Florentino Pérez cierra una operación amistosa con Galán, que presidirá el nuevo grupoEl presidente de ACS, Florentino Pérez, y el de Iberdrola, Ignacio S. Galán, establecieron ayer las bases para crear un nuevo gigante español de la energía con la fusión de la eléctrica con sede en Bilbao y Unión Fenosa.
Para cimentar la operación, la constructora dio ayer una orden a varios bróker de adquirir el 10% de Iberdrola a un precio por acción de 37 euros. De completarse la operación, la inversión de ACS alcanzaría los 3.355 millones de euros. A cierre de esta edición, sin embargo, la presidida por Florentino Pérez sólo había logrado en torno al 3%, pese a que su oferta supera en un 10% el precio del cierre.
Merril Lynch y Credit Suisse y el propio BBVA se encargaron de ejecutar el mandato.
Iberdrola no quiso hacer comentarios sobre esta operación y señaló que sólo se pronuncia sobre "hechos", no sobre especulaciones.
Galán, presidenteLos datos de la operación se conocerán hoy, aunque los plazos podrían variar en función del éxito de la compra de acciones.
Ambas compañías convocarán probablemente hoy sus consejos de administración para aprobar los planes que ya han sido esbozados entre los dos presidentes. Entre ellos, figura el nombre del número uno del nuevo gigante, que será el propio Galán.
La firma resultante se convertirá en la primera eléctrica española por capitalización bursátil, con un valor superior a los 42.000 millones de euros y uno beneficio neto anual superior a los 2.200 millones anuales.
Si ACS logra alcanzar el 10% de Iberdrola se convertirá en el primer accionista de la compañía, por delante de otros institucionales como BBK (7,5%) y BBVA (5,4%).
Como la constructora está constreñida por ley en Fenosa, le resulta más fácil incrementar su presencia accionarial en Iberdrola con el fin de tomar posiciones ante la creación del nuevo grupo.
Si se cumplen su planes, ACS se convertirá en el socio de referencia del gigante español con una participación que podría acercarse al 18%. BBVA y BBK quedarían en torno al 5% cada una. Un nutrido grupo de cajas también contarán con más del 5% en la nueva empresa.
Reunión en MoncloaFlorentino Pérez expuso al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, esta operación durante una entrevista que ambos mantuvieron en verano.Zapatero escuchó atentamente sus palabras, pero no hizo comentarios.
Pese al silencio administrativo, Pérez ha decidido seguir adelante con su proyecto espoleado por el movimiento de Acciona sobre Endesa y agarrado a la idea de que un nuevo campeón nacional será bienvenido por el Ejecutivo.
Antes de cantar victoria, unos y otros saben que deben pasar por el duro examen de la Comisión Nacional de Energía (CNE) y del Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC), dos organismos expertos en tumbar operaciones preparadas hasta la última coma.
La CNE será determinante en la fusión de las dos eléctricasLa Comisión Nacional de Energía (CNE) será de nuevo determinante en el caso de que Iberdrola y Unión Fenosa presenten su fusión. Ya lo avisó el presidente de la primera, Ignacio S. Galán, hace algunos días: si no cambian las leyes, una operación societaria entre compañías eléctricas españolas es “imposible”.
El presidente de Iberdrola instó al Gobierno a modificar el marco normativo para que se pudieran crear grandes empresas al estilo de la alemana E.On.
El hueso duro de roer en el expediente de una fusión como la que está en ciernes es la CNE, que ha abortado un rosario de concentraciones con la doctrina de que hay que proteger los negocios regulados.
Tumbó el intento de compra por parte de Unión Fenosa de Hidrocantábrico, marró la boda de Endesa e Iberdrola y echó abajo la OPA hostil de Gas Natural sobre Iberdrola.
Sin embargo, el viento político parece que sopla en otra dirección y la Comisión de Energía dio por buena el pasado otoño la operación de Gas Natural y Endesa. El regulador supeditó la fusión al cumplimiento de algunas condiciones, entre las que se encontraban la venta de activos, pero los analistas coincidieron en que las exigencias habían sido suaves.
Según los expertos, la fusión de Iberdrola y Fenosa tendría menos problemas de competencia que la de la gasista y la eléctrica, puesto que se integrarían dos grupos horizontales que coinciden sólo en algunos mercados concretos, como es el caso de Madrid.
El problema de este tipo de operaciones es que, como dijo Ignacio Galán, uno más uno no suma dos. Ambas deberán echar sus números para saber si los recortes de activos que deberán asumir se compensan con los beneficios y sinergias que le aporta una estructura empresarial única.
Para Iberdrola, que tenía previsto presentar el 4 de octubre su nuevo plan estratégico, la operación le aporta algo por lo que suspiraba: masa crítica para emprender proyectos más ambiciosos en todo el mundo, probablemente alguna compra sonada.
Además, Fenosa aportaría al nuevo grupo su negocio gasista, en el que Iberdrola no tiene presencia. Tener acceso directo a ese combustible es vital para rentabilizar las inversiones que las eléctricas están realizando en generación eléctrica con ciclo combinado.
Para Fenosa, que se había quedado en tierra de nadie por su pequeño tamaño dentro de la Unión Europea, el salto es cualitativo.
La fusión de Iberdrola y Fenosa daría luz a una compañía con un beneficio el año pasado de 2.205 millones, mientras que la cifra de negocios ascendería a 17. 836 millones de euros.
El grupo resultante de la fusión tendría una capacidad instalada de 37.743 megavatios (MW), frente a los 45.908 megavatios de la eléctrica presidida por Manuel Pizarro. El grupo fusionado contaría con unos 34.000 trabajadores.
Mercado de dosSi finalmente la nueva Iberdrola Fenosa sale adelante, el mapa eléctrico español quedará repartido entre dos. Endesa, bien en manos de los alemanes de E.On, bien en las de un grupo español comandado por Gas Natural, será el rival a batir.
La portuguesa EDP será el tercero en discordia, aunque sus poderes palidecen frente a los dos colosos con base en España.
Fuentes del sector señalan que no es descartable que la compañía lusa acabe en la órbita de la firma que están creado Florentino Pérez e Ignacio S. Galán.
No en vano, Iberdrola cuenta ya con el 9,5% de las acciones de EDP y siempre ha manifestado su interés en seguir progresando. La firma con sede en Lisboa señaló ayer que se propone "un crecimiento sostenible" en el mercado ibérico en su nuevo plan estratégico, en el que una de sus prioridades es "la expansión en el área de las energías renovables".
Acciona pretende llegar al 20% de Endesa como inversión a largo plazoAcciona aseguró ayer que cuenta con disponibilidad financiera suficiente como para comprar el 10% de Endesa y llegar próximamente al 20% del capital de la eléctrica. La constructora apuntó que esta operación es “autónoma” y “no puede ser considerada inamistosa por nadie” ya que, en su opinión, coincide tanto con el “interés social” de la “eléctrica” como con el del resto de sus “accionistas”.
Para reforzarse en la energética, Acciona ha contratado con el Santander, que financia la operación, una cobertura que le permite comprar de forma inmediata el 3,629% de Endesa protegido de la fluctuación de los títulos de la eléctrica. Ese porcentaje tiene un valor de 1.230 millones de euros si se adquiere a 32 euros, el precio al que Acciona ha irrumpido en la firma que preside Manuel Pizarro.
En cualquier caso, las nuevas compras se realizarán sólo después de que la Comisión Nacional de Energía (CNE) dé su preceptivo visto bueno a la operación. La autorización fue solicitada ayer y, según señaló la propia Acciona, puede tardar en resolverse cuatro semanas. Si la CNE tiene poderes para dirimir la cuestión se debe a las nuevas competencias que el Gobierno confirió al regulador eléctrico el pasado 24 de febrero, en el marco de la OPA de E.On sobre Endesa y para “subsanar las deficiencias” de la legislación que estaba vigente respecto a las operaciones de adquisición de empresas energéticas españolas.
Las acciones de Endesa, que estuvieron suspendidas de cotización hasta las 12,40 horas, regresaron al parqué a un precio de 31,9 euros, para cerrar después la sesión a 32,5 euros, con una subida respecto del cierre del lunes del 10,5%. Por su parte, Acciona experimentó una subida del 5%, hasta 117 euros por acción.
La constructora que preside José Manuel Entrecanales mantuvo ayer una calculada ambigüedad respecto de sus intenciones dentro de la eléctrica. Para empezar, dejó “constancia expresa” de que no asume un compromiso de comprar acciones en las mismas condiciones de precio y apuntó que decidirá los pasos que va a dar en esa dirección “libremente”, en función de las circunstancias que se presenten y “sin límite de plazo”.
La constructora aseguró, en una presentación a analistas, que su irrupción en la presidida por Pizarro representa una “apuesta por un proyecto empresarial a largo plazo”.
“Acciona no realiza la inversión con fines especulativos”, ratificó el director de Desarrollo Corporativo, Juan Muro-Lara, quien ratificó que la decisión se marca en su estrategia de “crecimiento en el sector eléctrico”.
Sin embargo, a renglón seguido el directivo señaló que la compañía madrileña se reserva la “autonomía” de decisión para, en un momento dado, liquidar sus acciones si el interés de sus accionistas lo aconseja. Es decir, que Acciona nada y guarda la ropa.
El escenario en el que trabajan los analistas es el siguiente. Con su sorprendente entrada, Acciona intenta bloquear las OPA de E.On y de Gas Natural sobre Endesa. La constructora quiere liderar la primera eléctrica española. Pero no tiene seguridad de poder frenar al gigante alemán, que ya ha dicho que no arroja la toalla.
Si finalmente Acciona no consigue su propósito inicial de frenar a ambas compañías, por lo menos su movimiento servirá para que E.On saque la chequera y suba la oferta. Los 25,4 euros por acción que ofrece ya estaban obsoletos antes de que llegara la constructora y ahora suponen el 25% menos que el precio al que cotiza en el mercado la eléctrica.
Los analistas consideran que el gigante teutón está en condiciones de incrementar sin grandes dificultades financieras su OPA hasta llegar, al menos, a los 35 euros. En el caso de que lo haga, la constructora madrileña podría decidir abandonar el capital de Endesa durante el periodo de aceptación de las OPA con plusvalías.
De esta forma, no se vería entrampada como un accionista minoritario de una eléctrica dominada por los alemanes.
La operación, como ayer reconoció la propia Acciona “no está exenta de los riesgos inherentes a toda inversión bursátil”.
No hubo concertación
Acciona quiso dejar claro ayer que ni hubo contacto ni concertación con el resto de las firmas implicadas en esta batalla, Gas Natural, Endesa y E.On.
Asimismo, señaló que confía en que su inversión pueda redundar en beneficio de otros socios estratégicos de Endesa que también posean participaciones. Incluso se mostró dispuesto a colaborar para gestionar el gigante español de la energía eléctrica.
El 80% se financia con un crédito del SantanderAcciona ha contado con la estrecha colaboración del Santander para entrar en Endesa. El banco que preside Emilio Botín es de nuevo protagonista —ahora secundario— de una gran operación corporativa en el sector energético, después de que hace un año vendiese su 22% de Fenosa a ACS por 2.200 millones de euros.
Para afrontar con garantías esta aventura, el Santander ha concedido un crédito puente a la constructora por valor de 2.700 millones de euros para financiar el 80% del desembolso inicial, que ha sido de 3.388 millones. El resto, 688 millones, son recursos propios que proceden de las plusvalías que la constructora cosechó cuando vendió su participación en Airtel a Vodafone. Acciona fue el último accionista español en salir de la operadora, en 2003, y ya entonces aseguró que reinvertiría las plusvalías en España, en servicios, energía o transporte.
Además, tal y como aparece en la presentación de la operación a analistas, el grupo ha comprometido 435 millones de euros como fondo de contingencia para garantizar la financiación a largo plazo de la operación.
Con la compra de la participación en Endesa, la deuda de la compañía alcanzará los 6.658 millones de euros en esta primera etapa, lo que multiplica por más de dos el endeudamiento neto de 3.270 millones que tenía al cierre del primer semestre. El coste de la deuda después de impuestos alcanzará el 3,15%.
Sin embargo, el impacto sobre las cuentas del grupo quedará neutralizado en la partida de activos, que aumentan en 3.388 millones de euros, hasta los 16.419 millones.
Comprar otra décima parte de Endesa a 32 euros de media cuesta otros 3.388 millones, de manera que el montante total de esta operación se situaría en 6.776 millones, una cifra ligeramente inferior al valor en bolsa de la propia Acciona. La constructora también aseguró ayer que ya tiene garantizada la financiación necesaria para desembolsar esa suma. Los créditos puente del Santander se convertirán a medio plazo en un crédito sindicado que estará liderado por la entidad que preside Emilio Botín.
Bruselas exige a España que retire las condiciones a E.OnLa decisión tomada ayer por el ejecutivo comunitario en el caso E.On-Endesa no ha sorprendido. Desde antes del verano la comisaria de Competencia de la UE, Neelie Kroes, había hecho —metafóricamente— multitud de señales de humo para avisar de que algo iba mal con las 19 condiciones que la Comisión Nacional de la Energía (CNE) impuso a la OPA de la germana E.On sobre Endesa. Todo fue (casi) en vano. Los retoques de maquillaje dados a las medidas del regulador español no han pasado el selectivo escáner de la holandesa.
El dictamen emitido ayer desde Estrasburgo, coincidiendo con la sesión de la Eurocámara, exige que se retiren de forma inmediata las condiciones impuestas por la CNE en julio pasado para dar su plácet a la OPA. Kroes cree que éstas son ilegales porque infringen el artículo 21 del Reglamento de concentraciones de la UE, dado que —asegura— no respetan los principios de libre circulación de capitales y derecho de establecimiento.
El Ejecutivo de Bruselas señala también que la decisión, que obligaba a E.On a prescindir de importantes activos de Endesa (cerca de un tercio de su capacidad eléctrica), se tomó sin informar previamente a las autoridades europeas.
Al margen de la nueva escena creada tras la entrada de Acciona en la puja por la eléctrica española, Kroes considera que las condiciones de la CNE violan la legislación comunitaria y por ello ha pedido una modificación a fondo.
Ultimátum de dos meses"La Comisión va a preservar su derecho de aplicar las normas comunitarias sobre control de las concentraciones en beneficio del mercado interior ", declaró Kroes. Pero ahí no queda todo. En el proceso de infracción que Bruselas tiene abierto contra España por la —repentina— ampliación de competencias al organismo regulador (como resorte sacado de la chistera para dificultar la OPA de la germana), el Ejecutivo comunitario le ha puesto un ultimátum para modificar su decisión.
El comisario de Mercado Interior, Charlie McCreevy, ha enviado un “dictamen motivado”, segundo estadio del procedimiento de infracción. La Comisión quiere que España explique —en el plazo de dos meses— la compatibilidad de su decisión de cambiar las “reglas de juego” de la CNE con la normativa comunitaria. Si McCreevy no recibe satisfacción en 60 días, podría recurrir al Tribunal de Justicia de la UE.
El nuevo ministro de Industria, Joan Clos, tendrá que acatar una decisión comunitaria que es jurídicamente vinculante. E.On podría invocarla ante un tribunal nacional o ante una autoridad pública en España.
La alemana se declara satisfecha con la resolución de la ComisiónEl Gobierno español anuncia que “tendrá en cuenta” este rechazo y que lo “estudiará”, al tiempo que apuesta por llegar a una solución dialogada. El gigante energético alemán E.On expresó ayer a través de un comunicado de prensa su satisfacción ante el rechazo oficial de la CE a las condiciones impuestas por la Comisión Nacional de la Energía (CNE) a la OPA lanzada por la compañía germana sobre la española Endesa.
“La decisión de la CE confirma nuestra opinión de que las condiciones impuestas por la CNE no están justificadas”, fueron las palabras de Wulf Bernotat, presidente de E.On.
“Igualmente, refuerza nuestro compromiso de avanzar con la compra de Endesa. Seguimos convencidos de poder llevar esta operación a buen puerto”, añadió el responsable del grupo energético alemán para dejar claro que continúan empeñados en hacerse con el control de la compañía presidida por Manuel Pizarro.
Los dirigentes de E.On aprovecharon asimismo el documento para hacer hincapié en que la pelota está ahora en el tejado de la Administración española.
“E.On presupone que, ahora, el Ministerio de Industria español resolverá rápidamente su recurso contra las condiciones de la Comisión Nacional de la Energía y respetará la postura legal de la Comisión”, explicaba la alemana al final del primer párrafo.
El Gobierno pide diálogoDe momento, el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio se ha limitado a indicar que estudiará la resolución dictada y que tiene la intención de mantener un “diálogo permanente” con las autoridades comunitarias “para sacar este tema adelante”.
El gabinete concretará los eventuales cambios en las 19 condiciones cuando se hayan resuelto los recursos de alzada presentados por E.On, Endesa, Gas Natural, Iberdrola y una asociación de accionistas minoritarios. En principio, tiene hasta noviembre para darles carpetazo, aunque intentará hacerlo a finales de este mes o a principios de octubre.
Tomando distancia de la estrategia inflexible que había adoptado su predecesor en el cargo, José Montilla, el actual ministro de Industria, Joan Clos ya aseguró el pasado lunes en Bruselas que acataría la decisión que tomase la Comisión porque –dijo- “sería del género no inteligente” no hacerlo.
Por su parte, el vicepresidente segundo del Gobierno y titular de Economía, Pedro Solbes, ha venido a reforzar esta idea al decir que el Ejecutivo —y, concretamente, Joan Clos— deberá “tomar en consideración, en su decisión final”, el hecho de que Bruselas haya considerado ilegales las condiciones de la CNE y que haya solicitado su retirada inmediata.
Abordado en el pasillo del Congreso, Solbes apuntó que este asunto “va en la línea de lo que ya había mandado anteriormente” Bruselas y recordó que, en la anterior respuesta del Gobierno de Zapatero a la CE, éste puso ya de relieve “algunos puntos en los que podía estar más próximo y otros donde estaba más distante”.
“Dijimos entonces y diremos ahora que lógicamente, en la decisión final” que le corresponderá al ministro de Industria, Joan Clos, la posición de Bruselas “será un elemento a tomar en consideración”, concluyó el responsable de Economía y Hacienda.