Formalmente, no tienen ninguna relación. Se trata de dos negociaciones distintas con agentes diferenciados. En el trasfondo, sin embargo, todo el mundo sabe, y así lo deja entrever el Ministerio de Industria, que la evolución de una ha condicionado a la otra. Esto es, que el nuevo plan de derechos de emisión ha tenido muy en cuenta el futuro de la tarifa de la luz. O a la inversa, que el orden de los factores no ha alterado el producto final. Estas son algunas de las cuestiones que relacionan el fututo de Kioto en España y la evolución del recibo de la luz.
¿Por qué son las eléctricas las más castigadas por el nuevo PNA?
Porque el Gobierno ha querido equilibrar la balanza. Las eléctricas van a ingresar cientos de millones de euros en los próximos cuatro años por la subida del recibo de la luz, dinero con el que bien podrán comprar derechos de emisión. Esta tendencia al alza, por contra, gravará a las grandes industrias, de ahí que el Gobierno haya querido dar a estas compañías más recursos para producir gases contaminantes. Así, este grupo de firmas pagarán la energía más cara, pero en compensación podrán contaminar más. De esa forma, sostienen desde Industria, no se erosionará su competitividad.
¿Cuánto subirá el recibo de la luz?
A corto plazo, entre un 5,5 y un 6%. Pero la cuestión tiene más enjundia. La Comisión Nacional de la Energía (CNE) admite que las diferencias entre el coste que pagan las eléctricas por generar energía y lo que ingresan por venderla (desfase conocido como déficit de tarifa) supera el 30%, por lo que el Ejecutivo tiene ahora mucha prisa por enjugar este diferencial. ¿El motivo? El 1 de enero del 2011, el Gobierno ya no podrá fijar los precios del kilovatio por exigencia de la UE y serán las propias compañías las que lo determinen en el mercado libre. En definitiva, que Industria quiere establecer un calendario de subidas progresivas de la luz para evitar que las eléctricas aprueben en el 2011 incrementos traumáticos.
¿Por qué hay tanta diferencia entre lo que le cuesta un kilovatio al consumidor y lo que vale producirlo?
Por la subida de las materias primas. En agosto del 2004, el barril de petróleo brent costaba 25 dólares. Dos años después, ese mismo barril superaba de largo los 70 dólares. El precio del gas natural (con el que funcionan los ciclos combinados) está indexado al del crudo, de forma que ha acusado también esta tendencia al alza. Pero mientras subía esta materia prima, la tarifa de la luz se mantenía inalterable, de ahí que se generase el popular déficit de tarifa.
¿A cuánto asciende este desfase?
A 9.000 millones de euros, según los cálculos de la CNE. Éste es el dinero que deben las empresas y hogares españoles por el recibo de la luz, una cantidad que ingresarán las eléctricas a lo largo de los próximos años en forma de nuevas subidas de la tarifa. Este dinero es, por tanto, el extra con el que contarán estas compañías para comprar derechos de emisión y hacer frente al nuevo PNA.
LaVozDeGalicia
¿Por qué son las eléctricas las más castigadas por el nuevo PNA?
Porque el Gobierno ha querido equilibrar la balanza. Las eléctricas van a ingresar cientos de millones de euros en los próximos cuatro años por la subida del recibo de la luz, dinero con el que bien podrán comprar derechos de emisión. Esta tendencia al alza, por contra, gravará a las grandes industrias, de ahí que el Gobierno haya querido dar a estas compañías más recursos para producir gases contaminantes. Así, este grupo de firmas pagarán la energía más cara, pero en compensación podrán contaminar más. De esa forma, sostienen desde Industria, no se erosionará su competitividad.
¿Cuánto subirá el recibo de la luz?
A corto plazo, entre un 5,5 y un 6%. Pero la cuestión tiene más enjundia. La Comisión Nacional de la Energía (CNE) admite que las diferencias entre el coste que pagan las eléctricas por generar energía y lo que ingresan por venderla (desfase conocido como déficit de tarifa) supera el 30%, por lo que el Ejecutivo tiene ahora mucha prisa por enjugar este diferencial. ¿El motivo? El 1 de enero del 2011, el Gobierno ya no podrá fijar los precios del kilovatio por exigencia de la UE y serán las propias compañías las que lo determinen en el mercado libre. En definitiva, que Industria quiere establecer un calendario de subidas progresivas de la luz para evitar que las eléctricas aprueben en el 2011 incrementos traumáticos.
¿Por qué hay tanta diferencia entre lo que le cuesta un kilovatio al consumidor y lo que vale producirlo?
Por la subida de las materias primas. En agosto del 2004, el barril de petróleo brent costaba 25 dólares. Dos años después, ese mismo barril superaba de largo los 70 dólares. El precio del gas natural (con el que funcionan los ciclos combinados) está indexado al del crudo, de forma que ha acusado también esta tendencia al alza. Pero mientras subía esta materia prima, la tarifa de la luz se mantenía inalterable, de ahí que se generase el popular déficit de tarifa.
¿A cuánto asciende este desfase?
A 9.000 millones de euros, según los cálculos de la CNE. Éste es el dinero que deben las empresas y hogares españoles por el recibo de la luz, una cantidad que ingresarán las eléctricas a lo largo de los próximos años en forma de nuevas subidas de la tarifa. Este dinero es, por tanto, el extra con el que contarán estas compañías para comprar derechos de emisión y hacer frente al nuevo PNA.
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