La historia nuclear de Turquía empieza en los años '60 y muchos han sido los proyectos varados por los gobiernos que se han sucedido en la guía del país que nunca han sido iniciados o llevados a cabo. Última suspensión de un proyecto de construcción de un reactor nuclear ha sido en el 2000 a obra del entonces ministro Ecevit, que consideró antieconómica su construcción. Inicialmente el actual gobierno presidido por Tayyip Erdogan se ha dicho contrario a la construcción de centrales nucleares pero la posición con respecto a este tema se ha endulzado y luego convertido en un decidido apoyo a los programas nucleares que reducirían la dependencia turca del gas procedente de Rusia e Irán.
Es de 1960 la primera realización en Turquía de un reactor nuclear de la potencia de 1 MWS. A finales de los años '60 hubo un primer proyecto americano-español para una central de 400 MW y en 1974 un sitio fue equipado para la construcción del reactor y dejado sin hacerse. Igual suerte tocó a los proyectos nucleares de los años '80 presentados por el gobierno Ozal y sólo en 1998 el proyecto de una central nuclear llegó hasta la fase de la abertura de un concurso para una contrata al que participaron tres consorcios internacionales. En 2000 bajo iniciativa del ministro Ecevit, que consideró el proyecto antieconómico, el gobierno decidió renunciar a la construcción de la central nuclear. La llegada al poder del primer ministro Erdogan ha vuelto a proponer la cuestión del nuclear y las compañías de gobierno, por medio del Ministro de energía Hilmi Guler, se han dicho contrarias inicialmente a las construcciones de centrales nucleares en territorio turco, ablandando luego su posición hasta sostener con decisión el proyecto varado por el Ministerio de energía que prevé la construcción de al menos tres centrales nucleares antes del 2012. La realización de las centrales nucleares seguiría el modelo irlandés, con una coparticipación del sector público y privado en la construcción de tres reactores de 5.000 MWS de potencia cada uno. El instituto para la energía Atómica ya ha localizado siete localidades en posesión de los requisitos necesarios para hospedar centrales nucleares y el presidente Erdogan ha hecho saber que la localidad elegida para hospedar la primera central nuclear es Inceburun, a pocos kilómetros de Sinop, en las costas del Mar Negro. La decisión del gobierno turco y el cambio de posición relativo el desarrollo de un programa para la construcción de centrales nucleares son debidos a la situación internacional de los últimos meses: el crecimiento constante del precio del petróleo sobre los mercados internacionales, las dificultades de abastecimiento con Irán y sobre todo la crisis política entre Ucrania y Rusia, de la que Turquía adquiere el 60% del metano que consume, han empujado hacia la elección del nuclear, que parece haberse convertido en una etapa obligada para Ankara. La constitución de un programa nuclear además volvería más apetecible para la Unión Europea la entrada de Turquía entre los miembros y el plan energético nacional turco ha entrado en la agenda de la política exterior puesto que Erdogan ha visitado muchas ciudades europeas para perorar su causa. En 2004 el primer ministro ya había convocado un concurso para una contrata del valor de 12,5 mil millones de euro para la construcción de centrales nucleares en Francia pero esta decisión fue abandonada después de que atrajo sobre el primero ministro las críticas y las perplejidades no sólo de los representantes de la industria local, que consideraron el proyecto demasiado oneroso, sino también las acusaciones de los periódicos, que hablaron de "cuotas nucleares" para la entrada en la Unión Europea.
Ulterior argumento a favor del programa energético del gobierno Erdogan es la convicción que el consumo de energía turco esté destinado a aumentar notablemente en los próximos años y sin la construcción de los reactores el abastecimiento del País estaría en peligro. Las estimaciones del Ministerio de la energía, publicadas por primera vez en 2005, preveían para el mismo año un consumo de 197 mil millones kilovatio-hora. En realidad el consumo efectivo se ha estabilizado en145 mil millones, con uno ción del 26%. De esto se deduce que los datos presentados en contemporánea por el Ministerio de energía para los consumos futuros también sean también sobreestimados y además hay que notar el hecho de que el Ministerio haya omitido los datos sobre los posibles ahorros debidos al crecimiento de la eficiencia económica y prevea que a un crecimiento productivo constante corresponderá un correspondiente aumento del consumo energético, cuando se ha comprobado a través del ejemplo de los países industrializados que normalmente ocurre lo contrario. También el Eiei, ente asociado al Ministerio, cree que sería posible ahorrar hasta el 30% de la energía consumada actualmente con una mayor eficiencia en la distribución energética.
Turquía queda un país con una economía en fuerte expansión pero pobre y vulnerable desde el punto de vista energético, sin contar que si Irán entrara a formar parte de los productores de energía nuclear civil podría crearse una relación asimétrica preocupante porque el país de los pasdaran se volvería una potencia dominante, eclipsando la influencia de Ankara en las relaciones con los otros países de la región. Las relaciones entre los dos países, desde siempre inestables, además actualmente están negativamente condicionadas por el escándalo surgido a consecuencia de la publicación de una reporte en que dos altos funcionarios de las aduanas turcas denunciaron un tráfico ilícito de componentes técnicos de Turquía a Irán de dos empresas de import-export iraníes en territorio turco. Las dos empresas se especializaron en la adquisición de tecnologías nucleares de varios países, entre los que hay Italia, Estados Unidos, Ucrania, China, India y Canadá, que fueron en fin trasladadas a Irán evitando los controles sobre el traslado de tecnologías "sensibles" al país medioriental. Los funcionarios de aduana han deducido los tráficos después de haber parado dos camiones llenos de componentes técnicos y materiales nucleares destinados a la empresa iraní Shadi Oil. Los funcionarios además han verificado que las dos empresas, fundadas por cuatro ciudadanos iraníes, se especializaron luego en la importación de los materiales para luego reexportarlos sólo hacia Irán.
Ayudas extranjeras al programa nuclear y disenso interno
El programa nuclear turco también interesa potencias extranjeras que serían proveedoras de materiales y know-how, a las que las autoridades turcas ya se han dirigido durante el año para sondear el terreno con respecto a la eventualidad de hacer entrar empresas públicas extranjeras en el proyecto de construcción de las centrales nucleares en territorio turco. Por esto Ankara se ha puesto recientemente en contacto con Japón y Rusia para presentar la cuestión del nuclear y buscar eventuales puntos de acuerdo: durante el encuentro con Yoshiaki Harada, presidente de la Cámara de los Representantes japoneses, y a través de contactos con el gobierno ruso el gobierno turco está buscando partners extranjeros para el programa nuclear. Harada ha confirmado a la prensa haber recibido por parte del ministro turco Guler la solicitud de ayuda financiera y tecnológica para la construcción de la central nuclear en Sinop y que el mismo Ministro de energía se ha dicho listo a aceptar cualquier condición puesta por Japón.
Rusia ha propuesto en cambio a Turquía una colaboración en proyecto nuclear a través de interés de Atomstroiexport, empresa de los monopolios de estado rusos. La oferta se ha hecho durante el mitin ruso-turco sobre la energía en Moscú en el mes de mayo. Los representantes turcos han hecho notar como Rusia esté lista para invertir en el campo de la energía en Turquía después de haber ya encaminado proyectos de colaboración sobre sitios nucleares en China, India y Bulgaria.
Uno de los obstáculos que el gobierno Erdogan tendrá que superar es el disenso que se está formando en la opinión pública turca. En abril se ha reunido por segunda vez una plataforma anti-nuclear, denominada Coordinación contra Sinop Nuclear, de la que forman parte más de ciento ONGs, numerosos órdenes profesionales y las mayores organizaciones para la protección del medioambiente. La Coordinación ha organizado conferencias y eventos en memoria del accidente nuclear de Chernobyl para sensibilizar la opinión pública turco sobre los posibles riesgos y los efectos desoladores de desastres atómicos debidos al funcionamiento defectuoso o a accidentes dentro de centrales nucleares. Otra grande manifestación ha tenido grande resonancia a nivel nacional e internacional: unas diez mil personas, representantes de los diferentes realidades civiles como el Frente Antinuclear y las organizaciones sindicales, se han en efecto asociado a Sinop para expresar su disenso con respecto al programa nuclear preparado por el gobierno turco y Hale Oguz, portavoz de la Coordinación, ha declarado: "No permitiremos que se construyan centrales nucleares en Sinop y en el resto de Turquía." También Greenpeace estuvo presente en la manifestación y a través de su portavoz Hilal Atici ha invitado al Ministro turco por la energía a reexaminar sus propósitos sobre la construcción de centrales nucleares si no quiere tener en futuro grandes problemas con la opinión pública y su electorado. El ministro ha liquidado apresuradamente la protesta declarando irresponsables los manifestantes de Sinop porque inversiones ingentes como aquellas para el nuclear permitirán garantizar el desarrollo de la industria, del turismo y de la economía de la ciudad y sería un daño incalculable por la región para renunciar a ellas.
Conclusiones
El programa nuclear turco todavía presenta puntos oscuros sobre la efectiva factibilidad de los proyectos presentados. La fecha planteada por el Gobierno para la entrada en función de las centrales nucleares ya se ha vuelto a corregir muchas veces y parece sin embargo improbable que Turquía logre llevar a cabo la construcción de tres centrales nucleares antes del 2012. Sólo en caso de consistentes ayudas por parte de partners internacionales podrán ser respetados tiempos y modalidades de entrega de las centrales, pero hasta hoy además de los contactos con Japón y Rusia no han habido serios intentos para crear sociedades internacionales para la puesta en marcha de las obras para el nuclear. Importante será averiguar la efectiva voluntad del gobierno turco, en pérdida constante de consensos en los últimos tiempos, de llevar a cabo un proyecto que podría resultar fatal al liderazgo de Erdogan y a toda la mayoría.
No comments:
Post a Comment