La necesidad de mayores inversiones e integración en materia energética en América latina será en los próximos años el eje de las relaciones entre la región y Europa, que busca asegurarse el suministro en los países latinoamericanos, según coincidieron funcionarios y representantes de ambos bloques.
El refuerzo de las relaciones birregionales que lleven a una asociación estratégica "necesita de cada vez mayor inversión de la Unión Europea en América latina", donde pese a los capitales ya invertidos "aún hoy hay enorme potencial" en varias áreas, entre ellas en energía, según resaltó el secretario adjunto de la Cepal, Ernesto Ottone, durante un seminario que se realizó esta semana en la capital chilena.
La cuestión energética fue uno de los temas principales del encuentro que reunió durante dos días a autoridades del Mercosur, la Comunidad Andina de Naciones (CAN), la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca), la Cepal, la Comisión Europea y los gobiernos de Austria, Finlandia y Alemania para debatir sobre las relaciones eurolatinoamericanas.
El encuentro fue organizado por el Centro Latinoamericano para las Relaciones con Europa (Celare) y la Fundación Konrad Adenauer.
"El consumo energético europeo depende en 50 por ciento del gas y el petróleo importados, dependencia que llegará a 70 por ciento en 2030 y aumentará la vulnerabilidad de la Unión Europea; somos importadores netos y ése es nuestro talón de Aquiles", por ello "la seguridad de suministro es un tema crucial en Europa", advirtió la representante del gobierno austríaco, Claudia Geier.
En cambio, resaltó que América latina, en conjunto, es exportador neto y "tiene la ventaja de que dispone de energía primaria y de diversidad de fuentes".
Sin embargo, aclaró que la región posee una "distribución desigual de recursos", proyectos como el del gasoducto sudamericano "plagados de dudas económicas y de incertidumbre política", y "la necesidad de aumentar inversiones" si su economía continúa en expansión.
"La energía nos toca a todos, tanto en América latina como en Europa", insistió el embajador de Finlandia en Chile y Ecuador, Iivo Salmi, por lo que el gobierno del país nórdico auspiciará la próxima semana en Panamá un encuentro de 150 expertos sobre fuentes renovables.
La importancia de la energía para las relaciones birregionales fue relevada en la declaración final de la cumbre América latina-Caribe-Unión Europea de mayo pasado, en Viena, donde "se hizo un reconocimiento expreso de los proyectos y las posibilidades de inversión".
Así lo destacó el jefe de la delegación de la Comisión Europea en Chile, Wolfgang Plasa, quien abogó por la "necesidad de un política integrada" en materia energética.
Los representantes latinoamericanos en el seminario, en cambio, insistieron en la falta de inversiones y las dificultades para lograr la integración energética a partir de una región con profundos desequilibrios.
El debate tuvo su punto de mayor controversia luego de que Plasa asegurara que el interés directo de Europa con respecto a los acuerdos de asociación bierregionales era el acceso a los mercados, mientras la integración y la cohesión social en América latina constituían un "interés indirecto".
"Es un error de enfoque privilegiar el tema comercial, sería como pedir a la Unión Europea que se quede en la etapa de la Comunidad Económica del Acero y el Carbón", contestó el secretario general de la Aladi, Didier Opertti.
Opertti resaltó que "la integración y la cohesión social determinan la calidad del interlocutor", y rechazó que "se mire la relación entre Europa y América latina desde la sola perspectiva de los acuerdos birregionales".
Asimismo puso a la energía como "el tema central para el desarrollo pero también para el equilibrio" en la región, por lo que abogó por eliminar los "conceptos chauvinistas" sobre los recursos como gas, petróleo y agua.
Al respecto, sostuvo que la integración energética "es vista en muchos casos como un tema de mercado, en otros se sujeta a los acuerdos bilaterales y para otros pertenece a la región en su conjunto", por lo que resaltó la falta de organismos capacitados para que establezcan reglas que tiendan a un enfoque multilateral de la cuestión.
En este sentido, el diputado nacional justicialista por Santa Fe Jorge Giorgetti reseñó un proyecto de su autoría para la creación de un banco energético regional, "fundamental para que la región tenga una política integrada de relación energética que mejore el consumo y la producción sustentable".
Por último, el director ejecutivo del Celare propuso reorientar los fondos que la Unión Europea destina en América latina para cooperación hacia el "desarrollo institucional, la integración física, que incluye transporte, energía y comunicaciones y el capital humano".
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