El rugido del rey E.ON o la fábula del cazador cazado




Enrique Fuentes Quintana, vicepresidente durante el primer Gobierno de Adolfo Suárez, decía hace algún tiempo que una de las cosas que más le impresionó en los cerca de dos años que estuvo en el cargo era ver al ministro de Industria de entonces, Alberto Oliart, defendiendo la revisión de las tarifas eléctricas. Lo que le chocaba no era que reclamara una actualización de los precios, cosa lógica en unos momentos en los que la inflación estaba por encima del 20% anual, lo que verdaderamente le escandalizaba era ver cómo el responsable de la energía llegaba al Consejo de Ministros con cuartillas encabezadas con el membrete de UNESA, la patronal eléctrica.

Que se sepa, ningún miembro del Ejecutivo actual se atreve a tanto. Pero es indudable que desde fuera se puede influir, y mucho, en las decisiones del Consejo de Ministros. No siempre con los resultados deseados. Lo peor que le puede ocurrir a un lobby es que su trabajo se vaya a pique porque el Gobierno de turno no se entere absolutamente de nada. Y eso es, precisamente, lo que le ha sucedido al Ejecutivo con la irrupción de la E.ON en el panorama eléctrico español. Zapatero ha reconocido que supo de la operación por una llamada que le hizo a La Moncloa la canciller alemana, Angela Merkel, a las 19.15 horas del lunes 20 de febrero. Se supone que nada más colgar el teléfono, Zapatero llamó al ministro de Industria, José Montilla, para contarle las novedades:

-Una empresa alemana quiere comprar Endesa, ¿qué hacemos, Pepe? -le vino a decir Zapatero.

2 comments:

Anonymous said...

Alberto Oliart, tertuliano de la Cadena Ser. Suegro de Joaquin Sabina

Anonymous said...

El Confidencial, pagina web dirigida por el prestigioso periodista palentino don Jesus Cacho