Repsol y un señor de Murcia


Repsol y un señor de Murcia o la crónica de una compra anunciada. Para todos, menos para el de siempre. A por uvas. La vieja España, reducto infranqueable de unos cuantos, de nuevo a la palestra. Do ut des. Vuelta a la cuchipandi del todo Madrid, enterado de la operación; al beneficio de unos pocos y a la incredulidad de otros muchos que no creyeron en lo que resultaba, a todas luces, increíble; a un comportamiento bursátil que deja boquiabiertos a propios y extraños y lleva a la bolsa a unos máximos de los que no se quiere desprender.

Quién le iba a decir a aquél señor de Murcia, Luis del Rivero, que sobre esa servilleta arrugada en la que aparecía el nombre de BBVA, mitos y leyendas patrios, se sobrescribiría, un año más tarde y en letras de crudo, el nombre de Repsol, aquiescencia de una Caixa dispuesta a nadar y guardar la ropa, el negosi es el negosi, como siempre. ¿Lógica? Mucho tendrán que explicarla. Claro que, a estas alturas, parece que eso es lo que menos importa.

Primero, Repsol. Cierto, la más barata de las petroleras hasta hace dos telediarios. Reservas compradas a precios irrisorios. Buena gestión de un Alfonso Cortina que saliera por la puerta de atrás. Buen negocio de refino y marketing. Sector en consolidación. Nuevas compañías emergentes empezando a posicionarse en economías desarrolladas con mucho dinerito en el bolsillo... Esa es la botella medio llena.

Pero también está la botella medio vacía... Mucho riesgo geográfico, especialmente en Latinoamérica. No es descartable la nacionalización en Argentina. Reservas en proceso de auditoría, sufriendo por la parte de gas más que por la de crudo. Menor ratio de reposición del mercado. Menores reservas probadas en base anual. Nuevas oportunidades limitadas por la presión de la competencia.

Segundo, Sacyr. Nota ayer de Deutsche Bank bajando la recomendación a venta. Argumentos obvios: ha subido más de un 100% en el año sin que nada haya cambiado. ¿Nada? Nada. Más que el deseo de la compañía de crecer a cualquier precio como pone de manifiesto lo pagado por Europistas o la misma Eiffage. Subida de la cotización equivalente a dos veces y media la de Sacyr o FCC y siete veces la de una Ferrovial lastrada por la compra de BAA. El discípulo le da sopas con onda al maestro, al menos bursátilmente hablando. PER 2007, según cálculos de la firma alemana, de 27,7 veces. ¿Alguien habló de ciclo inmobiliario? Prima del 60% sobre el resto del sector.

Los caminos del Señor son inescrutables pero sólo desde la rumorología, o la publicidad en la compra de acciones de un socio de referencia como la Mutua, lo nunca visto, se puede explicar el comportamiento de una acción que a duras penas vale más de 30 euros. Claro, que tampoco Metrovacesa vale para sus accionistas más de 60 euros y ahí está. Escaso free-float, compras selectivas de accionistas de referencia o de la propia compañía y un poquito de manejo del mercado y voilá, el cóctel perfecto.

Tercero, Sacyr más Repsol. Aquí hay segunda derivada. Seguro. No se explica el movimiento por sí solo sin algo detrás. Oportunidades no van a faltar. Piensen en cualquier combinación posible y entrará dentro de lo probable. Que no al revés. Así son las cosas y así se las estamos contando que diría Sáenz de Buruaga. Eso si el movimiento no es directamente sobre la misma Repsol. Who knows? Rivero es especialista en abrir la caja de los truenos. Compro el 10% y los demás que empiecen a correr. Y para mí la plusvalía. Si sale bien, claro.

Porque si en la toma de posiciones en las eléctricas por parte de Acciona o ACS se adivina un cambio normativo en ciernes que pudiera justificar los costes de transacción porque se recuperarían vía la liberalización de las tarifas, en Repsol no existe ni siquiera esa baza que jugar. Entrar en el mercado de la energía, como dice el comunicado a la CNMV, vía sólo Repsol es una apuesta de mucho riesgo. De ahí que no se pueda contemplar como un paso definitivo sino como campamento base para escalar cotas mayores.

Sacyr juega fuerte y, hasta ahora, le ha ido bien. Desde este mismo foro criticamos la entrada de algunas cajas antes del verano a 27 euros y... en menuda hora. Más de un 30% de revalorización en menos de tres meses. Glup. Pero la ley del mercado es inamovible. A grandes rentabilidades, grandes riesgos asociados. Algo que el mercado parece querer olvidar. Discuto frecuentemente con mi mujer acerca de lo barato y lo necesario, cuestión que siempre concluye en un concepto, el fondo de armario, que a mí se me escapa. Sacyr sigue haciendo fondo de armario. Repsol está barata porque pesan muchos interrogantes sobre su futuro. A este señor de Murcia le toca demostrar si realmente era necesaria.

No comments:

Post a Comment