En medio de la polémica por la opa sobre Endesa, un informe apadrinado por el PSOE defiende la eliminación de las prácticas que bloquean las compras hostiles, entre las que están los blindajes del consejo –en vigor en la eléctrica –.
Los recientes mensajes europeos contra los blindajes que utilizan las empresas para repeler las opas han calado en el partido en el Gobierno. En medio de la fuerte polvareda levantada por los últimos movimientos en torno a la opa sobre Endesa, el PSOE acaba de finalizar su informe titulado La Responsabilidad Social de las Empresas.
Los recientes mensajes europeos contra los blindajes que utilizan las empresas para repeler las opas han calado en el partido en el Gobierno. En medio de la fuerte polvareda levantada por los últimos movimientos en torno a la opa sobre Endesa, el PSOE acaba de finalizar su informe titulado La Responsabilidad Social de las Empresas.
Miradas desde la izquierda, un estudio elaborado por distintos expertos para el Partido Socialista y la Fundación Jaime Vera (organización cuyo “principal objetivo es la formación de los afiliados del Partido Socialista Obrero Español”, según señala la propia entidad).Y la conclusión del informe es tajante. Los mecanismos de defensa conocidos como poison pills [píldoras envenenadas] son calificados como “malas prácticas” que atacan directamente a “los intereses de los accionistas”, según apunta en el estudio el economista Manuel Álvarez.
Es más, estas barreras, contrarias por completo a “la responsabilidad social de las empresas”, desafían un principio considerado básico para el autor y de fuerte impacto en la cotización: “El buen gobierno de la empresa es condición básica necesaria para aportar valor al accionista requerido por su inversión”, una condición que las píldoras envenenadas impedirían, según el informe.
El estudio surge en un momento especialmente delicado. La entrada en escena de la italiana Enel –hace diez días– en la lucha por las participaciones de Endesa ha provocado un cambio de posiciones en los protagonistas de la opa. Hasta ese momento, la alemana E.ON había reclamado la eliminación de los blindajes que mantiene el consejo de administración de Endesa por los cuales, independientemente del volumen total de acciones que se posean, únicamente se puede ejercer el derecho al voto por un máximo del 10%.
Sin embargo, tras conocer la presencia de Enel, que cuenta con el 24,9%, la eléctrica alemana cambió su estrategia por considerar más favorable para sus intereses mantener las limitaciones al voto, lo que en la práctica le permitiría entrar en el consejo de Endesa mientras que Enel y Acciona quedarían fuera por ser competidores directos de la propia Endesa, tal y como contemplan los estatutos de la compañía española.
En este contexto, el alegato socialista en defensa de la eliminación de los blindajes antiopa no dejará impasible a nadie, especialmente por la utilización que acaba de realizar, en provecho de su estrategia empresarial, E.ON.
El informe no acaba ahí. “La integración de los mercados de capitales favorece la adquisición de las empresas de gestión mediocre por otras que aspiran a adquirir una empresa, mejorar su gestión, incrementar su eficiencia y sus beneficios, logrando con ello favorecer los intereses de los accionistas”, apunta Manuel Álvarez.
El estudio no duda en subrayar que su defensa del fin de las píldoras envenenadas ya ha sido expuesta por el denominado Código Conthe que encabezó el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Máxima tensión
El contexto en el que se presenta el informe de los socialistas coincide con una de las fases de máxima tensión entre los dos principales partidos políticos españoles a causa de la opa. Mientras que desde las filas del PP se piden explicaciones al Ejecutivo por una hipotética participación en la aparición en escena del operador energético italiano Enel, desde el Gobierno y desde el PSOE se insiste en señalar que el Ejecutivo no ha tenido ninguna intervención en el asunto.La pelea, de hecho, ha alcanzado ya dimensiones internacionales. La cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, celebrada en Berlín los pasados jueves y viernes, fue el escenario de una pugna en la que no faltaron intervenciones de la canciller Angela Merkel, en defensa de la libre decisión de las empresas, y de Zapatero, constante en su rechazo a cualquier acusación de implicación en un plan para frenar la compra de Endesa por parte de la alemana E.ON.
Source: Expansión
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