A partir de la firma de los primeros contratos de operación con las petroleras Total de Francia y Vintage de Estados Unidos, el Estado boliviano, a través de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), recuperó ayer la propiedad de los hidrocarburos y, a la vez, garantizó la producción de gas natural y petróleo tanto para el consumo interno como para la exportación a otros mercados.
De las dos petroleras, la francesa Total es la cuarta compañía más grande que opera en Bolivia. Datos de la estatal petrolera señalan que Total gestiona el campo Itaú, uno de los cuatro más grandes de Bolivia, con 6,58 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas en reservas probadas y probables.
En un acto que se desarrolló en el auditorio del Palacio de Comunicaciones, escenario que sirvió hace una década para la capitalización (traspaso del 50% a consorcios extranjeros) de las empresas estatales, entre ellas YPFB, el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, anunció que las dos son las primeras empresas con las que se cerraron satisfactoriamente acuerdos.
Con la firma de los nuevos contratos petroleros, Villegas Quiroga dijo “que se estaban regularizando las actividades irregulares que existían en Bolivia”.
En el acto estuvieron presentes el presidente de la República, Evo Morales; el vicepresidente Álvaro García Linera, el presidente de YPFB, Juan Carlos Ortiz, y los ministros de Hidrocarburos, de la Presidencia y de Relaciones Exteriores, además del presidente de la Cámara de Diputados.
El evento fue emotivo por la participación de una gran multitud de gente, además de la bulliciosa barra del MAS, y porque concluyó con la entonación del Himno Nacional en las voces de todo el auditorio. La firma con las dos primeras petroleras también fue nominada como un regalo de cumpleaños al primer mandatario Evo Morales, quien dijo haber pasado de “cocalero a petrolero”.
Los Contratos de Operación con Riesgo fueron suscritos por el ejecutivo Jorge Martignoni, de Vintage, y el vicepresidente para América de TotalFinaElf, Michel Segin. Por el Estado boliviano firmó el presidente de la estatal petrolera, Juan Carlos Ortiz.
El nuevo contrato con la petrolera francesa es por 20 años para la producción y 30 años para la exploración, plazos que no necesariamente serán iguales para cada una de las empresas que suscriban los contratos.
La petrolera Total comprometió una inversión de 728 millones de dólares para desarrollar el campo Itaú, en tanto que la renta para el país será del 82 por ciento y YPFB se beneficiará con 740 millones de dólares. En el campo Incahuasi, esta compañía francesa invertirá 1.154 millones de dólares. El país también tendrá una participación de 82 por ciento en la renta petrolera y YPFB recibirá 2.400 millones de dólares, según explicó el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas.
El segundo contrato con la empresa estadounidense Vintage le significará al país una inversión de 220 millones de dólares para continuar con las operaciones de explotación de gas natural y líquidos en los campos considerados en declinación Caratrugillo, Porvenir y el Chaco Sur.
Hoy continúan las negociaciones y el Gobierno espera que se definan las firmas con las ocho compañías pendientes, entre ellas la brasileña Petrobras y la hispano argentina Repsol YPF, por lo que anoche, después del evento histórico, continuaron las reuniones con los ejecutivos de estas multinacionales.
Los contratos de operación tienen 31 cláusulas y ahora el Estado posee el control y manejo del 100% de los ingresos de la comercialización de los hidrocarburos. Villegas explicó que del total de la renta petrolera, ahora YPFB estará encargada de pagar las regalías, el IDH, los impuestos y la retribución a las empresas.
Esta retribución para las petroleras consta de dos elementos, primero la recuperación de los costos y una utilidad razonable que le permita seguir invirtiendo y produciendo en el país. El volumen de la utilidad será medido de acuerdo a un cálculo técnico que toma en cuenta la producción e inversión que realice cada una de las empresas petroleras, aclaró el Ministro de Hidrocarburos. Por otra parte, con la firma de los dos primeros contratos YPFB se asegura un ingreso neto de 130 millones de dólares por año, que servirán para su refundación, según explicó Juan Carlos Ortiz.
Ahora el Congreso debe avalar los nuevos contratos de operación. Mientras tanto, las empresas que ya firmaron operarán en las mismas condiciones que lo han estado haciendo en los últimos seis meses, aclaró el Ministro de Hidrocarburos.
El decreto nacionalizador
Control • El Estado recupera la propiedad, la posesión, el control total y absoluto de todos los recursos hidrocarburíferos.
Producción • Las empresas petroleras que realizan actividades de producción de gas y petróleo están obligadas a entregar la propiedad a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Comercialización • YPFB, en representación del Estado, asume su comercialización, definiendo las condiciones, volúmenes y precios, tanto para el mercado interno, la exportación y la industrialización.
Sometimiento • Sólo podrán seguir operando en el país las compañías que acaten inmediatamente las disposiciones del decreto de nacionalización, hasta que en un plazo no mayor a 180 días se regularice su actividad mediante nuevos contratos.
Expulsión • Las compañías que no hayan firmado nuevos contratos no podrán seguir operando en el país.
Garantía • Para garantizar la continuidad de la producción, YPFB tomará a su cargo la operación de los campos de las compañías que se nieguen a acatar o impidan el cumplimiento de lo dispuesto en el decreto.
Ingresos • Durante el período de transición (mayo 1 a octubre 28 de 2006), el valor de la producción se distribuye de la siguiente manera: 82% para el Estado y 18% para las compañías, porcentaje que cubre el costo de operación, amortización de inversiones y utilidades.
Inversión • El Ministerio de Hidrocarburos debe determinar, mediante auditorías, las inversiones realizadas por las compañías, así como sus amortizaciones, costo de operación y rentabilidad obtenida en cada campo. Los resultados servirán de base a YPFB para determinar la retribución o participación definitiva correspondiente a las compañías en los nuevos contratos.
Source: La Razón
De las dos petroleras, la francesa Total es la cuarta compañía más grande que opera en Bolivia. Datos de la estatal petrolera señalan que Total gestiona el campo Itaú, uno de los cuatro más grandes de Bolivia, con 6,58 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas en reservas probadas y probables.
En un acto que se desarrolló en el auditorio del Palacio de Comunicaciones, escenario que sirvió hace una década para la capitalización (traspaso del 50% a consorcios extranjeros) de las empresas estatales, entre ellas YPFB, el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, anunció que las dos son las primeras empresas con las que se cerraron satisfactoriamente acuerdos.
Con la firma de los nuevos contratos petroleros, Villegas Quiroga dijo “que se estaban regularizando las actividades irregulares que existían en Bolivia”.
En el acto estuvieron presentes el presidente de la República, Evo Morales; el vicepresidente Álvaro García Linera, el presidente de YPFB, Juan Carlos Ortiz, y los ministros de Hidrocarburos, de la Presidencia y de Relaciones Exteriores, además del presidente de la Cámara de Diputados.
El evento fue emotivo por la participación de una gran multitud de gente, además de la bulliciosa barra del MAS, y porque concluyó con la entonación del Himno Nacional en las voces de todo el auditorio. La firma con las dos primeras petroleras también fue nominada como un regalo de cumpleaños al primer mandatario Evo Morales, quien dijo haber pasado de “cocalero a petrolero”.
Los Contratos de Operación con Riesgo fueron suscritos por el ejecutivo Jorge Martignoni, de Vintage, y el vicepresidente para América de TotalFinaElf, Michel Segin. Por el Estado boliviano firmó el presidente de la estatal petrolera, Juan Carlos Ortiz.
El nuevo contrato con la petrolera francesa es por 20 años para la producción y 30 años para la exploración, plazos que no necesariamente serán iguales para cada una de las empresas que suscriban los contratos.
La petrolera Total comprometió una inversión de 728 millones de dólares para desarrollar el campo Itaú, en tanto que la renta para el país será del 82 por ciento y YPFB se beneficiará con 740 millones de dólares. En el campo Incahuasi, esta compañía francesa invertirá 1.154 millones de dólares. El país también tendrá una participación de 82 por ciento en la renta petrolera y YPFB recibirá 2.400 millones de dólares, según explicó el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas.
El segundo contrato con la empresa estadounidense Vintage le significará al país una inversión de 220 millones de dólares para continuar con las operaciones de explotación de gas natural y líquidos en los campos considerados en declinación Caratrugillo, Porvenir y el Chaco Sur.
Hoy continúan las negociaciones y el Gobierno espera que se definan las firmas con las ocho compañías pendientes, entre ellas la brasileña Petrobras y la hispano argentina Repsol YPF, por lo que anoche, después del evento histórico, continuaron las reuniones con los ejecutivos de estas multinacionales.
Los contratos de operación tienen 31 cláusulas y ahora el Estado posee el control y manejo del 100% de los ingresos de la comercialización de los hidrocarburos. Villegas explicó que del total de la renta petrolera, ahora YPFB estará encargada de pagar las regalías, el IDH, los impuestos y la retribución a las empresas.
Esta retribución para las petroleras consta de dos elementos, primero la recuperación de los costos y una utilidad razonable que le permita seguir invirtiendo y produciendo en el país. El volumen de la utilidad será medido de acuerdo a un cálculo técnico que toma en cuenta la producción e inversión que realice cada una de las empresas petroleras, aclaró el Ministro de Hidrocarburos. Por otra parte, con la firma de los dos primeros contratos YPFB se asegura un ingreso neto de 130 millones de dólares por año, que servirán para su refundación, según explicó Juan Carlos Ortiz.
Ahora el Congreso debe avalar los nuevos contratos de operación. Mientras tanto, las empresas que ya firmaron operarán en las mismas condiciones que lo han estado haciendo en los últimos seis meses, aclaró el Ministro de Hidrocarburos.
El decreto nacionalizador
Control • El Estado recupera la propiedad, la posesión, el control total y absoluto de todos los recursos hidrocarburíferos.
Producción • Las empresas petroleras que realizan actividades de producción de gas y petróleo están obligadas a entregar la propiedad a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Comercialización • YPFB, en representación del Estado, asume su comercialización, definiendo las condiciones, volúmenes y precios, tanto para el mercado interno, la exportación y la industrialización.
Sometimiento • Sólo podrán seguir operando en el país las compañías que acaten inmediatamente las disposiciones del decreto de nacionalización, hasta que en un plazo no mayor a 180 días se regularice su actividad mediante nuevos contratos.
Expulsión • Las compañías que no hayan firmado nuevos contratos no podrán seguir operando en el país.
Garantía • Para garantizar la continuidad de la producción, YPFB tomará a su cargo la operación de los campos de las compañías que se nieguen a acatar o impidan el cumplimiento de lo dispuesto en el decreto.
Ingresos • Durante el período de transición (mayo 1 a octubre 28 de 2006), el valor de la producción se distribuye de la siguiente manera: 82% para el Estado y 18% para las compañías, porcentaje que cubre el costo de operación, amortización de inversiones y utilidades.
Inversión • El Ministerio de Hidrocarburos debe determinar, mediante auditorías, las inversiones realizadas por las compañías, así como sus amortizaciones, costo de operación y rentabilidad obtenida en cada campo. Los resultados servirán de base a YPFB para determinar la retribución o participación definitiva correspondiente a las compañías en los nuevos contratos.
Source: La Razón
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