Las lluvias y la disminución de la temperatura trajeron ayer un marcado alivio tanto para los habitantes de la Capital Federal y el Gran Buenos, como para el sistema eléctrico.
Tras el agobiante calor del martes —donde se llegó a 34 grados superando la marca histórica más alta de octubre de hace 73 años— el cambio de las condiciones climáticas de ayer provocó una sensible baja de la temperatura (15 de mínima y 20 grados de máxima) y ayudó a descomprimir presión sobre la generación eléctrica que está funcionando al límite de su capacidad.
Luego de haber alcanzado el martes el récord para un mes de octubre de 17.217 MW, la demanda de potencia registrada ayer a nivel nacional se ubicó en torno de los 15.500 MW
En la región metropolitana —donde se concentra el 40% del consumo nacional— ayer a las 19,30 la demanda de potencia fue de 5.436 MW casi 1.000 MW menos que el día anterior. A nivel país, la diferencia entre el martes y ayer fue de sólo 800 MW: 15.500 versus 14.700 MW.
La reducción del consumo —que se explica básicamente por la no utilización de los equipos de aire acondicionado— permitió levantar el estado de alerta que habían dispuesto las distribuidoras metropolitanas y Transener, la transportista eléctrica nacional.
El principal problema del sistema eléctrico radica en la elevada "indisponibilidad" del parque de generación. A la falta de inversiones que se registra desde 2001, se sumaron en los últimos días las desconexiones de las centrales Puerto, Dock Sud, Atucha y Río Grande. Actualmente la generación disponible es algo más de 18.000 MW, muy cerca del último récord de consumo del 31 de julio que fue de 17.395 MW.
Source: El Clarín
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