El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, alertó el martes contra la compra masiva de tierras para producir caña de azúcar por parte de extranjeros, al anunciar medidas para regular la producción de etanol en el país.
"Debemos tener cuidado para no permitir que gente de otros países empiece a comprar toda la tierra brasileña para plantar caña", dijo Lula en rueda de prensa.
En estos momentos, recordó el presidente, existen 76 proyectos de usinas en construcción para fabricar etanol, un sector que vive un boom en Brasil, y que está teniendo una participación extranjera creciente.
El presidente dijo que una vez "consolidado el etanol en el mundo como matriz energética de calidad excepcional", el país debe emprender "un segundo paso", que se destinará a mejorar las condiciones de trabajo, muchas veces infrahumanas, y a la creación de un estoque regulador que garantice la exportación.
Una de las grandes medidas para el sector sería el establecimiento de una "reserva reguladora del etanol en Brasil", que garantice el abastecimiento internacional, y que estaría en manos de la estatal Petrobras, dijo Lula.
También llamó a "humanizar el mundo del trabajo del sector sucro-alcoholero" (producción de caña de azúcar y etanol). El presidente indicó que espera que esa medida sea resultado de acuerdos entre sindicatos y empresarios, pero que "el gobierno puede ser inductor de esas conversaciones" y que eventualmente apoyaría una legislación.
Brasil prevé producir en esta próxima cosecha 20.000 millones de litros de etanol, que se mezcla sistemáticamente en una proporción de 20% a 25% con la gasolina y que puede abastecer al 80% de los autos nuevos vendidos en este país, con motores adaptados para ambos combustibles.
Las exportaciones brasileñas de etanol alcanzaron 1.600 millones de dólares en 2006.