Juan José Aranguren, dijo que "tenemos pedidos de exportación desde junio que no han sido autorizados todavía, a pesar de que hemos cumplido con todas las disposiciones vigentes", aseguró en una entrevista que publicaba ayer el diario La Nación, de Buenos Aires.
"Hicimos todo, pero no nos dan permiso", aseguró Aranguren, para quien el Gobierno de Argentina que preside Néstor Kirchner pide un castigo de cuatro años de prisión por desabastecimiento deliberado de gasóleo. Aranguren apuntó que está frenada la exportación de 120.000 litros de gasolina por valor de unos US$ 70 millones, lo que pone a Shell en una situación de no poder cumplir con la Ley de Abastecimiento. "Si yo no puedo sacar la gasolina de las refinerías, tengo que bajar el nivel de proceso de crudo (...) y va a bajar la producción de gasóleo", puntualizó.
En declaraciones que publicadas por otros diarios de Buenos Aires, el empresario sostuvo que Shell es objeto de una persecución por parte de las autoridades. "En 2006, tuvimos 256 inspecciones contra 30 (hechas) a toda la competencia, 23 multas contra cero, aunque nuestra participación en el mercado es del 13%. Este año no fue diferente", aseguró al diario El Cronista. El empresario remarcó que este año "faltó gas" por el plan de racionamiento que aplicó el Gobierno para afrontar problemas energéticos, "pero nadie" del Ejecutivo "fue preso por desabastecimiento".
La relación entre Shell y el Gobierno está complicada desde 2005, cuando el presidente argentino, Néstor Kirchner, llamó a la población a boicotear los productos de la petrolera por haber aumentado los precios de sus combustibles, prácticamente congelados por las autoridades a pesar del fuerte aumento del precio internacional del crudo. El mercado argentino de venta de gasóleo, cuyo mayor consumidor es el sector agropecuario, está controlado en un 57% por la petrolera hispano-argentina Repsol YPF.
Via: InfoLatam
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