Irak tiene la intención de incrementar su producción de petróleo a tres millones de barriles diarios (mbd) hacia finales de 2006 y a 4,5 mbd en 2010, declaró el miércoles su ministro de Petróleo, Hussein al-Chahristani.
En octubre la producción aumentó hasta 2,3 mbd, con una estimación de las exportaciones que oscila entre 1,6 y 1,7 mbd, pese a los frecuentes ataques rebeldes y a los sabotajes de las instalaciones petroleras, explicó el ministro durante una conferencia de prensa en Bagdad, informó AFP.
Chahristani, cuyo país posee las segundas reservas de crudo del mundo, se declaró optimista con respecto a una reactivación del sector petrolero nacional gracias a inversiones extranjeras.
Japón anunció recientemente el desembolso de un préstamo equivalente a unos 14 millones de euros para la modernización y ampliación de una refinería en Basora, en el sur de Irak.
Por su parte la compañía China National Petroleum Corporation (CNPC) se ha comprometido a explotar el campo de Al Ahdab, en el sur de Irak.
Desde el derrocamiento del dictador Saddam Hussein hace más de tres años, las autoridades iraquíes intentan reactivar el sector petrolero, sometido a incesantes ataques, a problemas de corrupción, así como a la insuficiente explotación de sus capacidades.
Source: El Universal
En octubre la producción aumentó hasta 2,3 mbd, con una estimación de las exportaciones que oscila entre 1,6 y 1,7 mbd, pese a los frecuentes ataques rebeldes y a los sabotajes de las instalaciones petroleras, explicó el ministro durante una conferencia de prensa en Bagdad, informó AFP.
Chahristani, cuyo país posee las segundas reservas de crudo del mundo, se declaró optimista con respecto a una reactivación del sector petrolero nacional gracias a inversiones extranjeras.
Japón anunció recientemente el desembolso de un préstamo equivalente a unos 14 millones de euros para la modernización y ampliación de una refinería en Basora, en el sur de Irak.
Por su parte la compañía China National Petroleum Corporation (CNPC) se ha comprometido a explotar el campo de Al Ahdab, en el sur de Irak.
Desde el derrocamiento del dictador Saddam Hussein hace más de tres años, las autoridades iraquíes intentan reactivar el sector petrolero, sometido a incesantes ataques, a problemas de corrupción, así como a la insuficiente explotación de sus capacidades.
Source: El Universal
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