Los motores diésel del futuro introducirán sistemas de combustión a bajas temperaturas para reducir las emisiones de gases contaminantes. Ésta es una de las conclusiones de la reunión que desde ayer mantienen en Baiona la industria mundial del automóvil y las grandes petroleras.
Directivos e ingenieros de medio centenar de multinacionales -PSA, Renault, Volvo, Hyundai, Ford, Iveco, ExxonMobil, Chevron Texaco, BP y Shell- han constituido un grupo de trabajo que pretende reducir los NOx (óxidos de nitrógeno), que salen de los tubos de escape de los motores diésel. Este consorcio recibe el nombre de Clean Diesel, y es la respuesta de la industria a las nuevas normas medioambientales fijadas por Estados Unidos y Europa para 2010.
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