by Idafe Martinez Perez
Apenas un mes después de su adhesión a la Unión Europea, quiere volver a poner en marcha dos secciones de su central nuclear de Kozlodoui.
Argumentan que su cierre, exigido por la UE en medio de las negociaciones para ser aceptado en su grupo, les priva de una importante fuente energética.
El presidente Guéorgui Parvanov y su ministro de Economía y Energía, Roumen Outcharov, hicieron público hace dos semanas un "plan de acción" que llevaría a encender de nuevo las secciones 3 y 4 de la central de Kozlodoui, apagadas durante las negociaciones con la Comisión Europea.
Pese al compromiso para cerrarlos, "la crisis energética en la región hace que pidamos a la Comisión Europea que reconsidere su decisión", explicó Outcharov.
Bulgaria, principal exportador energético de los Balcanes, se queja de haber sido tratada de forma "injusta" frente a Eslovaquia, que todavía tiene en funcionamiento, casi dos años después de su adhesión a la UE, la central de Bohunice.
¿Está 'cañando' Bulgaria?
Algunos interpretan que el objetivo de Bulgaria no es reabrir los reactores, sino más financiación de la UE.
Outcharov, tras la reunión de Ministros de Economía y Finanzas de la UE el pasado 30 de enero en Bruselas, dijo que su gobierno cuenta con un "plan B" para el cual necesitaría recibir el doble de las compensaciones fijadas por el cierre de los reactores, unos 570 millones de euros.
Pero en definitiva, la idea del gobierno búlgaro es presentar al Parlamento Europeo varios informes sobre el proceso de adhesión a la UE, uno de ellos de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (Aiea), que demostraría que los reactores 3 y 4, modernizados, ya no representan ningún peligro.
Kozlodoui produjo en el 2006, según la Aiea, y usando sus 4 reactores, el 43 por ciento de la electricidad consumida en Bulgaria y exportó 7.800 millones de kilowatios, principalmente a Grecia.
Ese porcentaje debe caer este año hasta el 35 por ciento si sólo se usan dos.
La alternativa es generar electricidad a partir de otras fuentes, algo complicado pues los países balcánicos no tienen medios técnicos para cambiar su producción en tan breve período de tiempo.
Pero Bruselas se mantiene firme. El comisario de energía, Andris Piebalgs, ha rechazado "categóricamente" el plan búlgaro y juzga "prácticamente imposible volver a negociar el cierre de los reactores de Kozlodoui, pues supondría una renegociación del acuerdo de adhesión de Bulgaria a la UE".
Apenas un mes después de su adhesión a la Unión Europea, quiere volver a poner en marcha dos secciones de su central nuclear de Kozlodoui.
Argumentan que su cierre, exigido por la UE en medio de las negociaciones para ser aceptado en su grupo, les priva de una importante fuente energética.
El presidente Guéorgui Parvanov y su ministro de Economía y Energía, Roumen Outcharov, hicieron público hace dos semanas un "plan de acción" que llevaría a encender de nuevo las secciones 3 y 4 de la central de Kozlodoui, apagadas durante las negociaciones con la Comisión Europea.
Pese al compromiso para cerrarlos, "la crisis energética en la región hace que pidamos a la Comisión Europea que reconsidere su decisión", explicó Outcharov.
Bulgaria, principal exportador energético de los Balcanes, se queja de haber sido tratada de forma "injusta" frente a Eslovaquia, que todavía tiene en funcionamiento, casi dos años después de su adhesión a la UE, la central de Bohunice.
¿Está 'cañando' Bulgaria?
Algunos interpretan que el objetivo de Bulgaria no es reabrir los reactores, sino más financiación de la UE.
Outcharov, tras la reunión de Ministros de Economía y Finanzas de la UE el pasado 30 de enero en Bruselas, dijo que su gobierno cuenta con un "plan B" para el cual necesitaría recibir el doble de las compensaciones fijadas por el cierre de los reactores, unos 570 millones de euros.
Pero en definitiva, la idea del gobierno búlgaro es presentar al Parlamento Europeo varios informes sobre el proceso de adhesión a la UE, uno de ellos de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (Aiea), que demostraría que los reactores 3 y 4, modernizados, ya no representan ningún peligro.
Kozlodoui produjo en el 2006, según la Aiea, y usando sus 4 reactores, el 43 por ciento de la electricidad consumida en Bulgaria y exportó 7.800 millones de kilowatios, principalmente a Grecia.
Ese porcentaje debe caer este año hasta el 35 por ciento si sólo se usan dos.
La alternativa es generar electricidad a partir de otras fuentes, algo complicado pues los países balcánicos no tienen medios técnicos para cambiar su producción en tan breve período de tiempo.
Pero Bruselas se mantiene firme. El comisario de energía, Andris Piebalgs, ha rechazado "categóricamente" el plan búlgaro y juzga "prácticamente imposible volver a negociar el cierre de los reactores de Kozlodoui, pues supondría una renegociación del acuerdo de adhesión de Bulgaria a la UE".
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