Bernotat insistió ayer ante los analistas en que podrá cerrar la compra de la española este verano. Otras fuentes de la cúpula de E.ON defendieron en Hannóver que también pueden esperar dos años sin problemas, el tiempo máximo de bloqueo provocado por la sentencia del Tribunal Supremo contra el decreto del Gobierno que autorizaba la opa de Gas Natural.
Los directivos del gigante alemán examinan otras posibilidades. Por ejemplo, recuerdan que mientras España no tiene grandes multinacionales con influencia en Alemania, aquí hay compañías como Volkswagen (VW), el consorcio turístico TUI o Deutsche Bank que pueden ejercer presión en favor de E.ON ante el Gobierno. Los mismos directivos reconocen que valoraron "los problemas políticos, pero no los jurídicos y legales" que ha planteado el Gobierno. A falta de un flautista, que como el de Hamelin, toque una melodía que embruje a las autoridades españolas, ahora los equipos jurídicos de E.ON trabajan contrarreloj en la ofensiva. En la UE van ganando.
Al día siguiente de pasear a los informadores por la central de Grohnde, que se desmantelará en el 2018, el presidente de E.ON comentaba con los analistas el aumento de los beneficios en un 18%: 1.718 millones de euros más que el primer trimestre del año pasado. Bernotat, el empresario que se entrevistó con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, defendió en un comunicado que la compra de Endesa se beneficiaría de "los atractivos" mercados del sur de la UE y de Latinoamérica.
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