La fusión de las francesas Suez y Gaz de France (GDF) acarreará la participación del Estado francés en Gas Natural, una circunstancia que deberá ser analizada por el Gobierno español, según adelantó ayer el ministro de Industria, José Montilla.
La francesa Suez es accionista de Gas Natural y de Aguas de Barcelona a través de la sociedad Hisusa, junto con La Caixa, con participaciones que en total se sitúan en torno al 24% y el 2,5%, respectivamente. El Gobierno francés ha anunciado que el Estado conservará el control de la resultante de la fusión entre Suez (privada) y GDF (pública) y que mantendrá una cuota nunca inferior al 35%. Así, de carambola, el Estado francés pasará a controlar la actual participación que tiene Suez en Gas Natural. La ley española permite limitar al 3% los derechos políticos de los accionistas públicos extranjeros en empresas energéticas españolas.
El ministro de Industria destacó el carácter minoritario de la participación de Suez en Gas Natural y dijo que, "cuando se materialice" la fusión francesa, se analizarán los efectos "con detenimiento".
ATAQUES POLÍTICOS
En relación con el futuro de Endesa, Montilla acusó al PP de "defender los intereses de los dirigentes de la eléctrica que fueron situados al frente de la empresa por su afinidad con el anterior presidente del Gobierno, José María Aznar", en alusión a Manuel Pizarro.
El presidente del PP, Mariano Rajoy y el expresidente del Gobierno, José María Aznar, devolvieron al PSOE la acusación de anteponer sus intereses políticos. "Aquí importa más demostrar quién manda que el prestigio de España, que los intereses de los españoles y su bienestar y la riqueza o la proyección internacional de nuestras empresas", dijo Rajoy. Aznar teorizó contra los gobiernos que caen "en la fatal arrogancia de la que Hayek hablaba", en vez de abstenerse "de interferir en las decisiones individuales, en los mercados y en las costumbres".
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