Petróleos Mexicanos ha entrado en una nueva etapa de modernización, avanzando hacia el proyecto de transformación y consolidación de la empresa, y gracias a las inversiones realizadas de 2001 a 2005, del orden de 100,000 millones de pesos anuales, se ha logrado revertir la declinación de la producción, evitando el escenario de colapso que se vislumbraba en ese panorama complejo que se enfrentó a partir de 2001.
Lo destacó así el director general de Pemex, Luis Ramírez Corzo, en la ceremonia central conmemorativa del LXVIII aniversario de la Expropiación Petrolera, el pasado día 18 del actual, en Salina Cruz, Oaxaca.
Ante el presidente de la República, Vicente Fox Quesada, al dar lectura a un mensaje, el titular de la paraestatal describió la situación actual en que se encuentra la industria petrolera, muy distinta a las dificultades que existían en 2001.
Ramírez Corzo anunció que la empresa se encuentra ahora en una posición de mayor sustentabilidad y crecimiento potencial y que la producción actual es de 3.4 millones de barriles diarios de crudo, como promedio, durante este año, pero que de haber mantenido el bajo nivel de inversiones históricas se estarían produciendo menos de 1.8 millones de barriles diarios.
Asimismo, destacó que en gas natural, a partir de 2003 se revirtió la tendencia declinante en su producción, resaltando que, de haber mantenido el bajo nivel de inversiones históricas, la producción de este energético se situaría actualmente en menos de 1,500 millones de pies cúbicos diarios, en lugar de 5,300 millones que se esperan producir como promedio en 2006.
“Pero más allá de que hemos logrado incrementar la producción de gas natural, el reto es reducir aún más la brecha entre la producción interna del hidrocarburo y las necesidades del mercado nacional, reduciendo así nuestra dependencia en importaciones”, puntualizó.
Igualmente, dijo que con base en las mayores inversiones en exploración realizadas por la actual administración, la tasa integrada de restitución de reservas totales de hidrocarburos pasó de ser negativa en 2000 a 69 por ciento en 2005, lo que mejora las perspectivas de sustentabilidad de esta actividad extractiva.
Al 1 de enero de 2006, las reservas totales sumaron 46,418 millones de barriles de petróleo crudo equivalente, cifra inferior en apenas 500 millones de barriles a la reportada el año pasado, aun cuando se produjeron más de 1,600 millones de barriles en 2005. Este resultado, junto con los obtenidos en 2003 y 2004, desacelera la caída de las reservas totales, al pasar de una disminución de cinco por ciento anual en el período 2000-2002, a solamente dos por ciento para el período 2003-2005.
Y enfatizó que Pemex se propone alcanzar el ciento por ciento de restitución de reservas para el año 2010, realizando las inversiones necesarias.
Sin embargo, el director general de Petróleos Mexicanos hizo hincapié en que el logro más significativo de esta administración en materia de exploración ha sido la identificación de un recurso petrolero prospectivo del orden de 54,000 millones de barriles de petróleo crudo equivalente, que supera a las reservas totales actuales.
Más del 80 por ciento de este recurso se concentra en el sureste y en aguas profunda del Golfo de México. Su identificación fortalece sustancialmente las perspectivas de Pemex en materia de producción y transformación de hidrocarburos en el largo plazo.
Pero para estar en capacidad de explorar explotar al máximo este potencial, se requieren niveles de inversión cercanos a 20,000 millones de dólares anuales durante los próximos 20 años.
Con ello se podría incrementar la producción de manera sustantiva, incluso convertirnos en exportadores de gas natural, consolidando nuestra posición como potencia productora de crudo.
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