Iberdrola analiza sus activos no estratégicos para lograr dos mil millones de euros mediante la venta de parte de esa cartera. Los ingresos extraordinarios facilitarán la financiación de la oferta de compra sobre la eléctrica británica Scottish Power , valorada en 11.600 millones de libras (17.200 millones de euros).
Para lograr ese dinero, la eléctrica española traspasará la mitad de su cartera de activos y participaciones disponibles para la venta, valorada en cuatro mil millones de euros.
Iberdrola, que ya preveía desprenderse de negocios por valor de mil millones de euros antes de lanzar su ofensiva británica, ha duplicado ese objetivo con el fin de reducir la deuda del grupo tras la absorción de Scottish, que ascenderá a unos 25.000 millones de euros.
Se da por seguro que la empresa venderá el 4% en la petrolera portuguesa Galp y el 3% de Red Eléctrica de España (REE). Con los precios actuales de mercado, Iberdrola obtendría menos de 350 millones de euros por esas participaciones.
Así que José Sáinz Armada, director financiero de Iberdrola, tiene que sondear otras posibilidades. Los analistas dan por hecho que la eléctrica cederá varios activos inmobiliarios. Pero no está claro si el grupo acometerá la venta en bloque de su filial Iberdrola Inmobiliaria, que tiene unos activos valorados en 1.265 millones.
Empresas del sector del ladrillo se encuentran expctantes ante esta posibilidad. Los analistas creen que la bonanza del mercado inmobiliario permitiría a Iberdrola lograr un precio muy superior al valor neto de los activos de su filial. Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, se ha negado hasta ahora a la venta de Iberdrola Inmobiliaria al considerar que los posibles candidatos a la compra no reconocían el valor de la sociedad.
En 2005, Iberdrola Inmobiliaria logró un beneficio antes de impuestos de 146 millones de euros. En caso de desprenderse de la antigua Apex 2000 por más de 1.500 millones, Iberdrola podría dar por cerrado el proceso de venta de negocios no estratégicos.
Si Iberdrola prefiere quedarse con su filial inmobiliaria, la participación del 9,5% en Energias de Portugal (EDP) podría entrar en juego.
Su valor asciende a 1.240 millones de euros, y tras la compra de Scottish Power, la posibilidad de una alianza o fusión de Iberdrola y EDP parece muy lejana. En caso de realizar alguna operación en la Península Ibérica a medio plazo, es más probable la integración de Iberdrola y Unión Fenosa, las dos eléctricas participadas por la constructora ACS.
Además, la cotización de EDP se ha revalorizado durante los últimos meses, lo que facilitaría la obtención de plusvalías a Iberdrola, que no tiene presencia en el consejo de la empresa lusa. El Gobierno portugués, que controla EDP a través de una participación estatal del 20%, no permite el acceso de Iberdrola a la gestión de la compañía.
Menos probable es que Iberdrola recurra a la venta de su 24% en Gamesa, ya que este fabricante de aerogeneradores es el principal suministrador de equipos para los parques eólicos de Iberdrola. Fuentes del sector creen más probable que la eléctrica alcance el 29% de Gamesa cuando lo permita la legislación de ofertas públicas de adquisición (opas). Para ello, podría comprar la participación de BBVA.
La cotización de Iberdrola subió ayer un 0,06% y se situó en 33,5 euros. La eléctrica ha abierto el proceso para que sus accionistas reinviertan en títulos de la empresa el dividendo que recibirán en enero: 0,45 euros por acción a cuenta del beneficio de 2006.
Dividendo de REE
El consejo de REE aprobó ayer la entrega de un dividendo de 0,325 por acción a cuenta de los resultados de 2006, un 20% más.
Galp, por su parte, anunció un beneficio neto de 723 millones de euros en los nueve primeros meses de 2006, un 7,1% más.
La patronal vasca Confebask manifestó ayer su satisfacción por la oferta de Iberdrola sobre Scottish Power y aseguró que es una operación “de liderazgo”.
Expansión
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