El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) realizará un trabajo durante tres años en la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), equivalente a una "gran ITV", para inspeccionar y analizar la situación de la planta y sus sistemas de seguridad, con el objetivo de decidir si se renueva el permiso de explotación actual, que termina en 2009, según indicó hoy en Madrid la nueva presidenta del CSN, Carmen Martínez Ten.
Además, técnicos del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) van a llevar a cabo una auditoría en la central sobre cultura de seguridad, que ha sido pedida expresamente por el titular de la central, Nuclenor. La central nuclear de Cofrentes (Valencia) ya se sometió a una inspección similar por técnicos de la OIEA.
Martínez Ten indicó que si la planta tiene problemas, no volverá a arrancar en 2009, pero añadió que si los informes son positivos corresponderá al Gobierno decidir si la central continúa funcionando o debe parar, en virtud de su política energética.
El titular de la central de Santa María de Garoña, Nuclenor, pidió el año pasado la renovación del permiso de explotación de la central que expira en 2009, y desde ese momento el CSN puso en marcha un calendario de trabajo para evaluar si la central cumple los requisitos técnicos y se seguridad para permitir que siga funcionando cinco años más.
Por otra parte, la nueva presidenta del CSN que tuvo hoy su primer encuentro con los medios de comunicación, acompañada por los consejeros, indicó que el incidente de la central nuclear de Vandellós II (Tarragona) supuso "un punto de inflexión para los titulares de las centrales y para el propio Consejo", ya que la "industria tiene claro que hay que trabajar en inversiones y en seguridad" y el CSN por su parte cuenta con "una lección aprendida" como por ejemplo en realizar inspecciones reactivas y auto evaluaciones del trabajo.
En cuanto a los objetivos de su mandato, Martínez Ten dejó claro que el papel del CSN es "velar por la seguridad de las centrales nucleares, por el personal y por la sociedad", y "no hacer la política energética", porque eso corresponde al Gobierno.
La nueva presidenta se ha fijado como objetivos trabajar "con independencia, objetividad y eficacia" en la seguridad y protección de los ciudadanos, y de cara a la información "abrir las puertas y ser transparentes para que ciudadanos, asociaciones, ecologistas y sindicatos sepan lo que se hace en el CSN".
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