Los sindicatos petroleros del estado Anzoátegui están planteando paralizar las negociaciones que actualmente se adelantan para firmar un contrato colectivo transitorio que reemplace a las actas convenio que rigen la relación laboral entre las asociaciones estratégicas de la Faja del Orinoco y su personal obrero.El presidente Chávez señaló que los trabajadores de esos proyectos serán absorbidos desde mayo por Pdvsa y, por tanto, gozarán de los beneficios de la convención de la industria que, por cierto, venció en enero.
Directivos de Fedepetrol, Sinutrapetrol y Fetrahidrocarburo dijeron haber enviado comunicaciones al Ministerio del Trabajo, al Parlamento y a Pdvsa en solicitud de la medida.
Carlos Hernando, del sindicato Oro Negro, refirió que la representación sindical que está en Valencia negociando el contrato transitorio debe regresar a Puerto La Cruz y puntualizó que la convención que se discute es "una aberración, por cuanto ha sido manipulada por las empresas del consorcio y se están eliminado mejoras alcanzadas anteriormente".
"Ahora lo que vamos a pedir es que se homologuen los salarios de los trabajadores afiliados a estos sindicatos con lo que devengan quienes prestan servicios en forma directa en la casa matriz de la industria", señaló.
Aprovechó la oportunidad para cuestionar el funcionamiento del Sisdem (Sistema de Democratización de Empleo), por cuanto no garantiza los cupos laborales para el sector petrolero.
Por su parte, el comisionado de Trabajo del Complejo Petroquímico Jose, Luis Rojas, manifestó que se adhieren a la nacionalización de la industria, como anunció el primer mandatario nacional, y que es positiva la medida de absorber al plantel que labora en Jose.
El anuncio de Chávez de que en los próximos tres meses deberán cerrarse las negociaciones para migrar las cuatro asociaciones estratégicas de la Faja a empresas mixtas ha creado incertidumbre en el personal técnico y gerencial de esas compañías.
En la mayoría de los casos, la absorción de la nómina media y mayor de las asociaciones por parte de Pdvsa derivaría en inferiores beneficios laborales, a menos que se negociaran los casos individualmente como sucedió con parte del personal gerencial de los convenios operativos que se transformaron en empresas mixtas.
No sólo el tema laboral ha creado dudas. La velocidad que se le ha impreso a la migración en esta oportunidad siembra incertidumbre sobre el destino del financiamiento externo contraído por las cuatro asociaciones, con sus consecuentes efectos sobre la calificación de riesgo de los proyectos.
Exxon Mobil, que opera la asociación Cerro Negro, confirmó ayer que se encuentra en discusiones con el Menpet y reiteró que "permanece abierta a resolver dicho asunto amigablemente". Sin embargo, dado el carácter de ese proyecto, constituido de forma integral para alimentar la refinería de Chalmette en EEUU, se vislumbran difíciles negociaciones.
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