Con la firma a principios de 2007 de 16 acuerdos de cooperación, las relaciones entre Cuba y Venezuela alcanzaron nuevas cotas que las acercan más al concepto de alianza estratégica.
Los convenios suscritos en Caracas abarcan petróleo, siderurgia, agricultura, turismo, telecomunicaciones, entre otros, y son considerados una plataforma práctica de la proyección de complementación y cooperación en lugar de competencia.
Estamos dando un paso gigantesco en el proceso de unión entre los pueblos de Venezuela y de Cuba, afirmó en el Palacio Presidencial de Miraflores, poco después de la firma de los documentos el canciller venezolano, Nicolás Maduro.
Según su criterio, con ese paso se fortalece la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), una propuesta de integración regional que pretende ir más allá de lo estrictamente económico al colocar al hombre en el centro de sus objetivos.
En alusión a planes como Barrio Adentro, que con participación de médicos cubanos atiende gratuitamente a más de 15 millones de venezolanos, Maduro aseguró que el ALBA "puede decir hoy cuántos miles de hombres y mujeres ha salvado".
Cincuenta millones de consultas gratuitas y 40 mil vidas salvadas constituyen una de las expresiones más significativas del contenido social de la colaboración bilateral que muestra una expansión considerable en una amplia gama de áreas.
A raíz de la firma de los 16 convenios, el vicepresidente cubano Carlos Lage recordó que de 2001 a 2006 el convenio integral de cooperación bilateral pasó de 36 millones 600 mil dólares a 840 millones y el próximo será todavía superior.
En cuanto al intercambio comercial, el vicepresidente cubano apuntó que en 2001 alcanzó 460 millones de dólares y al concluir 2006 es de dos mil 640 millones de dólares, seis veces más.
Los documentos abren la posibilidad de construir 12 nuevas empresas mixtas en diversos rubros que se suman a nueve en funcionamiento.
Sin embargo, pese a la importancia para las relaciones bilaterales, los convenios tienen, en opinión de autoridades cubanas y venezolanas, un peso más importante al marcar el rumbo del ALBA y los nuevos conceptos de cooperación.
En opinión de Maduro, los acuerdos profundizan la construcción de una Alternativa Bolivariana para los pueblos americanos y de "un nuevo modelo político social-humano de unión y de integración de los pueblos".
Los proyectos abarcan la constitución de empresas mixtas para la modernización y construcción de puertos y otra para la construcción de embarcaciones.
En el terreno financiero se abrió la posibilidad de crear en Venezuela o en Cuba una entidad especializada en créditos marítimos y otra para el trabajo en el sector ferroviario.
Otras empresas mixtas abarcan la esfera de seguros, la construcción y uso de instalaciones turísticas en tres cayos en Cuba y otra para el desarrollo turístico en Isla La Tortuga, Venezuela.
Los ministerios de turismo acordaron asimismo un programa de incentivos turísticos, mientras en la agricultura se evalúa la creación de una empresa mixta para la producción conjunta y exportación de arroz.
Asimismo se busca la constitución de una empresa de acero inoxidable y otro para ferroníquel.
Se incluye también un estudio de factibilidad para una planta eléctrica en Cuba y convenios con la empresa Cuba Petróleo (CUPET) para investigaciones conjuntas en la zona económica exclusiva del Golfo de México y otras áreas de la isla.
CUPET también colaborará con Petróleos de Venezuela (PDVSA) en la cuantificación y certificación de los yacimientos de la Faja Petrolífera del Orinoco, en el país sudamericano.
Igualmente CVG Telecom de Venezuela y la Empresa de Transportación de Señales cubana acordaron establecer un sistema internacional de telecomunicaciones el cual incluye la instalación de un cable submarino de fibra óptica.
En opinión del presidente Hugo Chávez, para quien se trata de empresas mixtas de importancia estratégica, se debe apartar la idea de buscar beneficios para cualquiera de las dos comunidades. Son las bases de una misma patria, opinó.
Según su criterio, es de importancia estratégica para la independencia, soberanía y desarrollo, el convenio firmado para construir un cable submarino entre Venezuela y Cuba, con ramificaciones hacia otros países del Caribe, Centro y Sudamérica.
Habrá que ver -agregó- la importancia de una empresa mixta para explotar en Cuba las grandes reservas de ferroníquel y combinarlas con el hierro y acero venezolanos para producir acero inoxidable para los dos mercados y ayudar a otros pueblos.
Igualmente resaltó, entre otras, las perspectivas de las empresas de arroz, inicio para incluir otros rubros y asegurar la soberanía alimentaria, la complementación de los potenciales turísticos y los convenios petroleros.
En fin, expresó el presidente venezolano, son proyectos estructurantes, de un ALBA estructural: ya no solo es el intercambio comercial, es un ALBA que se profundiza.
Los convenios suscritos en Caracas abarcan petróleo, siderurgia, agricultura, turismo, telecomunicaciones, entre otros, y son considerados una plataforma práctica de la proyección de complementación y cooperación en lugar de competencia.
Estamos dando un paso gigantesco en el proceso de unión entre los pueblos de Venezuela y de Cuba, afirmó en el Palacio Presidencial de Miraflores, poco después de la firma de los documentos el canciller venezolano, Nicolás Maduro.
Según su criterio, con ese paso se fortalece la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), una propuesta de integración regional que pretende ir más allá de lo estrictamente económico al colocar al hombre en el centro de sus objetivos.
En alusión a planes como Barrio Adentro, que con participación de médicos cubanos atiende gratuitamente a más de 15 millones de venezolanos, Maduro aseguró que el ALBA "puede decir hoy cuántos miles de hombres y mujeres ha salvado".
Cincuenta millones de consultas gratuitas y 40 mil vidas salvadas constituyen una de las expresiones más significativas del contenido social de la colaboración bilateral que muestra una expansión considerable en una amplia gama de áreas.
A raíz de la firma de los 16 convenios, el vicepresidente cubano Carlos Lage recordó que de 2001 a 2006 el convenio integral de cooperación bilateral pasó de 36 millones 600 mil dólares a 840 millones y el próximo será todavía superior.
En cuanto al intercambio comercial, el vicepresidente cubano apuntó que en 2001 alcanzó 460 millones de dólares y al concluir 2006 es de dos mil 640 millones de dólares, seis veces más.
Los documentos abren la posibilidad de construir 12 nuevas empresas mixtas en diversos rubros que se suman a nueve en funcionamiento.
Sin embargo, pese a la importancia para las relaciones bilaterales, los convenios tienen, en opinión de autoridades cubanas y venezolanas, un peso más importante al marcar el rumbo del ALBA y los nuevos conceptos de cooperación.
En opinión de Maduro, los acuerdos profundizan la construcción de una Alternativa Bolivariana para los pueblos americanos y de "un nuevo modelo político social-humano de unión y de integración de los pueblos".
Los proyectos abarcan la constitución de empresas mixtas para la modernización y construcción de puertos y otra para la construcción de embarcaciones.
En el terreno financiero se abrió la posibilidad de crear en Venezuela o en Cuba una entidad especializada en créditos marítimos y otra para el trabajo en el sector ferroviario.
Otras empresas mixtas abarcan la esfera de seguros, la construcción y uso de instalaciones turísticas en tres cayos en Cuba y otra para el desarrollo turístico en Isla La Tortuga, Venezuela.
Los ministerios de turismo acordaron asimismo un programa de incentivos turísticos, mientras en la agricultura se evalúa la creación de una empresa mixta para la producción conjunta y exportación de arroz.
Asimismo se busca la constitución de una empresa de acero inoxidable y otro para ferroníquel.
Se incluye también un estudio de factibilidad para una planta eléctrica en Cuba y convenios con la empresa Cuba Petróleo (CUPET) para investigaciones conjuntas en la zona económica exclusiva del Golfo de México y otras áreas de la isla.
CUPET también colaborará con Petróleos de Venezuela (PDVSA) en la cuantificación y certificación de los yacimientos de la Faja Petrolífera del Orinoco, en el país sudamericano.
Igualmente CVG Telecom de Venezuela y la Empresa de Transportación de Señales cubana acordaron establecer un sistema internacional de telecomunicaciones el cual incluye la instalación de un cable submarino de fibra óptica.
En opinión del presidente Hugo Chávez, para quien se trata de empresas mixtas de importancia estratégica, se debe apartar la idea de buscar beneficios para cualquiera de las dos comunidades. Son las bases de una misma patria, opinó.
Según su criterio, es de importancia estratégica para la independencia, soberanía y desarrollo, el convenio firmado para construir un cable submarino entre Venezuela y Cuba, con ramificaciones hacia otros países del Caribe, Centro y Sudamérica.
Habrá que ver -agregó- la importancia de una empresa mixta para explotar en Cuba las grandes reservas de ferroníquel y combinarlas con el hierro y acero venezolanos para producir acero inoxidable para los dos mercados y ayudar a otros pueblos.
Igualmente resaltó, entre otras, las perspectivas de las empresas de arroz, inicio para incluir otros rubros y asegurar la soberanía alimentaria, la complementación de los potenciales turísticos y los convenios petroleros.
En fin, expresó el presidente venezolano, son proyectos estructurantes, de un ALBA estructural: ya no solo es el intercambio comercial, es un ALBA que se profundiza.
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