Venezuela insistió ayer en que no tiene intención de cortar unilateralmente el suministro de petróleo a Estados Unidos, y dijo que una interrupción deliberada tendría lugar sólo si la actitud "hostil" de Washington se convierte en "agresión".
Las amenazas de suspensión del suministro y la cuestión de qué tan confiable es el gobierno del presidente Hugo Chávez como proveedor de petróleo para Estados Unidos se han convertido en el tema central, aunque confuso, de la intrincada relación entre Washington y Caracas.
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