ARGENTINA: ¿Adiós Repsol?

Hacia el 22 de mayo iniciamos una campaña de consulta popular por la recuperación de los hidrocarburos", anunció el cineasta Pino Solanas, presidente de la Fundación MO.RE.NO (Movimiento de Recuperación de Energía Nacional Orientadora). Lo hizo en el acto de conmemoración por el IV aniversario de la entidad, el lunes 17 de abril de 2006, en la sede del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires. Sostuvo que sin información y "participación ciudadana para recuperar nuestros recursos, la batalla es imposible". En su opinión, para tener éxito en esta campaña "se debe crear conciencia de riqueza, conocer el potencial de, entre otros, la renta petrolera. La ciudadanía debe hacerse cargo de estos temas como si se tratara del control del consorcio, hay que participar".
También expusieron otros conceptos los señores Felix Herrero y Gustavo Calleja, ambos vicepresidentes de la fundación. A la par de la conmemoración por el aniversario de la asociación, se rindió homenaje a la trayectoria y presencia del Dr. Salvador María Lozada, autor del libro "El desguace del estado Nacional", y al Ing. Angel Cadelli, vicepresidente del Astillero Río Santiago, por su lucha en la defensa de la industria naval nacional.

>>> Algunas definiciones.
Herrero sostuvo que la recuperación de las rentas energéticas es la recuperación de la soberanía. Apuntó que la globalización es una situación extraña e interesante, y que el neoliberalismo, que se impuso con fuerza en la región latinoamericana a partir de la década del ´90, hoy despierta rechazos en diversos foros mundiales. Otros países de esta región, como Venezuela y Ecuador disponen ya de un alto control sobre sus rentas de hidrocarburos, y el actual gobierno de Bolivia esta avanzando en ese sentido. Pero el Consenso de Washington -que posibilitó la implantación del neoliberalismo en la última década del siglo pasado- aún tiene vigencia, y como consecuencia de ello el estado argentino se encuentra "sin capacidad de invertir en recursos y productos". Para ejemplificar, explicó que los argentinos compramos nuestro propio petróleo a precios internacionales.
Gustavo Calleja inició su intervención apuntando lo que consideró una realidad que no debe olvidarse: la defensa del estado nacional, de la soberanía, sufrió una derrota cultural en los últimos años. Gracias a ello, nuestro Congreso debate el presupuesto 2006 en el que se observa que caso un tercio del mismo será utilizado para cumplir con compromisos internacionales. Denunció que es tan desastrosa nuestra realidad que el gas está manejado por un oligopolio de siete empresas, dos de las cuales manejan el 60% del negocio.
Vaticinó que esta realidad abrirá un panorama de crisis en el sector PYMES, y también crisis en el abastecimiento de GNC. En poco tiempo, si las empresas que se benefician en la gestión de nuestros hidrocarburos continúan con este manejo, Argentina deberá importar gas y petróleo. En el sentido de debilidad cultural de soberanía, que caracteriza tanto a la ciudadanía como al estado, también afirmó: "Los que hoy quieren la desregulación del petróleo buscan conseguir que se homologue con el régimen minero vigente, y así quedarse con todo". Es decir, calcar el modelo de producción minera en donde la actividad esta desgravada de varios impuestos, y donde la renta obtenida es muy alta, y bajo el beneficio para el país. "No se cumple la Constitución. Se deben recuperar los bienes que nos fueron robados", exhortó.
Pino Solanas compartió el diagnóstico de derrota cultural esbozado por Calleja. Agregó también que hay mucha desinformación, junto con una nula formación de "defensores de consorcio de copropietarios, que es todo país. Nadie conoce el potencial de Argentina. Quien no conoce lo que tiene, mal puede defenderlo". Siguiendo el razonamiento, sostuvo: "Energía = derechos humanos. Es un bien social no negociable, sirve para proyecto nacional estratégico, por eso hay que recuperarla".
Por otra parte, denunció que el actual gobierno "subsidia a las mafias financieras, y no investiga los saqueos de bienes públicos. No hay política de reconstrucción industrial. En el 2005 casi el 60% de los subsidios fueron a las 10 primeras empresas del país (Repsol, Techint, Aceitera Deheza). Hay serias denuncias desde la Auditoria General de la Nación acerca de incumplimientos de convenios por parte de Techint.. Este gobierno trabaja para aumentar los beneficios de los mismos sectores que apoyaban al menemismo". A modo de ejemplo, señaló que en cuanto a la redistribución de la riqueza, sólo el 25% del PBI es para los trabajadores.-

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