BOLIVIA: Senkata engarrafa GLP con menos peso

La Planta Engarrafadora de Senkata, administrada por YPFB, envasa garrafas de gas licuado de petróleo (GLP) con menos cantidad de la prevista porque sus máquinas tienen un nivel de llenado estándar que no discrimina el peso de cada botellón.

En un operativo realizado la semana pasada por la Superintendencia de Hidrocarburos, La Prensa constató que de 10 garrafas escogidas al azar, siete tenían menos de 10 kilos, que es el volumen que se entrega al consumidor local. Se verificó que algunas pesaban entre 9 y 9,2 kilos, cuando lo aceptable es 9,6, según el margen tolerable establecido por la entidad reguladora. Una vez evidenciado ese hecho, las garrafas fueron devueltas para que se las llene hasta el tope.

Según el jefe de Planta de Senkata, Gerónimo Camacho, el problema se debe a que el carrusel de llenado envasa por igual dos tipos de botellones, los nacionales y los brasileños. Los segundos son más pesados y cuando se llenan contienen menos combustible que los del otro modelo.

Senkata tiene tres máquinas de llenado de GLP. Dos de ellas las utiliza a diario para envasar 24 garrafas por minuto y muchas veces en el grupo de botellones ingresan los brasileños, los cuales no pueden ser detectados a tiempo por los funcionarios de Yacimientos. La tercera máquina está disponible sólo para emergencias y tiene capacidad para llenar gas en 18 garrafas.

El jefe de Senkata admitió que YPFB, para solucionar el problema del llenado estandar de GLP que tienen sus equipos, tramita la compra de unos nuevos y la adecuación de otros. La Superintendencia dio un plazo de tres meses para completar este proceso. En junio realizará un nuevo control para verificar si se cumplió o no con lo establecido.

De acuerdo con la explicación técnica, un consumidor particular no puede identificar diferencias entre las garrafas nacionales y las extranjeras porque se utiliza el mismo modelo en Bolivia, Brasil y Perú. Tienen los mismos datos (fábrica, tara o peso, fecha de elaboración y sello de calidad) y según el técnico sólo los expertos pueden diferenciarlas. Una de las quejas de las amas de casa es el menor peso que detectan en sus garrafas, que por lo general, dura 15 días.

En el operativo, los funcionarios de la Superintendencia verificaron que Senkata cumple con las normas de seguridad establecidas. Entre ellas, la existencia de extinguidores, cascos, botas, ropa de seguridad, overol y guantes para los trabajadores.

La Superintendencia sanciona a Tripetrol
La Superintendencia de Hidrocarburos encontró un camión de la distribuidora de gas Tripetrol sin extinguidor y con un botiquín vacío. El inspector de la reguladora Fernando Soto detuvo el vehículo y le prohibió circular hasta contar con los implementos faltantes.

"Si la falta no se corrige, se aplica una multa de 10 mil bolivianos. Una segunda falta significa una sanción de 40 mil bolivianos y una tercera merece el cierre, de acuerdo a lo establecido en el Decreto 28831".

En esa inspección, La Prensa observó que no había un control adecuado para que las garrafas de gas licuado de petróleo con menos peso que distribuía esa empresa vuelvan a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). El funcionario de la reguladora pidió realizar la devolución.

La Superintendencia controla la calidad del servicio a través del programa de Asistencia Inmediata de Reclamos (AIR), de la Oficina de Defensa del Consumidor, que registró 620 reclamos entre septiembre y diciembre de 2006. Los "carburitos" son nueve vehículos de la reguladora que circulan en La Paz y El Alto para atender las quejas de los usuarios. Su número gratuito es 800 10 6006.

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