El Banco Santander, Citibank, BNP Paribas, Société Générale, ING, Calyon y Natixis, entre otros, cortejan a la gasista estatal argelina, Sonatrach, para financiar su expansión europea. Un proyecto internacional que produce ‘sudores fríos’ a políticos y operadores europeos, como Gas Natural (GN), que verían entrar en sus países al rival “más competitivo”, tal y como pone de manifiesto la prensa argelina.
El ministro argelino de Energía y Minas, Chakib Jelil, anunció el pasado miércoles en Madrid la intención de Sonatrach de comercializar gas en Francia, Italia y España. A esta iniciativa hay que añadir los contactos de Sonatrach con Grecia y su intención de adquirir un 5% de la portuguesa EDP, que opera en el mercado español a través de Hidrocantábrico (HC).
Dicho anuncio se produce pocas semanas después de la visita a Argelia del ministro ruso de Energía, Viktor Khristenko, que alimentó la preocupación europea de la posible creación de una OPEP del gas a través de acuerdos entre las estatales Sonatrach y Gazprom. La rusa, por su parte, ya vende gas en Europa desde octubre a los industriales y a las empresas comerciales grandes y medianas.
Pese al intento de Jelil de tranquilizar a los países europeos, lo cierto es que las reacciones políticas a la ofensiva ruso-argelina no se han hecho esperar. “Me preocuparía que se produjera”, apuntó el pasado jueves en Madrid el comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, “porque se podría estrangular el mercado gasista”.
Gas Natural quiere entrar en Medgaz
“Si Sonatrach comercializa su gas, no constituirá más del 5% del volumen total distribuido en España”, afirmó el ministro argelino tras su reunión con el ministro español de Energía, Joan Clos. “Pero se va a desarrollar”, añadió. Para que esto sea posible, es necesaria la aprobación de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) y del propio ministerio de Industria.
En esa misma rueda de prensa, Jelil sorprendió al hacer pública la petición española de que Gas Natural forme parte de Medgaz, el gasoducto que unirá a Argelia con España en 2009. El ministro argelino se mostró favorable a la entrada, a través de la venta a GN de cerca de un 10% por parte de Sonatrach, que ostenta el 36%, tras la salida del proyecto de Total y BP, “si están de acuerdo el resto de socios”.
Éstos son Cepsa (20%), Iberdrola (20%), Endesa (12%) y la gala Gaz de France (12%). Fuentes de Medgaz han explicado a este diario que “hay una cláusula muy clara de confidencialidad sobre si la entrada de otra empresa al proyecto ha de aprobarse por unanimidad o no y que no hay timing (calendario)”. Lo que le importa a Medgaz, según estas mismas fuentes, es que “se respeten los plazos”.
Enmiendas a la Ley de Hidrocarburos
Paralelamente, el Grupo Socialista ha presentado una enmienda al proyecto de reforma de la Ley del Sector de Hidrocarburos según la cual el Ministerio de Industria podrá denegar la autorización para comercializar gas natural en España si la empresa solicitante pertenece a un país no comunitario que no haya abierto su mercado y que no ofrezca los mismos derechos a las compañías españolas, en clara referencia a sociedades como Gazprom y Sonatrach.
“Que Argelia tenga intereses en España es la mejor manera para garantizar la competitividad e incrementar la seguridad del suministro”, ha asegurado el experto en energía, Roberto Centeno, que hace hincapié en la dependencia, de casi el 60%, que tiene España del gas argelino. Para Centeno, “el interés de Argelia no puede quedar ceñido a exportar materia prima, sino incrementar el valor añadido de sus exportaciones, entrando en la comercialización del producto en los países importadores”.
Galán, blindado en Iberdrola: Florentino necesitará el apoyo del 75% del capital para aumentar sus derechos de voto
No va a ser fácil para Florentino Pérez ganarle la batalla a Ignacio Galán y hacerse con el poder en la segunda eléctrica española. Y todo porque lo más importante no es lo que diga la CNE en los próximos días sobre si permite a ACS incrementar sus derechos de voto en Iberdrola más allá del 3% (actualmente tiene el 10% del capital de forma directa y otro 2,8% de forma indirecta). No, lo importante está en la página 39 de los Estatutos Sociales de la empresa.
En esa hoja se encuentra el artículo 56 que habla de la ‘Modificación de los artículos del Título III y concordantes’. Se trata del verdadero ‘as’ en la manga que tiene guardado Galán. Ese artículo, de apenas cuatro líneas en un documento de 43 páginas, obliga a tener el “voto favorable de las tres cuartas partes del capital presente en la Junta General” para modificar el artículo 29, apartado tercero, de los estatutos sociales.
¿Qué dice este apartado tercero del artículo 29? Que “ningún accionista podrá emitir un número de votos superior a los que correspondan a acciones que representen un porcentaje del 10% del capital social, aun cuando el número de acciones que posea exceda de este porcentaje”. En cristiano: aunque Florentino compre el 25% de Iberdrola y la CNE le dé la razón y elimine la limitación de voto del 3%, o aunque, en caso contrario, ACS salga de Unión Fenosa y apueste por la eléctrica vasca, será casi imposible para el presidente de la constructora obtener el apoyo de las tres cuartas partes de los accionistas y aumentar su poder en la compañía. Sólo tendría alguna posibilidad si Galán diera su brazo a torcer, cosa que, a día de hoy, parece poco probable.
Blindaje de acero, por tanto, para el presidente de la eléctrica. Sólo hay que recordar que en Endesa es necesario el 50,001% del capital para eliminar la misma limitación de voto que tiene Iberdrola y que, aun siendo un porcentaje menor, tampoco le va a ser fácil a E.On acabar con este obstáculo. De hecho, si finalmente se lleva a efecto, será porque la OPA alemana ha recibido el apoyo de Manuel Pizarro.
Entrar de forma hostil, casi imposible
“Con esa limitación es prácticamente imposible ganar una OPA hostil o entrar de forma hostil en Iberdrola”, asegura un experto del sector. “Primero, porque es muy difícil aglutinar a ese porcentaje de accionistas, pero, sobre todo, porque Galán ha ido rodeándose de accionistas afines”, dice esta misma fuente, perfecto conocedor del sistema eléctrico español.
En los últimos días se han producido pequeños movimientos de accionistas cercanos a Galán. El miércoles 7 de febrero, Alicia Koplowitz adquirió un 2% de la eléctrica y ya suma el 2,57. Veinticuatro horas después, Unicaja salió también en defensa de Galán con la compra de más títulos y ya roza el 2%. Otros accionistas significativos son BBK (9,9%), BBVA (5,46%), otras cajas de ahorros que suman alrededor del 6% y el vicepresidente de la eléctrica, Juan Luis Arregui, que tiene el 2%.
Ordago a la grande
Por lo tanto, Galán juega sobre seguro en la batalla contra ACS. Sólo así se explica el órdago que le ha echado a tres de los empresarios más poderosos de España: Florentino Pérez, los Albertos, y los hermanos Juan y Carlos March.
También juega en contra de los de ACS el decreto aprobado por el PP en 2001. Dicho decreto limita los derechos de voto correspondientes a una sociedad que disponga de participaciones superiores al 3% en dos empresas significativas en un sector regulado. ACS ya tiene el 40% de Unión Fenosa y controla su consejo, así que no parece lógico que también domine en Iberdrola.
Es la decisión que tiene que tomar en los próximos días la CNE. Ya se oyen voces acerca de que el organismo no va a dar la razón a ACS y no le va a permitir entrar en el consejo de Iberdrola ni aumentar sus derechos de voto por encima de ese 3%. Los mismos argumentos que defiende Galán. Hace años, las autoridades obligaron a La Caixa a elegir entre Repsol YPF y Endesa. Lo mismo pasó con el BBVA, que tuvo que desinvertir en la petrolera hispano-argentina para poder continuar en el capital de Iberdrola.
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