El Gobierno de Bolivia está preocupado por no haber sido invitado a las reuniones que se celebraron miércoles y jueves en Caracas para la evaluación del Gasoducto del Sur, proyecto que tiene por objeto llevar gas desde Venezuela hasta Brasil.
El ministro de Hidrocarburos boliviano, Andrés Soliz, dijo ayer a la prensa boliviana que “existe preocupación porque están tratando un tema que nos atañe”. Advirtió que el ducto tendrá muchas dificultades, entre ellas que tendrá que atravesar la Amazonia, “lo que sería como clavarle las uñas en la yugular a los ecologistas”.
Anoche los ministros de Energía de Argentina, Brasil y Venezuela concluyeron en Caracas una reunión para planificar las estrategias de desarrollo del referido proyecto, que costará alrededor de 20.000 millones de dólares. Las delegaciones técnicas de los tres países presentarán el plan a los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; de Argentina, Néstor Kirchner, y de Brasil, Luiz Lula da Silva, durante la cumbre prevista para el 11 de marzo en la provincia argentina de Mendoza.
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