MEXICO: Kessel y la autonomía de gestión en la SECRETARIA DE ENERGÍA

Lo que hay detrás: más allá de buscar la privatización de las paraestatales Pemex y la CFE, con la llegada de la próxima titular de la Secretaría de Energía (Sener), Georgina Kessel, el gobierno federal pretende empujar fuertemente algunas acciones alternativas que conlleven a otorgar una autonomía de gestión y financiera de estos organismos, a fin de garantizar su operación y rentabilidad.

Mucho se ha criticado la llegada a la Secretaría de Energía de Kessel, pero quienes no están de acuerdo con la designación presidencial desconocen lo que pretende concretar en el corto y mediano plazo al frente de la dependencia.

Un estudio del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), elaborado por Kessel y por el investigador Alejandro Castañeda, muestra algunas de estas líneas de acción que emprenderá la nueva titular de Sener. Plantea que para lograr la autonomía de gestión de las paraestatales se buscará trabajar en tres ejes fundamentales: el primer eje busca conformar una estructura de gobierno corporativo capaz de hacer eficientes a estas empresas; segundo, lograr reducir la deuda gubernamental precisamente a través de la implementación de una mayor autonomía; y tercero, pretende modificar la estructura de mercado de bienes y factores que enfrentan Pemex y la CFE y su impacto sobre la apropiación de rentas.

Kessel argumenta que al lograr la autonomía de gestión de estas paraestatales se contribuiría a eliminar el control presupuestario que restringe las opciones de inversión productiva, a agilizar su operación que se ve entorpecida por una excesiva tramitología para ejercer su presupuesto, y a reducir los costos administrativos en que incurren ambas empresas, lo que inhibe a su vez la toma de decisiones.

Destaca que tanto Pemex como la CFE generan recursos propios mediante la venta de bienes y servicios, por lo tanto tienen una naturaleza distinta de los ingresos tributarios, por lo que éstos deberían sólo ser destinados para su operación y no formar parte de los ingresos empleados por el erario para otras políticas públicas.

Afirma que este control que mantiene el Estado en las paraestatales provoca su debilitamiento, ya que están imposibilitadas de reinvertir para contar con infraestructura y una operación más eficiente.

"De esta forma -establece- la total autonomía de gestión de Pemex y la CFE se traduciría en mayores niveles de productividad", sostiene.

Concluye que hasta ahora la Secretaría de Hacienda ha fungido como un controlador que regula las actividades de precios y de inversión de las paraestatales. Sin embargo, esas restricciones afectan su funcionamiento eficiente, por lo que es deseable que se elimine dicho control, pero a cambio haya una vigilancia estricta de las empresas.

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