by Lorenzo Bernaldo de Quirós
La impericia gubernamental ha desencadenado una reordenación forzada del sector energético español. Su fracaso en frenar la OPA de E.ON con medios políticos, burocráticos y reguladores ha mostrado la vulnerabilidad de las grandes compañías españolas que corren el riesgo de pasar a manos extranjeras. El PSOE quería campeones nacionales y, si el mercado no lo evita, logrará una desnacionalización de amplios sectores del tejido empresarial español. Quien juega al aprendiz de brujo en una economía abierta, se la pega, como diría un castizo. Ahora, el sector privado español corre en socorro de la españolidad de Endesa, a pesar de que las torpezas del gabinete "Zetapé" la han puesto casi en manos alemanas. A quien escribe estas líneas, la nacionalidad de las empresas le interesa poco. Lo esencial es que sean competitivas, sirvan a los consumidores y ofrezcan la mejor calidad a los mejores precios.
En este contexto, la adquisición por parte de Acciona de un paquete significativo de acciones de Endesa pone de relieve la vitalidad y pujanza del capitalismo español. El grupo Entrecanales ha realizado una apuesta arriesgada y valiente para entrar en la pelea por el control de la compañía presidida por Pizarro y puede convertirse en el aglutinante de un núcleo duro de capital español en Endesa que se lo ponga difícil a E.ON y/o que fuerce al gigante germano a "compartir el poder" con socios nacionales. Quizá el Bayern de Munich gane el partido pero será complicado que su victoria sea por 6 a 0. Lo más divertido e interesante de la jugada es que una vez el mercado, esto es, los accionistas de Endesa que vendieron sus títulos a Acciona han mostrado ser la pieza clave de la operación. Sólo ellos decidirán quién se lleva el gato al agua y esa es una prueba de la fortaleza de las fuerzas del mercado.
A estas alturas es complejo realizar predicciones pero quien escribe estas líneas apuesta por un acuerdo E.ON/Acciona, eso sí, siempre y cuando los alemanes ofrezcan un precio atractivo para los tenedores de títulos de la compañía eléctrica española. En esa operación jugará sin duda Caja Madrid a quien le resultaría muy difícil justificar el no sumarse a una política para salvar la españolidad de Endesa. ¿Cómo han cambiado las cosas? El gobierno ha fracasado en sus intentos de entregar Endesa a Gas Natural, en su deseo de paralizar la entrada de E.ON e ironías de la vida en su deseo posterior de permitir que E.ON se quedase con Endesa. Al final, si la eléctrica española mantiene una relativa autonomía y girones de la bandera nacional se lo deberemos a Pizarro y a Entrecanales.
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