El presidente de Bolivia, Evo Morales, se reunirá con ejecutivos de la petrolera Shell durante su estancia en Holanda, para negociar la compra de una parte de las acciones de esa firma en la transportadora boliviana de hidrocarburos Transredes.
La cita entre el mandatario boliviano y el presidente ejecutivo de la multinacional, Jeroen Van der Veer, tendrá lugar el próximo lunes, según anunció hoy por el ministro boliviano de Hidrocarburos, Carlos Villegas, minutos antes de emprender viaje a Holanda junto a Morales para una visita de dos días.
A través de TR Holdings, la multinacional Shell Gas y la británica Ashmore poseen a partes iguales el 50 por ciento de Transredes, operadora de la red de gasoductos boliviana, en la que la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) controla el 33,57 por ciento y privados el 16,43 por ciento restante.
El gobierno boliviano busca adquirir las acciones suficientes para que YPFB tenga el 51 por ciento del total, quizá a cambio de la entrega de gas natural para pagarlas, según han dicho las autoridades.
La negociación que pretende Morales es consecuencia de su decisión de que YPFB ejerza efectivamente el monopolio en la cadena petrolera boliviana, como lo resolvió al dictar la nacionalización de hidrocarburos en mayo pasado.
En Holanda "vamos a conversar con los principales ejecutivos (de Shell) para concretar parcialmente esta compra de las acciones de Transredes", dijo Villegas.
La red de transportes de gas natural y líquidos, de aproximadamente 6.000 kilómetros, conecta los campos de producción en el sur, centro y este de Bolivia, con los centros de consumo, inclusive hasta una terminal en Arica, en el norte de Chile.
El ministro Villegas indicó que la delegación boliviana intentará alcanzar un acuerdo con las autoridades holandesas para obtener asistencia técnica.
"Particularmente vamos a conversar el tema de la industrialización del gas natural y un apoyo para la reestructuración del Ministerio de Hidrocarburos, de YPFB y de la Superintendencia" del sector, dijo.
Tras la nacionalización de sus hidrocarburos, Bolivia impuso a las petroleras que operan en el país, entre ellas la hispano-argentina Repsol YPF, nuevas condiciones y encomendó a YPFB el control total de las operaciones.
UnionRadio
La cita entre el mandatario boliviano y el presidente ejecutivo de la multinacional, Jeroen Van der Veer, tendrá lugar el próximo lunes, según anunció hoy por el ministro boliviano de Hidrocarburos, Carlos Villegas, minutos antes de emprender viaje a Holanda junto a Morales para una visita de dos días.
A través de TR Holdings, la multinacional Shell Gas y la británica Ashmore poseen a partes iguales el 50 por ciento de Transredes, operadora de la red de gasoductos boliviana, en la que la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) controla el 33,57 por ciento y privados el 16,43 por ciento restante.
El gobierno boliviano busca adquirir las acciones suficientes para que YPFB tenga el 51 por ciento del total, quizá a cambio de la entrega de gas natural para pagarlas, según han dicho las autoridades.
La negociación que pretende Morales es consecuencia de su decisión de que YPFB ejerza efectivamente el monopolio en la cadena petrolera boliviana, como lo resolvió al dictar la nacionalización de hidrocarburos en mayo pasado.
En Holanda "vamos a conversar con los principales ejecutivos (de Shell) para concretar parcialmente esta compra de las acciones de Transredes", dijo Villegas.
La red de transportes de gas natural y líquidos, de aproximadamente 6.000 kilómetros, conecta los campos de producción en el sur, centro y este de Bolivia, con los centros de consumo, inclusive hasta una terminal en Arica, en el norte de Chile.
El ministro Villegas indicó que la delegación boliviana intentará alcanzar un acuerdo con las autoridades holandesas para obtener asistencia técnica.
"Particularmente vamos a conversar el tema de la industrialización del gas natural y un apoyo para la reestructuración del Ministerio de Hidrocarburos, de YPFB y de la Superintendencia" del sector, dijo.
Tras la nacionalización de sus hidrocarburos, Bolivia impuso a las petroleras que operan en el país, entre ellas la hispano-argentina Repsol YPF, nuevas condiciones y encomendó a YPFB el control total de las operaciones.
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