by Mariana Parraga
Ante la baja cantidad de crudo extrapesado que están inyectando las cuatro asociaciones estratégicas de la Faja del Orinoco a sus respectivos mejoradores, se comenzó a reciclar crudo mejorado para evitar que la operatividad baje de 80% y coloque en riesgo la seguridad de sus actividades.
Eulogio del Pino, presidente de la Corporación Venezolana de Petróleo, descartó que se estén presentando problemas operacionales y explicó que se están utilizando las capacidades excedentes de almacenamiento con que cuentan ahora las cuatro asociaciones para guardar y disponer de crudo para recircular.
No obstante a estas informaciones, expertos explicaron que los mejoradores pueden reciclar crudo como medida provisional, pero no permanente, pues al no haber sido diseñados para operar en esa forma se corre el riesgo de causar daños en algunas de las unidades y, en forma paralela, se pierde buena parte del valor económico del crudo sintético generado, al reinyectarlo al mejorador.
Lo que se está reciclando actualmente es el crudo que sale de las corrientes de las unidades de destilación, vacío y coque. En condiciones habituales, estos volúmenes se envían a los tanques intermedios para luego exportarlos.
Por último, para recircular el crudo se requiere disminuir el bombeo de crudo extrapesado diluido con nafta manejando los inventarios de alimentación, una labor que complica la logística operacional de algunas asociaciones.
Los primeros días de febrero el Ministerio de Energía y Petróleo envió comunicaciones a las cuatro asociaciones de la Faja para ordenarles la ejecución del tercer tramo del recorte global de 195 mil barriles diarios que se comprometió a aplicar el país como parte de la política OPEP.
A diferencia de otras reducciones, en esta oportunidad a las asociaciones de la Faja les ha tocado ejecutar casi por sí solas el recorte, lo cual ha derivado en declaratorias de fuerza mayor -como en el caso de Cerro Negro, al no poder cumplir con el contrato de suministro a Chalmette- y en la ejecución de medidas operacionales para evitar que los mejoradores trabajen a menos de 80% de su capacidad, una cifra que constituye el umbral de riesgo de estas instalaciones.
Según la información que se ha podido recabar extraoficialmente, a 50% de su capacidad los mejoradores deben ser detenidos, pues a esa tasa de actividad ya no pueden emplearse mecanismos heterodoxos para mantenerlos en funcionamiento.
Con los sucesivos recortes aplicados, la cantidad de crudo extrapesado que se puede inyectar a los mejoradores ha disminuido considerablemente, reduciendo su operatividad a tasas cercanas a la descrita.
Ante la baja cantidad de crudo extrapesado que están inyectando las cuatro asociaciones estratégicas de la Faja del Orinoco a sus respectivos mejoradores, se comenzó a reciclar crudo mejorado para evitar que la operatividad baje de 80% y coloque en riesgo la seguridad de sus actividades.
Eulogio del Pino, presidente de la Corporación Venezolana de Petróleo, descartó que se estén presentando problemas operacionales y explicó que se están utilizando las capacidades excedentes de almacenamiento con que cuentan ahora las cuatro asociaciones para guardar y disponer de crudo para recircular.
No obstante a estas informaciones, expertos explicaron que los mejoradores pueden reciclar crudo como medida provisional, pero no permanente, pues al no haber sido diseñados para operar en esa forma se corre el riesgo de causar daños en algunas de las unidades y, en forma paralela, se pierde buena parte del valor económico del crudo sintético generado, al reinyectarlo al mejorador.
Lo que se está reciclando actualmente es el crudo que sale de las corrientes de las unidades de destilación, vacío y coque. En condiciones habituales, estos volúmenes se envían a los tanques intermedios para luego exportarlos.
Por último, para recircular el crudo se requiere disminuir el bombeo de crudo extrapesado diluido con nafta manejando los inventarios de alimentación, una labor que complica la logística operacional de algunas asociaciones.
Los primeros días de febrero el Ministerio de Energía y Petróleo envió comunicaciones a las cuatro asociaciones de la Faja para ordenarles la ejecución del tercer tramo del recorte global de 195 mil barriles diarios que se comprometió a aplicar el país como parte de la política OPEP.
A diferencia de otras reducciones, en esta oportunidad a las asociaciones de la Faja les ha tocado ejecutar casi por sí solas el recorte, lo cual ha derivado en declaratorias de fuerza mayor -como en el caso de Cerro Negro, al no poder cumplir con el contrato de suministro a Chalmette- y en la ejecución de medidas operacionales para evitar que los mejoradores trabajen a menos de 80% de su capacidad, una cifra que constituye el umbral de riesgo de estas instalaciones.
Según la información que se ha podido recabar extraoficialmente, a 50% de su capacidad los mejoradores deben ser detenidos, pues a esa tasa de actividad ya no pueden emplearse mecanismos heterodoxos para mantenerlos en funcionamiento.
Con los sucesivos recortes aplicados, la cantidad de crudo extrapesado que se puede inyectar a los mejoradores ha disminuido considerablemente, reduciendo su operatividad a tasas cercanas a la descrita.
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