La empresa brasileña Petrobras pretende mantener el control de dos refinerías bolivianas privatizadas en su favor en la década pasada y cuya nacionalización dispuso un decreto gubernamental en mayo último. La posición fue planteada por el presidente de Petrobras-Bolivia, José Freitas, al comentar las negociaciones para la recompra por la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), de la mitad más uno de las acciones de las plantas, ubicadas en el centro y oriente del país.
Señaló que su empresa está en disposición de vender a YPFB el paquete accionario, a un valor que sea fijado por un tasador neutral y designado por consenso, pero con la condición de retener la administración y el manejo técnico de las refinerías. Según Freitas, de no aceptar Bolivia esa condición, Petrobras no aceptará compartir las acciones y el Estado deberá adquirirlas totalmente y pagarle por las inversiones en las plantas, que procesan 40 mil barriles de petróleo por día y producen 70 por ciento de diesel que consume el país. El ejecutivo confirmó por otra parte la decisión de Petrobras de dejar de invertir en Bolivia, por carecer supuestamente este país de condiciones económicas y legales adecuadas.
Señaló que su empresa está en disposición de vender a YPFB el paquete accionario, a un valor que sea fijado por un tasador neutral y designado por consenso, pero con la condición de retener la administración y el manejo técnico de las refinerías. Según Freitas, de no aceptar Bolivia esa condición, Petrobras no aceptará compartir las acciones y el Estado deberá adquirirlas totalmente y pagarle por las inversiones en las plantas, que procesan 40 mil barriles de petróleo por día y producen 70 por ciento de diesel que consume el país. El ejecutivo confirmó por otra parte la decisión de Petrobras de dejar de invertir en Bolivia, por carecer supuestamente este país de condiciones económicas y legales adecuadas.
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