Sacyr Vallehermoso, el segundo mejor valor del Ibex en 2006 con una espectacular subida del 118,45%, ha perdido el favor del mercado. Ayer sufrió la mayor caída del Ibex, del 2,63%, y en lo que va de 2007 pierde el 10,33% a pesar de su reciente repunte. Lo peor es que el consenso de los analistas le ha dado claramente la espalda: un 70% de las recomendaciones son de venta o infraponderar, según el proveedor de información financiera JCF.
¿A qué se debe este cambio en el destino bursátil de la constructora? A varios elementos, todos ellos negativos. En primer lugar, un valor que ha subido tanto tiene que corregir; y debe hacerlo de forma proporcional a la subida previa. Además, el subidón de 2006 había superado con creces los precios objetivos de los analistas (el valor llegó a 56,3 euros), es decir, que estaba muy ‘caro’.
Pero, además, hay cosas bastante más preocupantes. Los analistas tienen serias dudas sobre la estrategia emprendida por la empresa que preside Luis del Rivero en los últimos meses. La palma se la lleva, claro está, la compra del 20% de Repsol. El propio Del Rivero reconoció en la presentación de resultados de 2006 que acumulan unas pérdidas de 655 millones de euros en la petrolera debido a la caída de su cotización desde su entrada en octubre, lo cual es una catástrofe después de disparar su deuda hasta 18.357 millones (9 veces su Ebitda estimado para 2007, según JP Morgan, el ratio más alto del Ibex, y casi 7.000 millones más que su capitalización).
El desastre de Repsol
Y es que Repsol baja casi tanto como Sacyr en 2007, el 9,24%, lo que anula su pírrica subida de 2006: el 6,2%. Este comportamiento le ha convertido en el valor con el PER (relación entre cotización y beneficios) más bajo del Ibex: 9,8 veces los beneficios esperados para 2007. Aun así, es uno de los títulos con más recomendaciones de venta del mercado español.
Merrill Lynch considera que la inversión en Repsol no es comparable a una concesión de infraestructuras, por dos razones: el perfil de riesgo de la petrolera es muy superior al de una concesión; y, para que la inversión sea rentable, Sacyr no debería refinanciar la deuda en que ha incurrido para la operación -y ya hay rumores al respecto- y Repsol tendría que incrementar su dividendo más del 8% anualmente.
Eiffage y Europistas, otras patatas calientes
Dejando aparte el problema de Repsol, el otro gran frente abierto de Sacyr es la francesa Eiffage, donde está totalmente empantanada: después de invertir 1.780 millones de euros, no puede ni siquiera entrar en el consejo. Hay rumores recurrentes sobre la venta de esta participación, que a juicio de muchos sería la mejor salida de este jardín (aunque también se especula con que este dinero puede servir para comprar más ‘repsoles’, así que no se sabe qué es peor).
Tampoco les gusta nada a los analistas el precio “injustificadamente alto” pagado por Europistas: 9,15 euros por acción cuando Isolux había ofrecido 5,13 a Cintra y ésta –que si de algo sabe es de autopistas- los había aceptado. Además, todos estos precedentes han disparado el riesgo de inversión que percibe el mercado; es decir, los analistas temen que Sacyr se puede comprar cualquier cosa y a cualquier precio.
En todo caso, la gran esperanza para Sacyr es la OPV de su filial de autopistas, Itinere, prevista para mediados de este año si la caída del mercado no lo impide. JP Morgan le otorga un valor de 4.800 millones de euros sin incluir Europistas.
Source: El Confiencial
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