La comisión nacional de valores (Madrid) dictaminó que E.On ya no podrá elevar la oferta por Endesa. O sea, queda en € 38,75 por acción. Esto es un golpe para los alemanes, que la Comisión Europea resistirá, arriesgando una pelea muy larga.
Tampoco podrá seguir tomando títulos sueltos en el mercado. La decisión de la entidad parece reflejar el pacto entre Madrid y Roma para defender a Ente nazionale elettricità (Enel) de una toma hosti. Justo ocurrió el martes, sabiéndose que, ayer, Wulf Bernotat (presidente ejecutivo dse E.On) presentaba a la asamblea el balance 2006.
Estos movimientos conducen a revocar la asamblea extraordinaria de Endesa, prevista para el martes 20. Cabe recordar que la contraoferta de Enel y aliados equivale a € 39 por acción de la firma española. Ahora, el campo de batalla de translada a Bruselas, donde la Comisión Europea ve con malos ojos las maniobras polìticas concertadas entre España e Italia contra E.On.
Se sabe que Neelie Kroes, comisaria de competencia, y la mayoría de la CE exigirán al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero eliminar los condicionamientos impuetos por la comisión de valores a la oferta pública accionaria (€ 41.000 millones) lanzada por los alemanes sobre Endesa. Según fuentes de Bruselas, será un ultimátum liso y llano que dará apenas una semana de plazo para ponerlo en práctica.
Algunos observadores en Nueva York y Londres temen que todo esto desemboque en una luenga guerra. Hace apenas semanas, la lucha parecía inclinarse por E.On, pero luego el pacto Madrid-Roma puso en liza a Enel, que se agregó a un grupo de accionistas españoles, instrumento del gobierno. En este punto, el resultado de la maniobras es un matete: ninguna de las potenciales adquirentes controlará Endesa, pues el estado tendrá el fiel de la balanza.
En cuanto al balance de E.On, las utilidades cedieron 32% en 2006, a € 5.060 millones. Pero el alza de 2005 tenía una explicación: importantes ventas de activos, que las elevaron 21% a € 6.775 millones.
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