by Miguel Almada
La Argentina se encuentra ante una gran oportunidad para incrementar su desarrollo económico: la producción de biocombustibles. Nuestro país tiene un gran potencial agropecuario para la elaboración de energía alternativa, ya que no solo posee condiciones agroecológicas privilegiadas, sino también una gran capacidad para transformar esas materias primas en aceites vegetales (capacidad de molienda 2006: 150 mil ton/día). Al analizar la coyuntura internacional, se observa que el escenario resulta más que favorable. Para los próximos 20 años, se espera que las necesidades energéticas a nivel mundial crezcan un 50%. El 65% de este aumento en la demanda provendrá de los países en desarrollo, donde el crecimiento económico y de la población es cada vez mayor.
La suba en los precios del petróleo preocupa a muchos países que dependen de la importación de este recurso. Esto hace que, cada vez más, se comience a pensar en la forma de sustituir este producto con energía alternativa. Por otro lado, la necesidad de preservar el medio ambiente hace que los biocombustibles se conviertan en la mejor opción para muchos países. La Unión Europea, por ejemplo, ha propuesto la utilización del 5,75% de biocombustibles en todo el consumo del transporte para el año 2010.
Para poder alcanzar este objetivo, se necesitarán 19 millones de toneladas de biocombustibles, con lo cual se deberían destinar 17 millones de hectáreas, que representan un 20% de tierras aptas para la producción agrícola. Por esta razón, la Comisión Europea estima que la región deberá importar biocombustibles de aquellos países con ventajas competitivas en su producción.
En este contexto, la Argentina se encuentra ante una gran oportunidad para posicionarse como uno de los principales países proveedores de biocombustibles para la Unión Europea.
Teniendo en cuenta este potencial, la SAGPyA, a través del Programa Nacional de Biocombustibles, creado en noviembre de 2004, se encuentra trabajando en el desarrollo sustentable de este recurso, mediante políticas activas tendientes a establecer esta nueva industria en el país. Confiamos que esta actividad económica generará, entre otras cosas, más puestos de trabajo, inversiones en plantas productoras de biocombustibles y un desarrollo de cultivos energéticos que potencien las economías regionales.
La Argentina se encuentra ante una gran oportunidad para incrementar su desarrollo económico: la producción de biocombustibles. Nuestro país tiene un gran potencial agropecuario para la elaboración de energía alternativa, ya que no solo posee condiciones agroecológicas privilegiadas, sino también una gran capacidad para transformar esas materias primas en aceites vegetales (capacidad de molienda 2006: 150 mil ton/día). Al analizar la coyuntura internacional, se observa que el escenario resulta más que favorable. Para los próximos 20 años, se espera que las necesidades energéticas a nivel mundial crezcan un 50%. El 65% de este aumento en la demanda provendrá de los países en desarrollo, donde el crecimiento económico y de la población es cada vez mayor.
La suba en los precios del petróleo preocupa a muchos países que dependen de la importación de este recurso. Esto hace que, cada vez más, se comience a pensar en la forma de sustituir este producto con energía alternativa. Por otro lado, la necesidad de preservar el medio ambiente hace que los biocombustibles se conviertan en la mejor opción para muchos países. La Unión Europea, por ejemplo, ha propuesto la utilización del 5,75% de biocombustibles en todo el consumo del transporte para el año 2010.
Para poder alcanzar este objetivo, se necesitarán 19 millones de toneladas de biocombustibles, con lo cual se deberían destinar 17 millones de hectáreas, que representan un 20% de tierras aptas para la producción agrícola. Por esta razón, la Comisión Europea estima que la región deberá importar biocombustibles de aquellos países con ventajas competitivas en su producción.
En este contexto, la Argentina se encuentra ante una gran oportunidad para posicionarse como uno de los principales países proveedores de biocombustibles para la Unión Europea.
Teniendo en cuenta este potencial, la SAGPyA, a través del Programa Nacional de Biocombustibles, creado en noviembre de 2004, se encuentra trabajando en el desarrollo sustentable de este recurso, mediante políticas activas tendientes a establecer esta nueva industria en el país. Confiamos que esta actividad económica generará, entre otras cosas, más puestos de trabajo, inversiones en plantas productoras de biocombustibles y un desarrollo de cultivos energéticos que potencien las economías regionales.
No comments:
Post a Comment