Después de cumplir en el 2006 con sus planes de extracción de petróleo, los cubanos prosiguen las faenas en tres decenas de pozos operados por la empresa nacional CUPET y por asociaciones establecidas entre la isla y empresas extranjeras.
Ocurre que el petróleo extraído del subsuelo o las profundidades marítimas también juega su papel en la economía cubana, aunque el país insiste en otorgar prioridad al uso racional de los combustibles y al ahorro de electricidad.
La empresa CUPET, Cubapetróleo, ya tiene convenios con firmas de China, España, Venezuela, India, Noruega y Canadá para impulsar la extracción del llamado oro negro y de gas.
La producción de tres millones 900 000 toneladas de petróleo y gas el año pasado representa casi siete veces lo obtenido en 1990, implica la mitad de las necesidades de la isla y ahorra 260 millones de dólares, porque esa cantidad del llamado oro negro no tiene que adquirirla a los altos precios de la actualidad.
Los trabajos de exploración y perforación continuarán en el año en curso en 30 pozos, seis de ellos a cargo de la empresa Cubapetróleo, con el complemento de que la entidad se apresta a perforar 12 nuevos pozos, empeño para el que se dispone ya de siete máquinas de moderna tecnología.
En mayo último, la compañía española Repsol-YPF anunció una asociación con Oil and Natural Gas Corporation, de la India, y Norsk Hydro ASA, de Noruega, para la exploración de seis áreas en aguas profundas abiertas por Cuba para la explotación en conjunto con asociaciones extranjeras.
Cuba concede especial importancia al sostenido crecimiento de la producción de petróleo y gas que se extraen desde tierra firme, con reservas probadas suficientes para las próximas décadas.
Esa producción se concentra en un área de la costa norte de las provincias de La Habana y Matanzas, en el occidente de la isla, aunque se esperan resultados estimulantes de las prospecciones en el área del Golfo de México.
Los expertos afirman que el Golfo de México posee significativas reservas de petróleo, de ahí que Cuba busque la asistencia foránea para la prospección y posible extracción en su zona económicamente exclusiva.
Se cuenta con el respaldo de capitales y tecnología para emprender una faena paciente, a riesgo, pero con probabilidades de éxito.
Se trata de trabajos que se emprenden en un área de 112 000 kilómetros cuadrados, dividida en 59 bloques para estructurar mucho mejor las operaciones, muy complejas dada las profundidades variables, entre 2 000 y 2l 500 metros.
Las faenas petroleras continuarán a la par de la revolución energética, un programa nacional que tiene como premisa tanto el ahorro de electricidad como de los combustibles para producirla, así como el empleo máximo de otras fuentes alternativas y renovables.
Se tiene en cuenta que los aportes de crudo nacional cubren la mitad de las necesidades domésticas, pero todavía una parte del resto, la que no está cubierta por los suministros venezolanos, debe adquirirse en los mercados internacionales, a precios muy altos.
radiohc.cu
Ocurre que el petróleo extraído del subsuelo o las profundidades marítimas también juega su papel en la economía cubana, aunque el país insiste en otorgar prioridad al uso racional de los combustibles y al ahorro de electricidad.
La empresa CUPET, Cubapetróleo, ya tiene convenios con firmas de China, España, Venezuela, India, Noruega y Canadá para impulsar la extracción del llamado oro negro y de gas.
La producción de tres millones 900 000 toneladas de petróleo y gas el año pasado representa casi siete veces lo obtenido en 1990, implica la mitad de las necesidades de la isla y ahorra 260 millones de dólares, porque esa cantidad del llamado oro negro no tiene que adquirirla a los altos precios de la actualidad.
Los trabajos de exploración y perforación continuarán en el año en curso en 30 pozos, seis de ellos a cargo de la empresa Cubapetróleo, con el complemento de que la entidad se apresta a perforar 12 nuevos pozos, empeño para el que se dispone ya de siete máquinas de moderna tecnología.
En mayo último, la compañía española Repsol-YPF anunció una asociación con Oil and Natural Gas Corporation, de la India, y Norsk Hydro ASA, de Noruega, para la exploración de seis áreas en aguas profundas abiertas por Cuba para la explotación en conjunto con asociaciones extranjeras.
Cuba concede especial importancia al sostenido crecimiento de la producción de petróleo y gas que se extraen desde tierra firme, con reservas probadas suficientes para las próximas décadas.
Esa producción se concentra en un área de la costa norte de las provincias de La Habana y Matanzas, en el occidente de la isla, aunque se esperan resultados estimulantes de las prospecciones en el área del Golfo de México.
Los expertos afirman que el Golfo de México posee significativas reservas de petróleo, de ahí que Cuba busque la asistencia foránea para la prospección y posible extracción en su zona económicamente exclusiva.
Se cuenta con el respaldo de capitales y tecnología para emprender una faena paciente, a riesgo, pero con probabilidades de éxito.
Se trata de trabajos que se emprenden en un área de 112 000 kilómetros cuadrados, dividida en 59 bloques para estructurar mucho mejor las operaciones, muy complejas dada las profundidades variables, entre 2 000 y 2l 500 metros.
Las faenas petroleras continuarán a la par de la revolución energética, un programa nacional que tiene como premisa tanto el ahorro de electricidad como de los combustibles para producirla, así como el empleo máximo de otras fuentes alternativas y renovables.
Se tiene en cuenta que los aportes de crudo nacional cubren la mitad de las necesidades domésticas, pero todavía una parte del resto, la que no está cubierta por los suministros venezolanos, debe adquirirse en los mercados internacionales, a precios muy altos.
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