La propuesta de un acuerdo de refinación es una vieja aspiración ecuatoriana, pero las estatales Petroecuador y PDVSA no han logrado consensos para aplicarlo, en parte por las diferencias técnicas, operativas y financieras que han impedido cualquier operación en este campo.
Correa, sin embargo, aseveró que existe una decisión política de enviar volúmenes de crudo ecuatoriano a las plantas refinadoras apenas asuma el poder, pero no especificó si hay diálogos previos con las autoridades del país caribeño o los detalles técnicos del intercambio.
"El 16 de enero mandamos petróleo a refinar en Venezuela. Ya basta de tirar la plata por la ventana exportando crudo para importar derivados," dijo Correa, quien asumirá en enero como el décimo tercer presidente que dirige al país desde 1979, en una entrevista con un medio local.
El líder nacionalista, un admirador del presidente venezolano Hugo Chávez, advirtió que la meta del programa es reducir la intermediación en la importación de combustibles vía un trueque de petróleo por derivados o el pago de un costo especial por la refinación de cada barril.
Ecuador es el quinto productor de crudo de América del Sur, con un promedio de 530.000 barriles por día (bpd), de los cuales la mitad es de la estatal Petroecuador.
En las fracasadas negociaciones que se han extendido a lo largo del 2005 y 2006, Ecuador habló de la posibilidad de enviar a procesar a las refinerías de PDVSA unos 65.000 bpd. Correa dijo que en su mandato el diálogo arribará a buen puerto.
"Fracasó por la corruptela. Ahora se acabó la intermediación de los crudos (...) Esa corruptela impide que se haga lo obvio, que es refinar en países amigos como Venezuela," aseguró Correa, quien se impuso el domingo al magnate bananero Alvaro Noboa en el balotaje presidencial.
La reducida y obsoleta capacidad de procesamiento de crudo de Ecuador obliga a onerosas importaciones que amenazan con neutralizar los beneficios generados por los altos precios del petróleo, lo que sumado al congelamiento de precios internos vigente desde el 2003 están provocando problemas presupuestarios.
El país andino -que tiene tres refinerías con una capacidad combinada de 175.000 bpd- destinará unos 2.000 millones de dólares para la importación de combustibles en el 2006.
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