Funcionarios iraquíes dicen que un proyecto de ley sobre petróleo altamente controversial no favorecerá a los estadounidenses sino que reconocerá que a las compañías extranjeras se les permitirá llevar sus ganancias fuera del país, un incentivo que espera atraer la inversión extranjera.
El ministro de hidrocarburos ha estado batallando durante nueve meses para llegar a una solución negociada sobre una anteproyecto de ley para gobernar el sector clave de la economía iraquí y allanar el camino para la inversión y para revitalizar la devastada infraestructura. Pero la medida enfrenta fuertes objeciones de parte de los curdos y temores sobre la influencia de Estados Unidos en el sector.
Informes publicados en Medio Oriente dijeron que la propuesta prevé los llamados acuerdos de reparto de productos que daría a las firmas internacionales de petróleo el 70% de los ingresos de petróleo para recuperar sus inversión inicial y subsiguientemente permitirles un 20% de las ganancias sin ningún gravamen o restricciones sobre la transferencia de fondos al extranjero.
"Sin una victoria militar decisiva, la ocupación de Estados Unidos en Irak parece estar a punto de tomar su premio petrolero al establecer un nuevo acuerdo para un reparto", según informó el sábado el Yemen Observer, diario publicado en inglés, repitiendo una fuerte crítica en torno a que el alegato encabezada por Estados Unidos tenía como fin en parte capturar el petróleo iraquí.
Funcionarios iraquíes negaron que la ley propuesta favorecería a los estadounidenses pero enfatizaron que establecería condiciones para atraer fondos internacionales y conocimiento mientras que la industria enfrenta una insurgencia descontrolada además de que ésta ya tenía trabas antes de la guerra debido a las estrictas medidas impuestas por la ONU después de la invasión por órdenes de Saddam Hussein a Kuwait en 1990.
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