Hacienda ha decidido investigar el uso que las multinacionales establecidas en España en forma de hólding están haciendo del régimen fiscal del que disfrutan y que les permite, entre otras cosas, deducirse en el país los costes financieros de sus inversiones en el extranjero.
Si las investigaciones por divergencias en la interpretación de las deducciones fiscales que contempla la ley continúan, “entonces España tiene un serio problema”, asegura el máximo ejecutivo en el país de una de las multinacionales que ha recibido la visita de un inspector de Hacienda.
La figura de las empresas de tenencia de valores extranjeros (Etve) se creó en 1993, con posteriores modificaciones en 1996. La Administración, tomando como modelo la fiscalidad holandesa –diseñada para estimular el establecimiento de multinacionales dentro de sus fronteras– contempló la figura de la Etve.
Régimen especial
A través de un régimen especial, los holdings (empresas cuyo principal fin social es gestionar participaciones en otras sociedades) que instalan en España su matriz están exentos de tributar aquí los dividendos que obtienen de sus filiales extranjeras y que envían a la sede central a través de su matriz española, siempre y cuando cumplan con los siguientes requisitos: tener más del 5% del capital de la filial, que ésta realice actividades empresariales y que esté sujeta al pago de impuestos análogos a los españoles, es decir, que figure dentro del convenio que España tiene acordado con otros países para evitar la doble imposición, por lo que quedan excluidos los paraísos fiscales.
Problemas internos
De momento, los ejecutivos se muestran más o menos tranquilos porque “la ley es muy clara” y, en su opinión, el problema se encuentra dentro del propio Ministerio de Economía y Hacienda, que no halla el punto de equilibrio entre el objetivo del primer departamento, atraer la inversión extranjera, y el del segundo, recaudar la mayor cantidad posible. Sin embargo, los directivos se muestran cautelosos sobre cómo se pueda desarrollar el proceso de investigación y varias multinacionales, como HP o Pepsi, han preferido guardar silencio y no opinar sobre la actuación del Ministerio.
Según fuentes consultadas, una inspección fiscal de este tipo puede llegar a durar hasta cuatro años. Una vez concluido todo el proceso, el Ministerio levanta acta, y la compañía es libre de firmar, en conformidad o no, el resultado. De momento, la Administración sólo está investigando las deducciones fiscales de los holdings, mientras que éstos se mantienen a la espera del levantamiento de acta. En caso de que el resultado no sea favorable, las multinacionales consultadas se muestran decididas a que recurrir la decisión y a que sean los tribunales quienes tengan la última palabra.
Otra posibilidad que se plantean algunas multinacionales es negociar con Hacienda, en caso de que el resultado de la investigación no sea favorable, aunque aseguran que todo dependerá de lo que pase cuando se levante el acta definitiva.
Los afectados
Las inspecciones están afectando tanto a pequeños holding, como es el caso de la filial española de la cementera suiza Holcim, como a grandes corporaciones, ya que muchas empresas, como Bombardier, Chevron o Exxon Mobil, han optado por esta fórmula organizativa para entrar en España.
Una de las consecuencias de la inseguridad generada es el descenso de la inversión bruta a través de las Etve, que ha pasado de 21.135 millones de euros, en 2001, a poco más de 3.000 millones anuales actualmente.
Los ejecutivos consultados han señalado que esperarán hasta que se levanten entre 30 y 40 actas para ver el resultado y que después actuarán en consecuencia, ya sea de forma organizada o individual. Hay quien incluso no descarta deslocalizar su producción y abandonar España si Hacienda decide reclamar los incentivos fiscales.
La figura de las empresas de tenencia de valores extranjeros (Etve) se creó en 1993, con posteriores modificaciones en 1996. La Administración, tomando como modelo la fiscalidad holandesa –diseñada para estimular el establecimiento de multinacionales dentro de sus fronteras– contempló la figura de la Etve.
Régimen especial
A través de un régimen especial, los holdings (empresas cuyo principal fin social es gestionar participaciones en otras sociedades) que instalan en España su matriz están exentos de tributar aquí los dividendos que obtienen de sus filiales extranjeras y que envían a la sede central a través de su matriz española, siempre y cuando cumplan con los siguientes requisitos: tener más del 5% del capital de la filial, que ésta realice actividades empresariales y que esté sujeta al pago de impuestos análogos a los españoles, es decir, que figure dentro del convenio que España tiene acordado con otros países para evitar la doble imposición, por lo que quedan excluidos los paraísos fiscales.
Problemas internos
De momento, los ejecutivos se muestran más o menos tranquilos porque “la ley es muy clara” y, en su opinión, el problema se encuentra dentro del propio Ministerio de Economía y Hacienda, que no halla el punto de equilibrio entre el objetivo del primer departamento, atraer la inversión extranjera, y el del segundo, recaudar la mayor cantidad posible. Sin embargo, los directivos se muestran cautelosos sobre cómo se pueda desarrollar el proceso de investigación y varias multinacionales, como HP o Pepsi, han preferido guardar silencio y no opinar sobre la actuación del Ministerio.
Según fuentes consultadas, una inspección fiscal de este tipo puede llegar a durar hasta cuatro años. Una vez concluido todo el proceso, el Ministerio levanta acta, y la compañía es libre de firmar, en conformidad o no, el resultado. De momento, la Administración sólo está investigando las deducciones fiscales de los holdings, mientras que éstos se mantienen a la espera del levantamiento de acta. En caso de que el resultado no sea favorable, las multinacionales consultadas se muestran decididas a que recurrir la decisión y a que sean los tribunales quienes tengan la última palabra.
Otra posibilidad que se plantean algunas multinacionales es negociar con Hacienda, en caso de que el resultado de la investigación no sea favorable, aunque aseguran que todo dependerá de lo que pase cuando se levante el acta definitiva.
Los afectados
Las inspecciones están afectando tanto a pequeños holding, como es el caso de la filial española de la cementera suiza Holcim, como a grandes corporaciones, ya que muchas empresas, como Bombardier, Chevron o Exxon Mobil, han optado por esta fórmula organizativa para entrar en España.
Una de las consecuencias de la inseguridad generada es el descenso de la inversión bruta a través de las Etve, que ha pasado de 21.135 millones de euros, en 2001, a poco más de 3.000 millones anuales actualmente.
Los ejecutivos consultados han señalado que esperarán hasta que se levanten entre 30 y 40 actas para ver el resultado y que después actuarán en consecuencia, ya sea de forma organizada o individual. Hay quien incluso no descarta deslocalizar su producción y abandonar España si Hacienda decide reclamar los incentivos fiscales.
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