Rio de Janeiro, que lo ha situado como el proyecto más importante jamás llevado adelante por la compañía.
La construcción del complejo petroquímico y la refinería COMPERJ, por sus siglas, comenzó el 14 de junio en Itaborai, en la bahía de Guanabara en la Capital del Estado de Rio de Janeiro. El complejo, una sociedad entre Petrobras y el holding petroquímico brasileño Grupo Ultra, debería comenzar a funcionar antes de 2012.
Los dos socios construirán una infraestructura avaluada en $3.500 millones. Pero Petrobras y Ultra ya están hablando con varios inversionistas para lograr $3.000 millones más para ocho plantas de segunda generación en las que se generarían resinas termoplásticas, tales como polietileno y polipropileno. Esas plantas atraerán inversiones adicionales de importantes jugadores de la industria del plástico, han declarado funcionarios.
El gobernador de Rio de Janeiro, Rosinha Garotinho, espera que el complejo genere un empuje enorme para su estado, creando por lo menos 200.000 trabajos durante la fase de construcción.
Pero para Brasil, el proyecto COMPERJ significa otro paso adelante en su seguridad energética, después de que en abril alcanzara la autosuficiencia de su producción petrolífera, con Petrobras bombeando alrededor 1,8 millones de barriles de petróleo crudo.
Esta “independencia” energética a pesar de ser creciente y en crudo, sigue siendo vulnerable, según lo evidencian las reuniones de emergencia que sostuvieron los funcionarios brasileños de energía después de que Bolivia nacionalizara su industria del gas en mayo, amenazando la principal fuente de gas de Brasil.
Brasil es el mayor fabricante de productos petroquímicos de América latina, y octavo a nivel mundial, pero todavía importa alrededor de un tercio de su nafta, un producto de petróleo refinado usado para hacer la mayor parte de sus productos petroquímicos. También importa volúmenes significativos de resinas de plásticos. Mientras que sus exportaciones de resinas termoplásticas superaron el año pasado los US$700 millones, según el grupo Siresp.
Los complejos existentes en los estados brasileños de Río Grande do Sul, São Paulo y Bahía, utilizan nafta, y COMPERJ procesará directamente el petróleo pesado de Petrobras directamente en productos petroquímicos, tales como etileno y propileno, lo que permitiría reducir la importación de nafta.
Según el secretario de Energía del estado de Rio de Janeiro, Wagner Victer, COMPERJ proporcionará US$2 mil millones por año para la balanza comercial del sector petroquímico brasileño.
El complejo procesará 150.000 barriles al día de crudo extra pesado para convertirlos en 1,3 millones de toneladas métricas por año de etileno, 900.000 toneladas métricas por año de propileno, 700.000 toneladas métricas por año de paraxileno y 360.000 toneladas métricas de benceno, como también la producción de nafta, diesel y coke, dijo Victer.
En lugar de competir con otras refinerías, COMPERJ ayudará a Petrobras a concentrarse en productos más ligeros, tales como diesel, que también se importa parcialmente en Brasil.
Usando el petróleo pesado para la producción petroquímica, Petrobras está diversificando aún más su base de productos, luego de su asociación con Unipar y Suzano en la planta Río Polimeros, ubicada en Duque de Caxias, que implicó una inversión de US$1.200 millones y abrió el año pasado. Riopol, como es conocida, es la primera petroquímica de América Latina que funciona a gas natural.
Uno de los principales desafíos para Petrobras y sus socios es impedir que los subproductos del complejo se vacíen para los canales fluviales cercanos, incluyendo la pintoresca bahía de Guanabara, que ya tiene problemas de contaminación.
El proyecto COMPERJ fortalece otro de los objetivos de Petrobrás, de agregar valor a su petróleo pesado (de características similares a la mayoría del latinoamericano), el que es vendido con grandes descuentos en los mercados internacionales de US$10 o más por barril, en relación al que viene de gran parte de Medio Oriente.
Aún cuando el complejo de COMPERJ consumirá 150.000 barriles al día del petróleo de Petrobras, la compañía tendrá volúmenes crecientes de petróleo pesado disponibles para la exportación, hasta 500.000 barriles día antes de 2010. Esto está llevando a Petrobras a buscar dos nuevas refinerías en EE.UU., Asia o Europa, dicen ejecutivos de la compañía. Este año Petrobras compró la mitad de una refinería en Pasadena, Texas, con una capacidad de 100.000 barriles por día, en su primer esfuerzo refinación fuera de Sudamérica.
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