PATRICK KRON. Ser la cabeza a nivel mundial de una institución con presencia en 70 países es todo un reto, aunque él lo afronta con agudeza gracias al orgullo de sentirse parte de una empresa que contribuye al desarrollo de la humanidad:
“Cuando construimos una nueva planta de energía, sistemas de transporte como el metro y sistemas de trenes, no sólo estamos apoyando la economía del lugar, sino también está cambiando la vida de la gente, por lo que es extremadamente enriquecedor para mí y para todos nuestros equipos poder proporcionar algo que está mejorando el futuro de las personas”.
Además de esta satisfacción, se encuentra el hecho de haber conseguido la prosperidad para su empresa en los cuatro años que lleva de pertenecer a ella: “el primer periodo fue de difíciles problemas financieros, por lo que experimentamos una crisis muy profunda con la preocupación de que no pudiéramos recuperarnos y nos desplomáramos, fueron momentos de tensión, de actividades intensas buscando una manera de sobrevivir. Fue muy fructífero y positivo movernos de la situación de peligro donde estábamos a la estrategia de crecimiento en la que nos encontramos ahora.
El año pasado contratamos ocho mil personas, colaboradores de primer nivel entre los cuales tenemos destacadísimos ingenieros y gerentes; estamos creciendo, tenemos una gran reserva”. Comenta con el gusto de saber que ha salido avante; además, esta situación no sólo lo complace en el ámbito profesional, también en el personal debido a que su principal meta se ha convertido en realidad: “ahora estamos sobre una buena vía y una trayectoria positiva, así que la tensión y la frustración se convirtieron en satisfacción y orgullo”.
Y con la misma tónica de optimismo habla de México, país en el que Alstom ha estado presente a lo largo de 40 años en el área de transporte y más de dos décadas en el sector de energía: “los indicadores macroeconómicos son muy buenos, la tasa de crecimiento es sólida, la inflación está bajo control, por lo que me siento optimista respecto al futuro a corto y mediano plazos.
Actualmente vemos en la política energética de México algo que también observamos en la base mundial, que es el deseo no sólo de desarrollar una infraestructura, sino también la forma de diversificación, debido a la necesidad de proteger al país y a sus industrias frente a la evolución de los precio. Veremos un fuerte desarrollo de infraestructura para la generación de energía y éste incluirá un equilibrio de recursos, una fuerte dependencia de petróleo y gas, pero también algunos desarrollos en energía nuclear, hidro y carbón”.
Este escenario energético y de transporte es el que nos comparte alguien que sin duda no sólo es un conocedor, sino un apasionado indiscutible de su trabajo; un hombre francés con gran sentido no sólo universal y empresarial sino social y humano.
“Cuando construimos una nueva planta de energía, sistemas de transporte como el metro y sistemas de trenes, no sólo estamos apoyando la economía del lugar, sino también está cambiando la vida de la gente, por lo que es extremadamente enriquecedor para mí y para todos nuestros equipos poder proporcionar algo que está mejorando el futuro de las personas”.
Además de esta satisfacción, se encuentra el hecho de haber conseguido la prosperidad para su empresa en los cuatro años que lleva de pertenecer a ella: “el primer periodo fue de difíciles problemas financieros, por lo que experimentamos una crisis muy profunda con la preocupación de que no pudiéramos recuperarnos y nos desplomáramos, fueron momentos de tensión, de actividades intensas buscando una manera de sobrevivir. Fue muy fructífero y positivo movernos de la situación de peligro donde estábamos a la estrategia de crecimiento en la que nos encontramos ahora.
El año pasado contratamos ocho mil personas, colaboradores de primer nivel entre los cuales tenemos destacadísimos ingenieros y gerentes; estamos creciendo, tenemos una gran reserva”. Comenta con el gusto de saber que ha salido avante; además, esta situación no sólo lo complace en el ámbito profesional, también en el personal debido a que su principal meta se ha convertido en realidad: “ahora estamos sobre una buena vía y una trayectoria positiva, así que la tensión y la frustración se convirtieron en satisfacción y orgullo”.
Y con la misma tónica de optimismo habla de México, país en el que Alstom ha estado presente a lo largo de 40 años en el área de transporte y más de dos décadas en el sector de energía: “los indicadores macroeconómicos son muy buenos, la tasa de crecimiento es sólida, la inflación está bajo control, por lo que me siento optimista respecto al futuro a corto y mediano plazos.
Actualmente vemos en la política energética de México algo que también observamos en la base mundial, que es el deseo no sólo de desarrollar una infraestructura, sino también la forma de diversificación, debido a la necesidad de proteger al país y a sus industrias frente a la evolución de los precio. Veremos un fuerte desarrollo de infraestructura para la generación de energía y éste incluirá un equilibrio de recursos, una fuerte dependencia de petróleo y gas, pero también algunos desarrollos en energía nuclear, hidro y carbón”.
Este escenario energético y de transporte es el que nos comparte alguien que sin duda no sólo es un conocedor, sino un apasionado indiscutible de su trabajo; un hombre francés con gran sentido no sólo universal y empresarial sino social y humano.
Via: El Mundo del Petroleo
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