Estados Unidos anunció hoy que recurrirá a sus reservas estratégicas de petróleo, en caso de que sea necesario para hacer frente a la interrupción en los suministros, tras el anuncio del cierre del mayor pozo del país, situado en Alaska.
Así lo aseguró el secretario del Departamento de Energía (DOE), Samuel Bodman, quien indicó estar 'preocupado' por los cerca de 400.000 barriles de crudo que dejarán de llegar al mercado cada día, a raíz de la clausura de un pozo en Alaska, equivalente a alrededor del 8 por ciento del consumo estadounidense.
La compañía British Petroleum (BP) inició hoy el cierre del pozo de la bahía de Prudhoe, tras descubrir una gran corrosión y un pequeño derrame en uno de los oleoductos, informó la empresa en un comunicado.
El cierre, según indicó BP, podría prolongarse durante semanas o meses, pues es necesario reemplazar el 73 por ciento de los conductos -16 millas de tuberías, de un total de 22- en el campo petrolero.
El oleoducto donde se ha descubierto el derrame había sido revisado por última vez, de manera exhaustiva, en 1992. Desde entonces, no se había considerado necesario, dado que esa línea sólo transporta petróleo limpio, del que ya se ha extraído el agua, por lo que se consideraba que el riesgo de corrosión era mínimo
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