E.ON ha pedido a la Comisión Nacional de Energía (CNE) un poco más de tiempo para atender los requerimientos del organismo que preside Maite Costa, pese a que la alemana ya le ha presentado más de 20.000 folios de datos de su opa sobre Endesa.
Primero, sorprende que la CNE necesite información adicional, si como todo parece indicar está cada día más dispuesta a cargarse de una tacada la oferta que viene de Dusseldorf, invocando la garantía de suministro energético y la seguridad nacional en gestión de centrales nucleares y de carbón. Quizás no existen tantos argumentos para vetar la oferta alemana como piensa una parte del Gobierno, con Montilla a la cabeza, y la CNE teme que por muchas condiciones que ponga a E.ON, la compañía que preside Bernotat sabe que ya ha mordido presa y no la soltará tras haber oído muchos cantos de sirena. Además, su reciente fracaso en Scottish Power pone un turbo a Bernotat ante sus accionistas, así como sus propios problemas de competencia en su país con la Comisión Europea.
Y en segundo lugar, es extraño que E.ON, lógicamente interesada en una decisión lo más rápida posible del organismo regulador, pida ahora un aplazamiento. A menos que los asesores de Bernotat estén viendo que Montilla tiene puesto un pie en las elecciones a la Generalitat y aspiren a otro ministro de Industria más proclive a sus argumentos, como podría ser cualquiera de los pupilos de Solbes y acaso hasta de Sebastián. Ahora, E.ON tiene un mosqueo tremendo con algunos despachos que podrían estar asesorando a Jorge Fabra, ponente de la CNE sobre su opa, presuntamente vinculados a la oferta de Gas Natural, y es más que probable que la alemana empiece a pensar que en estos momentos es mejor no tener prisa y aguardar a que la pieza se ponga a tiro cuando la escopeta esté cargada.
Mientras tanto, como se esperaba, el Supremo ha rechazado el recurso de súplica de Gas Natural, Iberdrola y la Abogacía del Estado sobre las medidas cautelares que han parado la opa de la gasista sobre Endesa y, de paso, también la de E.ON. No obstante, como ya hemos contado en ABC, la decisión del Alto Tribunal abre la espita para un recurso al Constitucional, donde dado el equilibrio de magistrados, el Gobierno suele ser más infalible en sus tesis, a diferencia del Supremo, que es otra cosa.
Wulf Bernotat tiene previsto hoy en Madrid un desayuno con la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), que se interpreta como un cierre del curso antes de las vacaciones que pasará en su casa de Mallorca, y en el que previsiblemente mantendrá su mensaje de «vamos a por todo». En septiembre ya veremos...
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