UE: El dilema de Kroes

by Manuel Moreno Capa (Mi Cartera de Inversion)

No es un problema matemático que pasará a la historia por su casi imposible resolución. Pero ilustra el problema de definición en una parte sustancial de la política europea: la defensa de la libre competencia.

Neelie Kroes, comisaria europea de la Competencia, está empeñada en que E.On se quede con Endesa y en que el Gobierno español retire sus condiciones, entre ellas, la venta de algunos activos, para que la tarta energética quede más repartida y no en manos de un gigante cuasimonopolístico hispano-germano. De hecho, la otra OPA, la de Gas Natural, con luz verde del ejecutivo español, pretendía en realidad generar no un campeón nacional, sino al menos dos, con peso suficiente para competir también, cualquiera de los dos, en un más abierto escenario comunitario e internacional. Pero Kroes -las malas lenguas dicen que obedeciendo a "la voz de su amo"... germano, por supuesto- no quiere que el expansionismo de E.On (investigado ya hace tiempo por prácticas anticompetencia en su propio mercado) choque con las resistencias de un gobierno. Sin embargo, 'Financial Times' nos descubre ahora un dilema: dieciséis meses de investigación (la celeridad habitual en la burocracia europea) han "descubierto" (¡dieciséis meses para comprobar lo obvio!) que algunos gigantes energéticos europeos -como la italiana Enel, la francesa Gaz de France o, qué casualidad, las germanas E.On y RWE- incurren en prácticas monopolísticas y contra la libre competencia.

El 10 de enero, Kroes tiene que hacer público su dictamen, sus propuestas para resolver este problema. Y entre ellas estará, seguro, la venta de activos, para que las tartas energéticas (tanto nacionales como comunitarias) estén más repartidas y de verdad exista una libre competencia que beneficie al consumidor.

¿Insistirá Kroes, después del 10 de enero, en que E.On debe entrar en el mercado español por la puerta grande y sin condición alguna, sin que el grupo resultante de su fusión con Endesa tenga que desprenderse de importantes activos, como pretende el Gobierno español? ¿O caerá en la contradicción de, después de descubrir que los macromonopolios no son buenos para la libre competencia (¡qué listos se han vuelto de pronto en Bruselas!), insistir en que E.On sea un gigante europeo, español y latinoamericano sin casi nadie capaz de hacerle sombra?

He aquí el dilema de Kroes, con la dificultad añadida de que quien le da nombre no parece precisamente la persona más adecuada para resolverlo. Seguramente porque lo plantea sólo en alemán. Y en Europa hay muchas más lenguas.
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