Nadie cree la versión oficial de que un grupo con capital público como Enel se haya convertido en primer accionista de Endesa sin invitación previa del Gobierno. La operación, con reparto incluido de Endesa en tres partes, amenaza una OPA legal para todos los accionistas y la respuesta de E.ON y Pizarro puede ser atómica, desconvocando, para empezar, la junta del 20-M.
«El ministro de Industria demuestra que tiene una gran intuición, porque información no tenía ninguna. Tenemos un Gobierno cargado de intuición y así le va bien a España» (José Blanco, 28-II-2007)
En la misma semana de febrero que el consejero delegado de Enel, Fulvio Conti, era invitado a desayunar en el Ministerio de Industria de Joan Clos, alguien muy, pero que muy parecido al presidente de la Generalitat, José Montilla, entraba a la hora de cenar en el domicilio del director general de la Caixa, Isidro Fainé, en la Plaça Francesc Macià de Barcelona.
Conti no habló de ninguna gran operación con Clos, ni con David Taguas, el asesor económico de Zapatero. Pero debió de irse con una fuerte intuición de que podía lanzarse unos días después, el 27 de febrero, a invertir 10.000 millones de euros en comprar acciones de Endesa y convertirse en su primer accionista poniendo contra las cuerdas, por sorpresa, al grupo alemán E.ON, que se veía ganador en la puja por la primera eléctrica de España.
No había tenido ese sexto sentido en agosto de 2005 cuando Antoni Brufau, le había dicho que la Caixa no iba a compartir con Enel la OPA hostil sobre Endesa. Otra cosa era ya el 15 de octubre de 2006, cuando Zapatero hizo esta confesión al Corriere della Sera: «Queremos campeones europeos, pero campeones con fair play.Algo que no se tuvo en cuenta en la OPA de E.ON. En este caso hubo una OPA por sorpresa y eso creó tensiones. Por el contrario, con Italia existe el fair play». Por eso, Conti se desplazó tres días después al Palacio de la Moncloa a ver al antecesor de Taguas, Miguel Sebastián.
No hubo nada después y las pasadas navidades, el ministro italiano de Infraestructuras, el juez Antonio di Pietro, se cargaba el sueño del director general de la Caixa de fusionar su Abertis con Autostrade, la concesionaria transalpina de autopistas.
Pero llegó el 20 de febrero y el primer ministro italiano, Romano Prodi se entrevistaba en Ibiza con Zapatero. Sólo un día después, alguien en la Caixa tuvo la intuición de que había que reanudar la compra de acciones de Autostrade, siete meses después de haberla interrumpido. Fueron 58.000 acciones de nada, pero la Caixa llegaba con ellas al 2% de Autostrade y hasta lo hacía público sin obligación legal.
El 25 y con Prodi ya recuperándose del susto dimisionario habitual de la política italiana empezó a tomar cuerpo la entrada en escena de Enel en España y llegaron señales al cuartel general de Endesa.Su presidente, Manuel Pizarro, preparaba con mimo la junta extraordinaria de accionistas del 20-M convocada a petición de E.ON para eliminar los blindajes estatutarios que impiden a un accionista ostentar más del 10% de derechos políticos.
El 27 llegó la sorpresa. Clos -deseoso de dar un sopapo a Pizarro y fastidiarle la junta-, confesó a la Cadena Ser que ve más opciones de triunfo a la entonces olvidada Acciona de José Manuel Entrecanales -que se veía sola frente a la apisonadora alemana- que a E.ON.Su intuición -Blanco dixit- fue extraordinaria, porque horas después, Enel hacía pública su irrupción, tras desmentirla minutos antes.
El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Manuel Conthe, consciente de que nadie en los mercados internacionales se iba a creer tanta intuición se vio obligado a hacer un requerimiento público a Enel sobre si había cocinado su entrada con Acciona y el Gobierno.
La respuesta del secretario general italiano, Claudio Sartorelli, era, en general una tomadura de pelo. Decía que la decisión de entrar en la eléctrica española se había tomado en la tarde del 27 sin más, También que «no descartaba en un futuro» contratar opciones sobre acciones de Endesa, mientras su broker UBS las estaba ya contratando por 5.000 millones de euros. Habrá que ver la respuesta de Conthe, aunque la anacrónica legislación española del mercado de valores le impide hacer pública la apertura de expediente. Además, las sanciones son luego como la de Deutsche Bank en Ebro Puleva en que «una infracción muy grave» por información privilegiada se salda con una sanción un millón de euretes, 300 veces menos que el valor de sus títulos.
Lo que sí tenía miga en la carta de Enel era la confesión de la reunión del 16 de Conti con Clos y, después, con Taguas para charlar, eso dicen, de energía renovable o contadores electrónicos.Pero ni pío de Endesa.
El golpeado presidente de E.ON, Wulf H. Bernotat, el único que está intentando comprar Endesa con transparencia y ofreciendo la misma oportunidad a todos los accionistas de vender sus títulos, se acuerda estos días de la bronca que le echaron hace un año Zapatero y Montilla por intentar lanzar una OPA sin avisar. Si es vero que nadie en el Gobierno sabía que Enel iba a convertirse en el primer accionista de Endesa, ¿por qué ZP no abronca también a los italianos por no avisar? ¿Intuición?
La canciller alemana, Angela Merkel, ha ofrecido ayuda a Bernotat.Pero éste se está tomando su tiempo de rearme. Mientras se piensa, muy mucho, el ataque tipo kaiser Guillermo que propone Goldman Sachs, prepara ya demandas contra Enel, Acciona y Clos por acción concertada ilegal anti OPA. Y puede renunciar a pedir la eliminación de los blindajes, así que Pizarro podría desconvocar la junta general extraordinaria del 20 de marzo y mantener un escudo frente al invasor que, es además, competidor en el sector.
No es descartable un tenso escenario con E.ON con un 30% del capital, Enel con un 24,9% y Acciona, con un 21% y una Caja Madrid pro OPA alemana con un 10%. Y Pizarro de presidente y con sus propias demandas contra Enel por entorpecer los derechos de los accionistas. Más madera para una Endesa que lleva ya bloqueada desde 2005.
Enel y Acciona tendrán que tener cuidado durante los largos meses judiciales de no hacer nada que parezca que votan juntos. Y, mucho menos, preparar el reparto de la empresa que perfilan los italianos. Endesa Italia y los activos en Francia y Latinoamérica, para Roma. La energía renovable, para Acciona y, el resto, para Gas Natural-La Caixa, salvo que haya que dárselo a E.ON para que se calle. Pero Bernotat también ha visto la serie de TV Miami Vice y, aunque no tiene intuición, sí pistola y talonario.Mientras, mejor no leer Financial Times o The Wall Street Journal sobre las prácticas hispano italianas en Endesa. EL MUNDO
E.ON estudia renunciar a quitar los blindajes de Endesa, que suspendería la junta
by Agustin Marco
Lo que hasta hace unos días era una condición sine qua non la OPA del grupo alemán no seguiría adelante, ahora puede convertirse en un arma para hacer frente a un enemigo inesperado. Si E.ON se decanta por esta opción, evitará que Enel y la constructora de los Entrecanales pueden votar por más del 40% del capital –la italiana tiene el 22% y Acciona, el 21%-, con lo que su oferta de acciones fracasaría de buenas a primeras, ya que E.ON necesita más del 50% del capital para dar por buena la operación.
Aunque este límite podría rebajarlo, como ya adelantó Bolsacinco a finales de enero, lo cierto es que E.ON se teme que muy pocos accionistas vayan a la junta y suscriban su OPA, por lo que el porcentaje de aceptación puede ser muy bajo y echar por tierra su intento de compra. De hecho, en estos últimos días la cotización de Endesa ha superado los 38,75 euros que ofrece el grupo alemán, por lo que sería fácil que los accionistas vendieran sus títulos en el mercado sin necesidad de acudir a la oferta.
Fuentes próximas a la operación aseguran que esta medida contaría con el visto bueno de la alta dirección de Endesa, que ha incentivado la presencia de accionistas en la junta mediante el pago de una prima por asistencia. Además, el propio Manuel Pizarro, presidente de la eléctrica, ha apoyado públicamente el levantamiento de los blindajes como una vía para permitir aflorar el valor de las acciones. Hasta Caja Madrid, que todavía no ha desvelado que hará con su 10%, también se ha mostrado a favor de la supresión de las limitaciones de voto.
Pizarro, que tras la irrupción de Endesa ha guardado silencio hasta el momento, está indignado por las maniobras del Gobierno para impedir la compra por parte de E.ON. Por ello, vería con buenos ojos la solicitud del grupo germano y procedería inmediatamente a suspender la Junta Extraordinaria de Accionistas del próximo 20 de marzo que debería aprobar la eliminación de los blindajes.
Este fin de semana, la prensa alemana publicó que E.ON podría comprar una participación significativa de Enel para controlar de forma indirecta Endesa. Esta estrategia ha sido propuesta por Goldman Sachs, el banco de negocios que hasta hace menos de un mes era su enemigo puesto que era asesor de la OPA de Gas Natural.
Postura de Caja Madrid
Caja Madrid celebra hoy su Asamblea General Ordinaria, una reunión en la que el presidente, Miguel Blesa, tendrá que explicar a los consejeros la situación actual de la entidad en Endesa, precisamente pocos días después del vuelco que ha vivido la eléctrica con la entrada de Enel en su accionariado. Caja Madrid es uno de los mayores accionistas de Endesa con un 10% del capital y, por el momento, no ha hecho público si venderá sus acciones a la alemana E.ON a 38,75 euros por acción o si elegirá quedarse y unirse a la denominada "opción española".
Si Caja Madrid decide vender sus títulos a E.ON obtendrá unas plusvalías de 2.088 millones de euros, aunque existe la posibilidad de que no pueda aceptar esta oferta si la eléctrica alemana decide retirar la OPA en caso de que no se eliminen los blindajes. Previsiblemente, Blesa tendrá que informar de todos estos aspectos en el turno de preguntas de la Asamblea, puesto que este asunto no forma parte del Orden del Día de la reunión. BOLSA5
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