ESPAÑA: El Rey Midas de la Energía

by Enrique Müller

A Wulf Bernotat, el hombre que lanzó sobre Endesa la mayor OPA de la historia en Europa, una fecha le marcó el destino. El 16 de junio de 2000, los gigantes de la industria alemana Veba y Viag anunciaron un matrimonio que alumbró E.on, el mayor proveedor de gas y electricidad en la UE. Aquel día supo que su futuro profesional estaría ligado inexorablemente al nuevo consorcio: la prensa germana comenzó a mencionar su nombre entre los futuros ejecutivos del grupo y a recordar que el legendario presidente de Veba Ulrich Hartmann, que dirigió el gigante energético durante tres años, le había estado preparando durante años para la gran tarea de asumir las riendas de ese monstruo empresarial.

Después de trabajar con pasión y desarrollar una brillante carrera como ejecutivo en Shell durante dos décadas, Bernotat se dejó convencer por Harmann y abandonó el mundano París en 1996 para hacerse cargo de la dirección de Veba Oel AG, una filial ubicada en Gelsenkirchen. Durante dos años demostró sus habilidades de gestión, aprovechó la experiencia internacional acumulada en Shell y demostró a su mentor que estaba preparado para nuevas responsabilidades. «En Shell tuve nueve trabajos diferentes en 20 años, Aprendí a decidir rápido y a asumir nuevos retos»», explicó entonces para justificar su éxito. Lo que no mencionó fue su dominio de seis idiomas; entre ellos, el ruso y el portugués.

De hecho, Bernotat comenzó a apreciar las cosas profanas de la vida, como el dinero, en su época de estudiante de Derecho. Para financiar sus estudios, primero trabajó como taxista y más tarde en la cadena de radio y televisión pública NDR, donde fue asistente de cámara, conductor de una unidad móvil, reportero deportivo y editor de noticias regionales. Allí conoció a su futura esposa, Dörte.

Muchos compañeros de Universidad cambiaron los libros por el micrófono, pero él quiso seguir estudiando y prometió buscar un trabajo en el departamento jurídico de NDR cuando tuviera el título bajo el brazo. La casualidad quiso que encontrara empleo en las dependencias de Shell en Hamburgo.

En una fría mañana de noviembre de 1998, Hartmann le preguntó si se podía imaginar en la presidencia de Stinnes, una filial de Veba especializada en logística y que pasaba por una aguda crisis. «¡Por supuesto!», respondió Bernotat, quien añadió, algo irritado, que el cargo ya estaba ocupado. Ese mismo día, su mentor al máximo responsable de esa firma y le puso al frente de ella. Ese nombramiento le permitió comenzar a tejer su propia leyenda.

Por ejemplo, sus legendarios almuerzos en el comedor de la empresa, donde solía compartir con sus trabajadores para intercambiar ideas y olfatear el ánimo del personal respecto a las decisiones adoptadas en la planta ejecutiva. Bernotat también instauró otra costumbre, que sigue manteniendo en la sede de E.on en Dusseldorf: los viernes informales, un día en el que está permitido trabajar sin traje ni corbata.

Pero, sobre todo, demostró que su elección como presidente de Stinnes había sido la correcta. En sólo tres años logró que la compañía alcanzara las mayores ganancias en sus 193 años de historia. Fue entonces cuando la prensa descubrió las habilidades del futuro responsable de E.on; flexible, hombre de equipo, rápido para tomar decisiones y buen comunicador.
El 3 de septiembre de 2002, Hartmann dio por terminado el aprendizaje de su heredero y anunció la llegada de Bernotat a la planta ejecutiva del grupo para que le relevara el 1 de mayo de 2003. «E.on es un gran consorcio y tiene un futuro brillante», proclamó al dejar el timón de la compañía en manos de su protegido. Así, con 53 años, Bernotat puso fin a su vida nómada y comenzó a diseñar una estrategia para convertir la compañía en el líder energético mundial, una meta acorde con el significado de su nombre. E.on es una variante inglesa de la palabra griega que significa infinito. «El nuevo nombre quiere señalar la intención de ruptura y la decisión de utilizar las grandes oportunidades que se abren en un mercado cambiante a velocidad de vértigo», señaló la empresa el día de su bautizo.

En tan solo tres años, inspirado por un lema sacado de la publicidad de la firma de artículos deportivos Nike – «just do it», simplemente házlo–, transformó E.on. Con un ritmo nunca antes visto en el consorcio, comenzó a desprenderse de todas las empresas ajenas a la energía –telecomunicaciones e inmobiliarias–, que supusieron ingresos extras de casi 40.000 millones de euros.

Líder mundial
Después de adquirir Ruhrgas, el grupo reorganizó en cinco unidades de mercado específicas: Europa Central, Gas Paneuropeo, Reino Unido, Región Nórdica y Estados Unidos-Medio Oeste. Si prospera la OPA sobre Endesa, creará una sexta y Bernotat logrará su objetivo de convertir la compañía en líder mundial absoluto en el sector, con más de 50 millones de clientes repartidos en una treintena de países y unos 107.000 trabajadores.

«En 2005 hemos transformado con éxito E.on en una empresa exclusivamente energética», explicó al dar a conocer los resultados de ese ejercicio. «Con la OPA sobre Endesa queremos dar el próximo paso decisivo. Nuestro resultado anual demuestra que gozamos de una inmejorable salud económica, que disponemos de una estrategia coherente y convincente y que estamos muy bien posesionados en nuestros mercados", añadió el ejecutivo.

Solo un dato refleja la actividad de E.on. Durante el ejercicio de 2005, el grupo incrementó su volumen de negocios en un 21 por ciento, pasando de 46.700 millones de euros a 56.400 millones. En ese año, el grupo alcanzó unos beneficios netos de 7400 millones de euros, un 72 por ciento más que en 2004.

Actualmente el grupo da trabajo a 36 mil personas en Europa Central y abastece de electricidad y gas a 17 millones de personas en doce países europeos. Más importante aún, E.ON se convertirá en los próximos 10 años, gracias a la interesada ayuda que recibió del gobierno de Gerhard Schröder, en el mayor importador y suministrador de gas ruso en Europa
A pesar de los éxitos obtenidos en tan solo cuatro años de gestión, Bernotat, el nuevo Rey Midas de la energía alemana, está dispuesto a seguir luchando para, tal como lo dijo en marzo de2006, adquirir Endesa y lograr con ello, escribir "un nuevo capitulo en la historia de E.on"

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